Hace semanas tratábamos de explicar en este mismo espacio la nueva estrategia de Marruecos con respecto al Sáhara, una estrategia que pasaba por retomar una presión activa sobre la comunidad internacional y sobre el propio territorio en disputa.
Los problemas internos de Argelia, la crisis de la UE, la volatilidad de EEUU y la debilidad de la ONU para imponerse al impulso marroquí, propician un cambio de escenario en la región. Tras años de “colonización” e influencia pasiva, Marruecos podría estar allanando el terreno para resucitar el conflicto y tomar el control definitivo del Sáhara.
El momento clave de esta toma de distancia con respecto a Occidente se sitúa en la resolución de EEUU con respecto a la MINURSO tras expulsar Marruecos a la mayoría de sus integrantes; la resolución fue especialmente dura y se interpretó desde Marruecos como una “puñalada por la espalda”; a todo ello hay que sumarles las críticas norteamericanas con respecto a los derechos humanos en su último informe de abril.
Los desplantes y quejas ante las visitas a Tinduf del secretario general de la ONU en febrero, además del cese de los contactos diplomáticos con Europa, pueden ser las primeras acciones de un cambio global de estrategia geopolítica que termine por acercar a Marruecos a la órbita de China.
China mientras tanto, continúa con su política de “todos ganan” en África, estableciéndose como socio preferente de un gran número de países a los que ofrece desde infraestructuras y planes de crédito blandos hasta armamento; y todo a cambio de acuerdos de exclusividad y/o preferencia en la extracción y/o compra de materias primas, que además suelen ser bastante más lucrativos para ambas partes que los acuerdos preexistentes con Occidente.
La indignación marroquí, basada en la consideración de Occidente como un socio poco fiable, interesado y poco provechoso, terminará por acercar al reino alauí a los intereses chinos. La influencia china crece imparable en África, y la mayor independencia resultante de diversificar sus alianzas puede conducir a una reactivación del conflicto en el Sáhara Occidental.
Marruecos es un aliado vital para España; la seguridad y la coherencia de Marruecos con las políticas europeas son cruciales para la supervivencia del modelo de convivencia en el sur de Europa y las injerencias chinas pueden cambiar el peso relativo de la UE y fortalecer la posición negociadora de Marruecos tanto en el asunto saharaui como con respecto a los actuales acuerdos comerciales.
A few weeks ago, we tried to explain the new Moroccan strategy about Western Sahara, a strategy which starts by resuming an active pressure over the international community and over the contended territory.
Internal problems of Algeria, EU crisis, United States volatility and United Nations weakness to impose over the Moroccan impulse, prepare an international scene change. After years of passive colonization, Morocco could be preparing the ground to restart the conflict and finally take control over Western Sahara.
The key moment of this situation was the American resolution about the MINURSO; that resolution was especially hard and was interpreted as a betrayal by Morocco, in addition, the critical position of the United States about the human rights respect in Morocco (in their last review, on April) is seen as a very anti-Moroccan position.
The diplomatic insults and complains after Ban Ki Moon visit to Tindouf in February and the EU-Morocco diplomatic relations stop could be the first actions of a new geopolitical strategy which ends approaching them to China.
Meanwhile China continues its “win-win” policy in Africa, becoming the main commercial partner of a lot of countries, giving them from infrastructures and soft-credit plans to armament; and all in return for exclusivity/preference extraction and commerce agreements, which are much more lucrative for both sides than the pre-existent agreements with Western.
Morocco consider that Western isn’t a reliable partner, interested and not advantageous, and this will end with Morocco under the Chinese interest. Chinese influence is growing up in Africa, and the more independence resulting of this alliance diversification could mean a re-activation of Western Sahara’s conflict.
Morocco is a crucial ally to Spain; Their security and the consistence of their policies with European policies are vital for the survival of the coexistence in southern border of Europe, and the intrusion of China could change the relative weight of EU in the region and reinforce the negotiation position of Morocco in the Sahraouian issue and in the current commercial agreements.
FERNANDO LAMAS MORENO
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