El pasado 12 de mayo se votó en una sesión histórica del Senado brasileño abrir el proceso de impeachment contra la mandataria del país, y por 55 votos frente a 22 éste fue aprobado. Ello implica que la presidenta ha sido apartada del poder durante los próximos 180 días en los que se investigara más a fondo si este proceso se efectúa hasta las consecuencias finales, que serían apartarla definitivamente del poder.
Este proceso se inició debido a las acusaciones que se vertieron contra la presidenta en relación a los presupuestos generales del estado. Lo que se estaba haciendo hasta la fecha era pedir dinero pesado a los bancos para así poder equilibrar unos presupuestos deficitarios. Sin embargo, lo que la presidenta y muchos de sus partidarios ha argumentado es que esto lleva haciéndose desde hace un tiempo y que no estaba mal visto, y el único motivo por el cual se está siguiendo el proceso actual es para poder dar un golpe de estado encubierto.
La presidenta Rousseff ha sido sustituida de forma interina por su vicepresidente Michel Temer, que hasta hace un mes era el máximo defensor de la jefa de estado. Sin embargo, más tarde cambiaría su discurso en favor de procesarla por impeachment, motivo por el cual le acusan de cometer el presunto golpe de estado. Este además no pertenece al Partido de los Trabajadores (PT), el cual ha estado gobernando durante 13 años el país bajo los mandatos de Lula y Rousseff, sino que es el líder del Partido Democrático del Movimiento Brasileiro (PMDB), lo cual no hace más que aumentar sus sospechas.
Durante todo este proceso y tras conocerse la luz verde al impeachment, el pueblo brasileño se ha echado a las calles a favor y en contra de la presidenta, generando grandes tumultos de inestabilidad en las principales ciudades del país, especialmente en la capital Brasilia.
Esta situación de inestabilidad e incertidumbre se da en un momento crítico para el país, pues la economía brasileña ha sufrido varios reveses desde que se destapo hace un tiempo el caso Petrobras, donde no solo la mayor empresa estatal latinoamericana se vio envuelta, sino que afecto a muchas otras empresas del país y mino su credibilidad internacional. Además se acerca la celebración del mundial de fútbol y de los juegos olímpicos, que podrían revitalizar el país económicamente, pero para ello hace falta una estabilidad política que no parece cercana y que pone en riesgo a uno de los países que más crecía hasta la fecha. Si la situación no revierte, Brasil podría retroceder todo lo que ha avanzado en los últimos 10 años, donde se ha convertido en una de las economías que más crecían del mundo.
The 12 of May, in a historic session of the Brazilian Senate, it was opened the process of impeachment against the President Rousseff and it was approved by 55 votes against 22. This implies that the President will be away from the power during the next 180 days, when the investigation will be carried out more deeply and they will decide if this process is done until the final consequences, which would definitely remove her from the power.
This process was initiated due to accusations that were poured against the President in relation to the general budget of the State -she has been asking for money to the banks to be able to balance the deficit budgets-. However, what the President and many of her supporters have argued is that this has been done for some time and the only reason why it is following the current process is to provide a covert coup.
President Rousseff has been replaced in favour of its Vice President, Michel Temer, who until a month ago was the maximum defender of the head of State. However, he will change his speech in favour of processing her by impeachment, another reason why he is accused of committing the alleged coup. In addition, he is not closed to the Workers Party (PT), which has been governing the country under the mandates of Lula and Rousseff for 13 years, but he is the leader of the Democratic Party of the Brazilian Movement (PMDB), which increase the suspicions.
Throughout this process and after the green light to the impeachment, the Brazilian people has taken the blocks for and against the President, generating great tumults of instability in the main cities of the country, especially in the capital Brasilia.
This situation of uncertainty and instability occurs in a critical time for the country, because Brazil’s economy has suffered several setbacks since the case Petrobras, where not only the largest Latin American State company was involved, but that affected to many other companies in the country and undermined its international credibility. It is also approaching the celebration of the World Cup of Soccer and the Olympic Games, which could revitalize the country economically, but it requires a political stability that does not seem to come. If the situation is not reversed, Brazil could brake all the progress that it has been made in the last 10 years, where it has become one of the economies that grew most in the world.
Jorge García Alonso de Celada
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