La disonancia entre Israel e Irán, la cual arrastra muchos años de tensión desde la creación del estado hebreo en Mayo de 1948, ha vuelto a originar una nueva situación de tensión entre ambos.
La madrugada del viernes 17 de Marzo varios aviones de la aviación israelí entraron en territorio sirio para atacar objetivos de Hezbolá, lo que provocó que el ejército de Damasco disparase varios misiles de tierra-aire SA5 contra la fuerza aérea israelí.
Ante la amenaza, Israel decidió activar su sistema de defensa antibalístico Jetf para interceptar los misiles disparados. Gracias a la eficacia del Jeft uno de los cohetes fue interceptado en vuelo y destruido en el norte de Jerusalén.
Analistas militares consideran que “el hecho de que se haya utilizado el Jeft en defensa de la aviación puede suponer una revolución técnica” y una novedad estratégica de defensa del estado de Israel que, además de contar con el Jeft, cuenta con La cúpula de Hierro (un escudo antimisiles de medio alcance desplegado por todo el país, que consiguió evitar muchas víctimas durante los enfrentamientos en los Altos del Golán en 2012) y el casi operacional Honda de David (un sistema de defensa de largo alcance contra misiles lanzados a una distancia de 300km).
Este acontecimiento desencadenó un cambio radical en, las acciones llevadas a cabo por los dos países. Por una parte, era la primera vez que el régimen de Al-Asad respondía de esta manera a las incursiones israelíes en su espacio aéreo desde comienzos del conflicto sirio. Y, por otra parte, desde el 2011, el ejército israelí no confirmaba ni desmentía ataques contra convoyes o depósitos de armas destinados a la milicia proiraní.
Estos ataques no han dejado indiferente a Irán, principal aliado del régimen de Al-Asad, el cual los ha condenado firmemente, calificándolos de “intervencionista” uniéndose al rechazo público ya manifestado por Damasco y otros países.
El portavoz de la cancillería iraní, Bahram Qasemi, argumentó que “esta incursión de los sionistas en territorio sirio es una muestra sin límites de las posiciones e intereses ilegales del régimen usurpador de Israel con los terroristas takfiríes”. Además el portavoz del Ministro de Asuntos Exteriores iraní demandó a la ONU a que condenará la agresión de Israel al mismo tiempo que Damasco denunciaba, también ante la ONU, la violación de su soberanía.
En esta ecuación no podía faltar la incógnita rusa, el mayor actor en la región, el cual mantiene estrechas relaciones con el régimen sirio (siendo su mayor aliado) a la vez que tiene relaciones bilaterales muy positivas con Israel.
El politólogo Eli Nacht, ha manifestado que “Rusia ha decido equilibrar la situación mostrando a Israel donde está su línea roja en Siria”. Pero es poco probable que las relaciones rusas con Israel “vayan a cambiar ya que varias fuentes indician que Rusia e Israel tienen una serie de compromisos”, entre los cuales estaría la luz verde que tiene Israel por parte rusa para destruir objetivos en el territorio sirio que pueda suponerle una amenaza directa.
El objetivo de Irán es incrementar sus lazos con los sirios y establecer todo tipo de acuerdos con el gobierno de Asad para lograr de esta forma, en palabras del director general del servicio israelí de inteligencia, Chagai Tzuriel, “aumentar su influencia así como sus bases navales y aéreas en Siria, algo que es considerado para Israel como una amenaza”.
En otras palabras, la alianza de Irán con Siria le da a Teherán la capacidad de proyectar su poder hasta la mismísima frontera con Israel. Perder esta posibilidad representaría un duro golpe para Irán en su estrategia de aumentar su influencia en el mundo islámico.
Por tanto, el Estado de Israel está buscando frenar esta creciente influencia que ha obtenido Irán en Siria y, así, poder reducir la fuerza del eje chií (alianza Irán-Hezbolá), el cual ha aumentado especialmente después de la caída de Alepo. Por otro lado, Irán intenta buscar más aliados ante la alianza militar contra el país persa creada por Israel y apoyada por Arabia Saudí, la cual pretende la unión de todos los países árabes contra Irán (considerado por ellos como un enemigo del mundo árabe y un país terrorista).
