El pasado Lunes día 6, casi al comienzo del Ramadán, cinco miembros de la inteligencia jordana fueron asesinados en el campo de refugiados de Baqa´a, situado en el norte del país, muy cerca de su capital, Amán. Durante la madrugada, un hombre armado abrió fuego contra ellos en una oficina de seguridad contigua al campo. Si bien los cinco pertenecían al Directorio General de Inteligencia (دائرة المخابرات العامة), solo tres eran agentes, siendo los otros dos colaboradores. Baqa´a, que es el campo de refugiados palestinos más grande de Jordania, es solamente uno de los diez campos en los que los aproximadamente 3 millones de refugiados palestinos en Jordania están repartidos.
Parece claro que detrás del ataque se encuentra un joven de 22 años llamado Mahmoud Masharfeh, que fue encontrado posteriormente en una mezquita, tratando de esconderse de la policia y en posesión de un arma de fuego para protegerse. Tras su detención, la prensa dio a conocer la que hasta el momento había sido su vida, habiéndose unido a un grupo islamista con el que fue a Gaza a hacer la jihad contra Hamas. En 2014, tras cumplir dos años de condena por ello, intentó unirse al Estado Islámico, no siendo claro si realmente lo consiguió o no. Es por ello que no puede afirmarse si el ataque fue perpetrado como un “lobo solitario” o como un acto de terror a manos del Daesh.
Aunque como país Jordania siempre ha apoyado la lucha contra los grupos islámicos radicales, (debemos recordar que Jordania es uno de los aliados de Estados Unidos y su coalición de mayor importancia), y aunque sus ciudadanos no parecen a favor de apoyar a dichos grupos, existe una falta de seguridad en lo relativo a la juventud, convirtiéndose en un agujero por el que el terrorismo podría ganar poder en Jordania. Así, ataques como el sucedido en Baqa´a han mostrado que Jordania carece de un sistema apropiado para mantener a su juventud tan lejos del radicalismo como se debiera. Hasta ahora, la marginalización, los focos de radicalismo y la ausencia de mensajes en contra del terrorismo islámico en ciertos colegios son la principal fuente de problemas.
Los “combatientes extranjeros” constituyen el segundo de los problemas en Jordania relacionados con el terrorismo. Hace varios años, en 2014, había alrededor de 2.200 combatientes de otros países, con lo que Jordania llegó a ser el tercer país que más combatientes ha aportado al Daesh. Durante éste tiempo, muchos combatientes han muerto o han sido arrestados. Otros, sin embargo, han conseguido volver a Jordania. Ante ésta situación, el Gobierno Jordano decidió cambiar la ley, con el objetivo de poder encarcelar a los combatientes que vuelvan. Sin embargo, la radicalización en las carceles ha aumentado y se ha convertido en un problema. Así, el uso de la fuerza no tiene ningún poder en lo que es una guerra ideológica que ha de ser ganada al interno de cada país.
El ataque al campo de refugiados de Baqa´a es el primer ataque en Jordania durante el Ramadán, un mes en el que los musulmanes hacen un esfuerzo por acercarse más a Dios. Sin embargo, de acuerdo con interpretaciones más extremas, supone el aumento de lucha contra el enemigo. Por ello, no es descabellado pensar que éste es un tiempo de mayor amenaza, no solo en Jordania, sino en el mundo entero.
On Monday of the last week, almost at the beginning of Ramadan, five members of the Jordan Intelligence were killed at Baqa´a refugee camp, located on the north of the country, close to the country´s capital Amman. Early in the morning a man carrying a weapon started to shoot in a security office close to the camp. All five were part of Jordan intelligence agency, the General Intelligence Directorate (دائرة المخابرات العامة), being three of them proper agents and two collaborators. Baqa´a, which is the largest palestinian refugee camp in Jordan, is conformed by 100.000 people and is just one of the ten refugee camps where three millions of palestinians are spread across Jordan.
It seems clear that a young boy called Mahmoud Masharfeh is behind Baqa´a attack. This 22 years old boy was found in a mosque afterwards attack, trying to hide from police and carrying a gun to protect himself. After he was arrested, the media has revealed that he is related to terrorism as he joined an islamist group in order to join “Jihad” against Hamas in Gaza. After being two years jailed, in 2014 he tried to join Islamic State. Because of that, no one may ensure Baqa´a attack was a “lone wolf” or an act of terror carried out by IS properly.
Jordan has always supported the fight against radical islamic groups, (we should remember Jordan is one of the most important allies US and its coalition has all across Middle East), and its citizens does not seem in favor of supporting radical islamist groups. There is a lack of security when referring to youth, becoming it a hole where terrorism could gain power in Jordan. Thus, events like the one occurred in Baqa´a have highlighted that Jordan does not have an appropriate system to keep youth away from radicalism. Up to now, marginalization, hot-spot places full of radical messages and the absence of a counter-narrative against islamic terrorism amongst some schools are the main problems.
Foreign fighters are the second problem. Some years ago, in 2014, there was around 2.200 Jordan people fighting alongside radical islamic groups in Syria. Thus, Jordan became the third country where foreign fighters joined radicalism. During this time so far, some foreign fighters have been killed or arrested, being around 750, and some have returned. To stop them, Government changed the law to jail the extremists. However, jails have turned into a place that helps radicalization. Using force will not have any power in what is an ideological war that has to be win inside the country helping people like Mahmoud to avoid the terror.
Attack on Baqa´a refugee camp has supposed the first attack on Jordan during Ramadan, a month when muslims make an effort to approach God. According to an extremist interpretation, the fasting month is a moment when Muslims search for increase the fight against its enemies as an effort to be closer to God. Because of it, the menace of an attack is stronger now, not just in Jordan but worldwide.
JOAN CABRERA ROBLES
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