SANTA SOFÍA, “SAGRADA SABIDURÍA”, RECONVERTIDA AL ISLAM OTOMANO. IMPLICACIONES SIMBÓLICAS Y ESTRATÉGICAS

No puede ser mayor casualidad que haya tenido lugar la reconversión de Santa Sofía en mezquita en un momento previo a elecciones en el país (sometido a altas críticas populares por su gestión estricta y su política radical) y ante la alta tensión diplomática entre Turquía y los países del Mediterráneo por el control de las aguas, su intervencionismo militar en el conflicto libio y sirio y su oportuna apertura e influencia económica con los países regionales e islámicos. El punto final del presidente turco Tayyip Erdogan de declarar a la nación como heredera principal del legado islámico, referente y protectora de la religión (en auge por su competitividad por el liderazgo islámico suní con Arabia Saudí) y en resurgimiento imperial con su expansionismo político-económico. Con esto, se impone el símbolo islámico de un imperio, resaltando y recalcando la retórica de la nueva Turquía: islámica, nacionalista e idealista persiguiendo la sombra oportuna de un Imperio Otomano, aún en la memoria de un pueblo que no acababa de encontrar su identidad en el mapa mundial.

El presidente turco Tayyip Erdogan ha jugado con la importancia de la narrativa y el significado de los símbolos para dirigir su política y devolverle el sentido y dirección a un país sujeto a los ritmos de occidente, pero en un contexto de inestabilidad y de alta dependencia internacional. La herencia del secularismo y la modernidad que trajo la República Turca de Ataturk tras la caída del Imperio Otomano y la pérdida de hegemonía tras la Guerra Mundial no había acabado de fraguar en una nación que permanece herida, altamente dependiente y con una identidad arraigada en su herencia islámica, sede de acogida y tránsito de grandes imperios. Santa Sofía vuelve a ser mezquita y su proclamación redirige la narrativa identitaria del país y encumbra el centro del nacimiento de la política de Erdogan (Estambul) como el pilar del resurgir de una nación siguiendo la sombra de un Imperio.

UNA CUESTIÓN NACIONAL Y ESTRATÉGICA

El despertar del sentido de identidad turco y su relación con su historia islámica e imperial obedece a un contexto de hegemonía regional y de replanteamiento de su rol en la política exterior. Con la caída del Imperio Otomano tras la Guerra Mundial, Turquía se sujetó a intereses occidentales de naciones victoriosas y con la visión de oportunidad de un despertar económico y político obedeciendo a las nuevas direcciones internacionales: liberalización del comercio, occidentalización, secularización… Fue una ola de influencia para la modernización de las naciones islámicas[1].

