El avance de Boko Haram ha involucrado a varios países en un conflicto que comenzó siendo local. En efecto, el grupo terrorista Boko Haram y su guerra asimétrica contra el gobierno de Nigeria han sido durante los últimos meses una cuestión clave en el desarrollo de las “hojas de ruta” de los países de la zona. Sin embargo, es en estos últimos meses cuando las fronteras de otros países están siendo perpetradas por este grupo que, además, ha reiterado su lealtad al Estado Islámico.
La última semana, Boko Haram se ha hecho con la ciudad de Bosso, una ciudad de Níger, cercana a la frontera con Nigeria. Este avance ha acabado con la vida de una treintena de personas, y ha demostrado la capacidad del grupo terrorista frente a las fuerzas de seguridad de un estado que, pese a su refuerzo en las medidas de seguridad, sufre ataques por el norte, fruto de las tensiones del vecino Malí, y del sur, tal y como evidencian las presiones de Boko Haram.
Ante esto, el presidente de Níger, Mahamadou Issoufou, ha visitado a su homólogo chadiano. Cabe recordar que Chad posee uno de los ejércitos mejor formados de África, y que, además, los ataques de Boko Haram se han convertido en el epicentro de las estrategias de seguridad de la región.
El Lago de Chad, región compartida por Nigeria, Níger, Chad y Camerún, ha servido de refugio a los integrantes de este grupo terrorista. Las fronteras en la zona del Sahel están descontroladas. La mayor parte de los estados se consideran fallidos por haber perdido el control sobre los mismos en favor de grupos insurgentes que, para reforzarse, rinden pleitesía a grandes organizaciones que avalan al yihadismo global, como Al Qaeda o Estado Islámico. En este contexto, el Lago de Chad dificulta la protección fronteriza, al ser un espacio natural, difícilmente controlable, y cuya soberanía está compartida por diversos estados que presentan distintas medidas de seguridad. Pero, ¿qué otras consecuencias puede traer consigo el avance de Boko Haram?
Los territorios adquiridos por Boko Haram suponen una conquista territorial para el Estado Islámico, enfrentado a Al Qaeda por la hegemonía yihadista mundial. Tradicionalmente, esta zona africana ha sido territorio de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). Cabe hablar, por tanto, de una más que posible confrontación entre los dos principales grupos de la zona. El Lago de Chad podría convertirse en el escenario de un conflicto entre Al Qaeda y Estado Islámico, protagonizado por sus dos principales filiales, y respaldado por los grupos insurgentes que aparecen en estos territorios. Por todo esto, se hace necesaria la cooperación intra-saheliana.
Boko Haram has been made with the city of Bosso, a city of Niger, near the border with Nigeria. This has killed more than thirty people, and this has demonstrated the ability of the terrorist group against the security forces of a state which, despite its reinforcement in security measures, suffers attacks from the north as a result of tensions from the neighbouring Mali; and south, by the pressures of Boko Haram.
Upon this, the President of Niger, Mahamadou Issoufou, has visited his Chadian counterpart. May be recalled that Chad has one of the best trained armies in Africa and also Boko Haram attacks have become the epicentre of security strategies in the region.
Lake Chad is a region shared by Nigeria, Niger, Chad and Cameroon. It has served as a refuge for members of this terrorist group. The borders in the Sahel are uncontrolled. Most of the states are considered unsuccessful because they are losing control over them in favour of insurgent groups. It kowtows to the biggest organizations that support global jihadism, as Al Qaeda or Islamic State. In this context, Lake Chad border are hindering the protection, because it is a natural space whose sovereignty is shared by several states that have different security measures. But, what other consequences bring the progress of Boko Haram?
The territories acquired by Boko Haram pose a territorial conquest for the Islamic State which are faced against al Qaeda for the global jihadist hegemony. Traditionally, this African area has been territory under Al Qaeda in the Islamic Maghreb (AQIM)’s control. Therefore, it could be a possible confrontation between the two main groups in the area. Lake Chad could become the scene of a conflict between Al Qaeda and Islamic State. It will be featured by its two main subsidiaries, and it would backed by insurgent groups that appear in these territories. For all this, a intra- sahelian cooperation is necessary.
PATRICIA JURADO DE LA SANTA
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