Este pasado 28 de Julio, el grupo terrorista sirio Frente Al – Nusra anunció que, a partir de ahora, sus vínculos con Al Qaeda habían llegado a su fin. Esta medida conlleva un cambio muy fuerte en la estrategia de un grupo que, prácticamente desde el inicio de sus tiempos (2012 y ya con la guerra de Siria comenzada) se alió con la organización internacional Al Qaeda, lo que le valió de respaldo en el sentido de logística, entrenamiento y fama internacional. Sin embargo, pertenecer a Al Qaeda también tenía sus contras para lograr un mayor reconocimiento social y conseguir sus objetivos; estos obstáculos han motivado al grupo a cambiar de su nombre «manchado» por el de Frente de Liberación de Siria. (Jabhat Fatah al Shams).
Pese a que el propio grupo, calificado como terrorista por EEUU, Irán, Rusia y Naciones Unidas, ha afirmado que el motivo de la separación es evitar los ataques de la coalición internacional contra ellos y los demás musulmanes (hace poco EEUU y Rusia acordaron atacar conjuntamente también a Al Nusra además de al Daesh). Lo cierto es que Al Nusra trata de diluirse entre las demás milicias que operan en Siria, conseguir un mayor apoyo y reconocimiento social y alcanzar un status en el proceso político. Al convertirse en “una más”, podría tener la aceptación de las otras bandas que, pese a ser radicales y hacer uso de la violencia, no desean relacionarse con el terrorismo internacional, sea por escrúpulos o sea por la mala fama entre los sirios. Más claramente, la clave de dicha estrategia es llegar a dominar o influir a las otras milicias como Ahrar Al Sham, ahora que la solución del conflicto está más cerca que nunca. Ello implicaría también la aceptación de un credo más moderado en contra de una dura aplicación de la Sharia; no obstante, de acuerdo con las declaraciones del líder de Al Qaeda, Aymán Al zawahiri, la ideología que les une no ha cambiado.
En lo referente a la separación con Al Qaeda, es necesario remarcar que si bien es una separación formal, la práctica no va a conllevar la desaparición de contactos, así como la influencia que Al Qaeda ejerce sobre el frente. Por tanto, no se puede hablar de una estrategia de Al – Nusra, sino de una estrategia conjunta, de común acuerdo, y en la que los dos grupos salen ganando: el acceso a un rol más influyente en la región de Siria y la conducción del país hacia un islamismo más riguroso.
Pero, los demás países, ¿qué papel juegan en esto? Se ha hablado de la financiación que la cadena qatarí Al Jazeera podría haber estado dando a alguno de los grupos, entre ellos Al Nusra. Estados Unidos ha llevado contenedores de armas hasta el puerto jordano de Aqaba y muchas de éstas han acabado en manos de Al Nusra y otras milicias; otros países como Qatar, Turquía o Arabia Saudí también son fundamentales en el entrenamiento y financiación de las diferentes facciones en la lucha siria. En este sentido y continuando con la lógica de intereses externos en el conflicto sirio, la separación de Al Qaeda proclamada por el Frente Al Nusra influirá en que los países que lo apoyaban podrán refugiarse de las críticas bajo el amparo de que su ayuda coopera con una milicia más que opera contra el Daesh.
Although the group itself, branded as terrorist by the US, Iran, Russia and the United Nations, said that the reason for the separation is to prevent attacks by the international coalition against them and other Muslims (recently the US and Russia agreed to attack jointly Al Nusra in addition to Daesh). The truth is that Al Nusra is diluted among other militias operating in Syria, to secure greater support and social recognition and achieve a status in the political process. By becoming «more» you could have the acceptance of the other bands that, despite being radical and use violence, do not want to be related to the international terrorism. More clearly, the key of this strategy is to dominate or influence other militias as Ahrar Al Sham, now that the conflict settlement is closer than ever. This would also imply the acceptance of a more moderate creed against a hard application of the Sharia; however, according to the statements of the leader of Al Qaeda, Ayman al-Zawahiri, the ideology that unites both groups has not changed.
With regard to the separation with Al Qaeda, it is necessary to note that although it is a formal separation, the practice will not lead to the disappearance of contacts and the influence that Al Qaeda has on the Front Al Nusra. Therefore, you can not talk about a strategy of Al – Nusra, but a joint strategy, stablished by mutual agreement, and in which the two groups stand to gain: access to a more influential role in the region of Syria in order to drive the country towards a more rigorous Islam.
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