EVOLUCIÓN POLÍTICO-ECONÓMICA DE TURQUÍA

  • 1940-1945, el PIB disminuyó en promedio un 6,3% anual. La falta de bienes y la inflación del 500% también complicó la situación.
  • Años 50, el gobierno tomó medidas para reducir el aislamiento de la economía y liberar el comercio exterior. La primera parte de los años 50 se consideran el período de auge económico y liberalización de la mayoría de las industrias.
  • Años 60, la economía comenzó a desacelerarse significativamente, los rendimientos agrícolas cayeron y el crecimiento del PIB fue solo de aproximadamente 4%. Turquía también se estaba endeudando, porque las exportaciones mostraron una disminución más rápida que las importaciones y el déficit comercial aumentó. Sucedió en 1960 un intento de golpe de estado[2][3].
  • El segundo plan quinquenal (1968 – 1973) priorizó en incentivos de costos y sector privado. El objetivo era alcanzar un crecimiento del PIB del 7% y reducir la dependencia de la economía de la financiación extranjera. La economía turca registró resultados satisfactorios, especialmente en la industrialización. El acuerdo firmado en 1961 con Alemania permitió a miles de turcos trabajar en la industria alemana.
  • Años 70, con el gobierno del partido AKP, la hostilidad política surgió de la creciente desigualdad social entre los sectores agrícola e industrial. La hostilidad política también evitó que el gobierno lidiara con problemas económicos. Durante la primera mitad de los años 70, la tasa de inflación promedio fue de alrededor del 20%, que es cuatro veces más alta que en el período anterior. El declive económico en 1977 causó el aumento de los precios y la inflación se aceleró tanto que en 1980 alcanzó el 100%. A comienzos de los años 70 y 80 hubo una creciente inestabilidad política y económica, que dio lugar al surgimiento de grupos proislámicos.
  • Años 90, con la evolución de la globalización, el incremento de brechas entre países desarrollados y los países en procesos de desarrollo, se la situación en la región, Medio Oriente y el seguimiento de la Guerra del Golfo Pérsico. En diciembre de 1999, el gobierno turco firmó un programa de estabilización de tres años, nuevamente con el apoyo del FMI. Pero en 2001, Turquía había sido golpeada por otra crisis económica.
  • La entrada al poder del partido AKP (liderado actualmente por Erdogan), La dirección de la escena política turca tanto externa como interna estuvo significativamente influenciada por la formación y el surgimiento del Partido Justicia y Desarrollo (AKP). Sus raíces se remontan al partido de honor islamista (FP), que fue prohibido por su comportamiento antisecular por el gobierno en 2001. Uno de los mayores éxitos de Erdogan fue, sin duda, una reducción significativa de la inflación. Disminuyó de aproximadamente 90% en 2002 a 10% en 2004. Sin embargo, la inflación comenzó a aumentar nuevamente en 2008. En 2009, se encontraba en su nivel más bajo desde 1970: 6.25%. En el cambio de milenio, el PIB alcanzó una tasa de crecimiento muy interesante y, excepto en 2001, la tasa del PIB se mantuvo por encima del 5%. En 2004, la economía creció en un 9%, lo que convirtió a Turquía en una de las economías más dinámicas del mundo. La estructura de la economía turca está cambiando gradualmente a favor de la producción industrial y especialmente a favor de los servicios. El déficit se debe en gran medida a las obligaciones de reembolso de intereses extranjeros que representan más del 40% de los gastos del gobierno central.

ERDOGAN, SULTÁN DEL SIGLO XXI

En 1994, siendo alcalde de Estambul, Tayyip Erdogan ya presentó su ideario político diciendo que reestablecería la cara islámica a Estambul y restablecería la condición de mezquita a Santa Sofía. En 1998, Erdogan fue sentenciado y encarcelado por 10 meses por recitar un controvertido poema en el sudeste de Turquía. (Larrabee, 2003). El poema contenía una cita de que todas las mezquitas son nuestros barrios militares, y los minaretes nuestras bayonetas. Las cúpulas son nuestros cascos, los creyentes son nuestros soldados[4]. Erdogan fue acusado de violación de los principios kemalistas del estado y se vio obligado a renunciar a su cargo de alcalde de Estambul. También se le prohibió llevar a cabo las funciones públicas. Sin embargo, el encarcelamiento de Erdogan no fue el final de su carrera política, sino todo lo contrario: fue un nuevo comienzo para él. Su encarcelamiento solo aumentó su popularidad. En 2001, cuando Recep Tayyip Erdogan y Abdullah Gül fundaron el AKP, rechazaron estrictamente el atributo «islamista» y describieron su ideología como una «democracia conservadora». A partir de ese momento, ganó popularidad e influencia en un contexto de inestabilidad regional y recesión económica y en las siguientes elecciones, consiguió el gobierno, del que aún ejerce su liderazgo[5].

Ahora, siendo presidente, ha cumplido su promesa y, además, avanza hacia la recuperación de la imagen imperial y de influencia hegemónica regional turca. En sus años de gobierno, ha intervenido militarmente en las antiguas zonas de influencia otomana: Siria, Israel, Egipto, Libia, Irak y Grecia[6][7][8]. Por otro lado, ha procurado la islamización intrínseca del país, modificando el estatus social y político de Turquía con un mayor cierre a la libertad de expresión y al culto de otras religiones. Ha movilizado su economía para alcanzar, a modo de inversión estratégica de influencia, otros países claves del área africana, asiática y europea, garantizando la expansión de su rol hegemónico. Erdogan está representando para el pueblo turco el despertar del sueño otomano, haciendo de Turquía una nación grande de nuevo[9][10].

Erdogan, soñando con el nuevo Imperio Otomano, entiende que el Imperio depende de la cantidad de población. Erdogan pidió a las mujeres turcas que tengan «al menos cuatro o cinco hijos» debido a «fortalecer» el país y acelerar el crecimiento económico. Turquía tiene actualmente 75 millones de habitantes y el número en 2025 crecerá a 100 millones. El país quiere convertirse en una de las diez potencias económicas mundiales. Actualmente ocupa el puesto 17[11].

