Entre el 2012 y el 2014, se han calculado un total de 9.052 desplazamientos forzosos y hay unas 332.149 víctimas registradas debido a la violencia ejercida por las bandas criminales y su lucha por el control del narcotráfico en Colombia. En el país, las bandas criminales chocan especialmente en la localidad de Buenaventura y en las provincias de Antioquía, Valle del Cauca, Córdoba, Nariño y Choco –antiguas zonas bajo posesión de paramilitares y de la guerrilla durante la guerra-. Para la Defensoría, las bandas criminales, o grupos armados creados después de la desmovilización de las autodefensas, se constituyen en la principal amenaza de vulneración a los derechos humanos en el país.
Debido a la política de lucha contra el crimen organizado y la siembra de coca llevada por el presidente Juan Manuel Santos, se han neutralizado en lo que va de año unos 992 integrantes de bandas criminales entre los que destacan dos importantes cabecillas: Edgar Gutiérrez Arenas –“Tomás”- y Fernely Guevara Pérez –“Manuel” o “Grillo”-. No obstante, el presidente sigue avanzando en sus medidas y esta última semana ha aprobado la posibilidad de bombardear desde el aire las posiciones de las bandas criminales –que presenten posesión de armas largas y uniformes, con presencia en el territorio y campamentos- y el “uso de toda la fuerza del Estado”.
Esta nueva estrategia se ha puesto en marcha desde el día el día 5 de mayo contra las principales bandas criminales del país: el clan Úsuga, Los Pelusos y Los Puntilleros, protagonistas de la movilización de enormes cantidades de narcóticos hacia Estados Unidos, Centroamérica y Europa.
El narcotráfico alimenta los conflictos internos y el terrorismo y expande la inestabilidad a los países colindantes hasta contaminar incluso regiones más lejanas; es fundamental encontrar los flujos financieros de dicho entramado criminal, cortarlos y neutralizar a las cabezas pensantes; en Colombia destaca Dairo Antonio Úsuga David, por quien Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta 5 millones de dólares.
El presidente colombiano, Manuel Santos, está llevando a cabo una política muy dura contra el crimen organizado del país que se ha puesto en duda su legalidad, pero que está implicando a otros países como Ecuador y Estados Unidos –la ayuda de este último ha supuesto un verdadero avance en la lucha contra las FARC, con las que se ha llegado a establecer un acuerdo de paz-; para el presidente Manuel Santos, acabar con el narcotráfico y las bandas criminales es fundamental para recuperar de nuevo la estabilidad del país.
Between 2012 and 2014, it has been calculated a total of 9,052 forced displacement of civils in Colombia and there are 332,149 registered victims due to violence provoked by the criminal gangs and their struggle for control of drug trafficking in the country. The criminal gangs clash especially in the town of Buenaventura and in the provinces of Antioquia, Valle del Cauca, Córdoba, Nariño and Choco -ancient areas which were under possession of paramilitaries and the guerrilla during the war-. For the Ombudsman, the criminal gangs or the armed groups created after the demobilization of the self-defenses, constitute the main threat to the human rights in the country.
Due to the policy of combating organized crime and the coca planting led by the President Juan Manuel Santos, it has been neutralized so far this year 992 members of the criminal gangs among which are two important ringleaders: Edgar Gutierrez Arenas – «Thomas» – and Fernely Guevara Perez – «Manuel» or «Cricket» -. However, the president continues to make progress in his actions and the last week approved the possibility of bomb from the air the positions of the criminal gangs which show possession of guns and uniforms, military camps and territorial presence with the «use of the full force of the state».
This new strategy has been launched since May 5 against the major criminal gangs in the country: Úsuga, Los Pelusos and Los Puntilleros, players in the mobilization of huge quantities of narcotics into the United States, Central America and Europe.
Drug trafficking fuels internal conflicts and terrorism and spreads instability to neighboring countries; It is essential to find the financial flows of the criminal network, to cut them and to neutralize their leaders; in Colombia stands out Dairo Antonio Úsuga David, for whom the United States is offering a reward of up to $ 5 million.
The Colombian president Manuel Santos is conducting a tough policy against the organized crime in the country that sometimes its legality has been questioned, but that is involving other countries such as Ecuador and the United States –which assistance has meant a real breakthrough in the fight against the FARC, with whom the Government has established a peace-agreement. For the president Manuel Santos, the elimination of the drug trafficking and the criminal gangs is essential to recover back the country’s stability. His political decisions are looking for achieve a radical short-term change in Colombia after being locked down for years under the internal conflicts.
MARTA GARCÍA OUTÓN
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