Por lo tanto, estamos ante una ecuación, en la que intervienen varias incógnitas en la que cualquier movimiento puede hacer girar los resultados en beneficios de unos o de otros. Pero la solución de la misma está muy lejos de conocerse.
The dissonance between Israel and Iran, which drags many years of tension from the creation of the Hebrew State in May, 1948, has returned to originate a new situation of tension between both.
The dawn of Friday, the 17th of March several planes of the Israeli aviation entered Syrian territory to attack aims of Hezbola which provoked that the army of Damascus was shooting several missiles of land – air SA5 at the air Israeli force.
Before the threat, Israel decided to activate his system of defense antiballistic Jetf to intercept the shot off missiles. Thanks to the efficiency of the Jeft one of the rockets was intercepted in flight and destroyed in the north of Jerusalem.
Military analysts think that “the fact that the Jeft should have been in use in defense of the aviation, it can suppose a technical revolution” and a strategic innovation of defense of Israel State that, beside possessing the Jeft, possesses The dome of Iron (a shield antiballistic of half unfolded scope all over the country, that it managed to avoid many victims during the clashes in the Golan Heights in 2012) and David’s Sling (a system of defense of length reaches against missiles thrown(launched) to a distance of 300km) almost operational.
This event unleashed a radical change in the action carried out by both countries. By one hand, it was the first time that the regime of Al-Asad was answering in this way to the incursions of Israel in his air space since the beginnings of the Syrian conflict. And, in the other hand, from 2011, the army of Israel neither was confirming nor was denying assaults against convoy or deposits of weapon destined to the militia pro Iran.
These attacks have not made different to Iran, principal ally of the Al-Asad regimen, who which has condemned them firmly, qualifying them of «interventionist» joining to the public rejection already demonstrated by Damascus and other countries.
The spokesperson of the Iranian chancery, Bahram Qasemi, argued that “this incursion of the Zionist in Syrian territory is a sample without limits of the positions and illegal interests of the regime usurper of Israel with the takfiries terrorist”. In addition, the spokesperson of the Iranian Secretary of State demanded to the UNO to which he will condemn aggression of Israel at the same time as Damascus was denouncing, also before the UNO, the violation of his sovereignty.
In this equation the Russian mystery could not be absent, the major actor in the region, who supports narrow relations with the Syrian regime (being his major ally) simultaneously that he has bilateral very positive relations with Israel.
The political scientist, Eli Nacht, has manifested that “Russia has decide to equilibrate the situation showing to Israel where his red line is in Syria”. But this is slightly probable that the Russian relations with Israel “are going to change because there are many sources that indicate that Russia and Israel have a series of commitments «, between them, there would be the green light that takes Israel as a Russian part to destroy aims in the Syrian territory that could suppose a direct threat.
The objective of Iran is to increase his bows with the Syrian and to establish all kind of agreements with the government of Asad to achieve of this form, in word of the general manager of the Israeli service of intelligence, Chagai Tzuriel, “to increase his influence as well as his naval and air bases in Syria, something that is considered for Israel as a threat «.
In other words, the alliance of Iran and Syria gives to Teheran the aptitude to project his power up to the very same border with Israel. Losing this possibility will represent a hard blow to Iran in his strategy of increasing his influence in the Islamic world.
Therefore, the State of Israel is seeking to stop this increasing influence that has obtained Iran in Syria and, in this way, can reduce the force of the axis Shi (alliance Iran-Hezbola) which has increased specially after the fall of Aleppo. On the other hand, Iran tries to search more allies before the military alliance against the Persian country created by Israel and supported by Saudi Arabia, which claims the union of all the Arabic countries against Iran (considered by they as an enemy of the Arabic world and a country.
Thus, we are before an equation in which join in several unknown in that any movement can make turn the results in benefits of some or of others. But the solution of the same one is very far from known.
MARTA E. MOLINA
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