ULTRANACIONALISMO Y EUROESCEPTICISMO

El avance de Erdogan de la mano de los Hermanos Musulmanes va en paralelo con el esfuerzo de Turquía de detener la hegemonía regional de Egipto, pero especialmente en el reto de este grupo de instaurar de nuevo la era del gobierno islámico y la protección del nacionalismo islámico. Tras el intento de golpe de estado en el país en julio del 2016[12][13].

Por otro lado, en los años 60, en reacción por la influencia del ideario social e intelectual contra la imposición de la nueva identidad turca con la República, el Kemalismo y la modernización de Ataturk, se impuso una ola de ultranacionalismo en Turquía que sembró violencia y radicalismo en el país. Reforzó un ideario político que se materializó en el partido extremista de HYP (Partido de Movimiento Nacionalista), asociado a los orígenes de la influencia turca en el área centroasiática y a la defensa de la superioridad turca y al engrandecimiento de la nación en sus raíces islámicas, étnicamente única. Este ideario ha resurgido con el gobierno de Erdogan y ha paralizado con ello la cercanía de Turquía con la Unión Europea en su proyecto de adhesión, en una actitud radical y desafiante para paralizar de nuevo el sometimiento de Turquía al ideario occidental.

Se ha demostrado la cercanía ideológica del actual presidente turco, Erdogan, con los Grey Wolves. Tras el intento de golpe de estado en el 2016, ha ido aumentando su influencia política y su representación, incrementando la fuerza del partido gobernante (AK, liderado por Erdogan), que se sustenta fundamentalmente del voto nacionalista[14]. El actual presidente destaca por su campaña política e ideológica priorizando la lucha contra los kurdos, señalándolos como amenaza nacional e internacional terrorista y justificando la persecución de esta etnia presente en la región turca, siria, iraquí e iraní, de la mano con su ideario ultranacionalista y en protección de una nación exclusivamente turca[15]. Por otro lado, se ha producido una ruptura identitaria de los lazos turcos con la Unión Europea, potenciados tras el progreso de la República de Turquía con Ataturk; este proceso de alejamiento de lo occidental ha venido aparejado con una retórica radical y agresiva en defensa de la islamización de Turquía y su independencia hegemónica: “el discurso se ha centrado en cómo Occidente es terrible e intenta derrocarnos; esa ha sido la conversación en torno al AKP durante varios años”, señala Aydogan, investigador del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice en Houston[16].

Este despertar nacionalista viene impulsado por los acontecimientos regionales, con el incremento del reconocimiento y la influencia kurda (cuyas ambiciones independentistas amenazan la integridad nacional de los estados turcos, sirios, iraquíes e iraníes), además de la desestabilización de los países vecinos provocada por el integrismo islámico, el intervencionismo militar de otros países e influencias extranjeras y la desestabilización económica y social que esto ha provocado (devaluación de la moneda, refugiados, cambios de régimen político, aumento de la inflación, el paro juvenil…). El nuevo gobierno no vio a Occidente como la única prioridad de la diplomacia. Turquía dio vuelta y comenzó a hacer un nuevo concepto de política exterior turca, de vuelta a Oriente e inversión regional.

UNA CUESTIÓN DE NARRATIVA E IDENTIDAD, EL SÍMBOLO Y SIGNIFICADO DE SANTA SOFÍA

  1. NARRATIVA (CONTEXTOS HISTÓRICOS – IDENTIDAD – SIGNIFICADO)
    1. SIGLO IV, SANTA SOFÍA, IGLESIA DE ORIENTE. Con el gobierno de Constantino (primer soberano del Imperio Bizantino), se irguió este impresionante monumento por encargo del emperador hacia el año 360 (siglo IV).  Debido a que la primera construcción era con techado de madera, sufrió un incendio en el siglo V que obligó a reconstruirla años más tarde (415, bajo el gobierno de Teodosio II). Las revueltas contra Justiniano I la hicieron arder de nuevo hacia el siglo VI, que obligó al emperador a demolerla por completo para reedificarla desde la base en el año 537. La primera celebración ortodoxa tuvo lugar el 27 de diciembre del 537, donde se resaltó la estructura basilical de sus inicios con los añadidos de las cúpulas que a día de hoy todavía conocemos. Para su construcción, se sirvieron de materiales de todos los lugares que, para aquel entonces, formaban parte del imperio (Norte de África, Siria, Anatolia y Grecia).
      1. IDENTIDAD DE LA FE ORTODOXA: Con el Imperio Bizantino y su primer emperador, Constantino, se edificó lo que sería el símbolo de la fe ortodoxa, erguida como representación magnánima en la misma capital del Imperio, donde los emperadores eran coronados (bajo la bendición y acogida de Dios).
      1. SEDE IMPERIAL: Con acogida de los principales eventos políticos del Imperio Bizantino durante unos 900 años.
    1. SIGLO XIII, PROTECCIÓN CRUZADA
    1. SIGLO XV, MEZQUITA DEL IMPERIO OTOMANO. Con la expansión del Imperio Otomano, liderado por el Sultán Fatih Sultan Mehmed, Constantinopla cayó en manos islámicas y la iglesia fue convertida en mezquita, en la sede de Istambul del nuevo Imperio islámico en 1453.
      1. NARRATIVA ISLÁMICA: La simbología cristiana expuesta en mosaicos, fue cubierta por mosaicos de caligrafía islámica y añadidas las identidades de la nueva fe (como los enormes medallones con el nombre de Allah, el Profeta y los cuatro califas con los nombres de los nietos de Mahoma). Se añadieron los minaretes, el minbar y el mihrab orientado hacia la Meca, para darle nueva dirección y significado a las celebraciones que acogerían el templo; además, incorporaron el espacio de oración del muezzin y del sultán. En el siglo XVIII se incorporó una librería.
    1. SIGLO XX, RENACER IDENTITARIO TURCO. Con la proclamación de la República turca en 1926 por Kemal Ataturk (cinco siglos de símbolo islámico e imperial), el edificio religioso perdió su sacralidad y se convirtió en museo para ayudar en el renacimiento económico y político del país en auge con su inmersión internacional y acercamiento occidental.
    1. SIGLO XXI, EL DESPERTAR ISLÁMICO.
      1. IMPOSICIÓN DEL ISLAM y NACIONALISMO TURCO- A partir del año 2013, resurgieron y cobraron mayor fuerza las voces que lamentaban la pérdida de influencia turca, de pureza religiosa, de liderazgo territorial. Sucedieron numerosos movimientos que lograron la reconversión de edificios históricos en mezquitas[1] bajo el gobierno político de aquellos que, representantes principales políticos por aquel entonces, ahora asesoran y forman parte del actual partido del presidente Erdogan (AK Parti); líderes religiosos empezaban a dirigir el sermón hacia la necesidad de reconversión de aquellos lugares (apoyados por partidos políticos nacionalistas: Partido de Justicia y Desarrollo (AK), la Asociación Estudiantil Nacional Turca…)[2][3]. Esto ya se advirtió como peligroso para los grupos religiosos minoritarios en el país y dentro del contexto de adhesión a la Unión Europea. Estas nuevas voces y la sucesión de reconversiones de edificios religiosos al Islam levantó de nuevo el debate de la identidad de los centros de oración en relación a su original construcción hasta que en el 2015, por primera vez en 85 años, un clérigo recitó el Corán en el edificio histórico presenciado por personalidades fundamentales y líderes religiosos[4].
      1. SUJETO A UNA CUESTIÓN NACIONAL – La complejidad de la situación es que la eliminación del sentido islámico de estos edificios conquistados bajo el Imperio Otomano fue impuesta durante el periodo republicano de Turquía, por lo que se advierte que la decisión quedó relegada a una cuestión nacional de un contexto particular de un gobierno secular. La conversión y reedificación de Santa Sofía en mezquita cayó el edificio bajo la propiedad del Sultán Mehmet II comprada a las autoridades cristianas, para lo que prohibió cualquier cambio de estatus del templo; por ello y por el símbolo que representa para la religión islámica y el nacionalismo turco, su permanencia como museo es ilegal y obedece a intereses[5]. La pérdida de hegemonía del Imperio Otomano tras la Guerra Mundial, Hagia Sofía perdió su estatus de templo y la nación, su influencia islámica. Con la reislamización del país, dirigida por una clase política más nacionalista, la cuestión de identidad queda de nuevo replanteada y por lo tanto, los objetivos principales para el proceso de cambio identitario son los símbolos que lo representan.
      1. UNA MEMORIA HISTÓRICA – La problemática ha resurgido igualmente, no solo en el terreno religioso, sino meramente histórico-arqueológico, ya que se advierte que la reconversión de los lugares al islam va a provocar la desaparición de numerosa herencia bizantina y la pérdida de valor de restos culturales e históricos que han representado la historia de la región mucho antes del dominio otomano.

MARTA GARCÍA OUTÓN



[1] La afiliación turca con Occidente fue confirmada por el acuerdo turco-estadounidense sobre ayuda militar y cooperación firmado en 1947. En el mismo año, Turquía también se unió al Plan Marshall. En 1948 se unió a la OCDE y en 1949 al Consejo de Europa. Turquía no quería caer dentro de la esfera de interés soviética después de todos los esfuerzos que hizo para convertirse en una parte legítima de Europa. Después de la presión de Moscú, Turquía cambió su orientación hacia Estados Unidos y en 1952 se convirtió en estado miembro de la OTAN.

[2] Liderado por el fundador de los Grey Wolves, grupo ultranacionalista turco, frente a la victoria del partido democrático turco.

[3] https://www.dailysabah.com/turkey/2014/05/28/turkey-marks-1960-military-coup-detat

[4] Desarrollo de la República de Turquía desde el estatismo de Ataturk hasta el actual gobierno de Erdogan, TOMAS TÛREK, Universidad de Olomouk, 2016.

[5] El AKP enfatiza el papel de la historia otomana y del Islam en su programa electoral. El AKP busca la redefinición de una buena sociedad basada en la fe y la unanimidad histórica. El principal principio ideológico del partido es el pragmatismo. El AKP es un partido orientado (no solo por razones ideológicas) a la prestación de servicios.

[6] https://intelgiasp.com/2020/03/05/yacimientos-de-gas-en-el-conflicto-de-chipre-ii-gas-fields-in-the-cyprus-conflict-ii/

[7] https://intelgiasp.com/2020/01/28/turquia-en-el-escenario-libio-y-principales-desafios-del-conflicto-turkey-in-the-libyan-scenario-main-challenges-of-the-conflict/

[8] https://intelgiasp.com/2019/10/11/operacion-turca-paz-de-primavera-contra-los-kurdos-e-implicaciones-estrategicas-turkish-peace-spring-operation-against-the-kurds-its-strategic-implications/

[9] https://intelgiasp.com/2016/09/13/un-estado-turco-a-la-medida-de-erdogan-a-turkish-tailored-state-of-erdogan/

[10] https://intelgiasp.com/2017/03/24/la-retorica-turca-en-la-ruptura-con-europa-the-turkish-rethoric-in-the-rupture-with-europe/

[11] Desarrollo de la República de Turquía desde el estatismo de Ataturk hasta el actual gobierno de Erdogan, TOMAS TÛREK, Universidad de Olomouk, 2016.

[12] https://intelgiasp.com/2016/07/18/15-de-julio-por-dios-y-por-la-patria-15-of-july-for-god-and-country/

[13] https://english.alarabiya.net/en/features/2013/10/14/Turkey-s-relationship-with-the-Muslim-Brotherhood

[14] https://www.economist.com/europe/2018/07/19/president-erdogans-alliance-with-the-far-right-pays-off

[15] https://www.middleeasteye.net/news/our-bodies-are-turkish-our-souls-islamic-rise-turkeys-ultra-nationalists

[16] https://www.middleeasteye.net/news/our-bodies-are-turkish-our-souls-islamic-rise-turkeys-ultra-nationalists

[1] https://www.washingtonpost.com/national/on-faith/turkish-leaders-want-to-convert-the-hagia-sophia-back-into-a-mosque/2013/12/04/0d84411e-5d27-11e3-8d24-31c016b976b2_story.html

[2] https://www.ft.com/content/0794494a-4e1b-11e3-8fa5-00144feabdc0

[3] http://www.asianews.it/news-en/Erdogan’s-mad-idea-for-president:-turning-Hagia-Sophia-into-a-mosque-30422.html

[4] https://www.middleeasteye.net/news/istanbuls-hagia-sophia-sees-first-koran-reading-85-years

[5] https://www.middleeastmonitor.com/20200713-hagia-sophia-reconnects-modern-turkey-with-the-legacy-of-the-ottomans/

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