El norte de Malí continúa siendo una de las zonas más convulsas del planeta. Sin embargo, los conflictos que en él se desarrollan a veces son silenciados por los sucesos que acontecen en los países colindantes. No obstante, el Al- Azawad es noticia al menos una vez al mes, por los cruentos enfrentamientos que tienen lugar entre grupos étnicos que han hecho del terrorismo su manera de actuar y, en muchos casos, se consideran abanderados del yihad.
Las últimas semanas, en efecto, han sido testigo de las revueltas en Kidal. Ansar Dine, el Movimiento Nacional por la Liberación del Al-Azawad (MNLA) y otros grupos que forman parte de la Coordinación de Movimientos del Al- Azawad se han movilizado contra quienes apoyan al gobierno de Bamako.
Cabe recordar que Kidal es una zona que siempre ha estado controlada por los tuareg y ha sufrido el abandono de los líderes malienses, provocando un subdesarrollo considerable de la zona, así como enfrentamientos que han saldado muchas vidas desde la independencia del país.
Es esta pérdida de control del gobierno con respecto a la región del norte lo que ha provocado que numerosos países cuenten con presencia militar en la zona. Aunque la más sonada es la presencia francesa, desarrollando hasta dos operaciones para salvaguardar el control de Bamako sobre el resto del país y contrarrestar los tráficos de terroristas por las permeables fronteras, cabe destacar también la presencia europea- EUTM- Malí- cuya presidencia ha estado en manos españoles hasta hace poco tiempo.
Níger, uno de los estados más afectados por la condición de Estado fallido de Malí, ha propiciado el desarrollo de un alto al fuego, que comenzó el pasado domingo y que pretende contribuir al desarrollo de las conversaciones de paz retomándolas en la capital argelina.
Sin embargo, y a tenor de los comunicados que la CMA publica en las plataformas de los distintos grupos que la conforman, estas negociaciones se hacen cada vez más complicadas. Pero, ¿por qué la zona norte se hace más convulsa en los meses de verano?
Ante esto, cabe destacar que no es Malí el único país víctima de la sequía y la convulsión. Se hace evidente en esta época la debilidad de los distintos gobiernos africanos que tienen que hacer frente a las revueltas de su población ante las pésimas condiciones de vida que florecen, aún más, en estos meses. Y es que la sequía no solo provoca el aumento de mortalidad o la propagación de enfermedades. La economía de zonas que no han sido industrializadas depende del suelo, afectado por la ausencia de agua.
Sudán del Sur es otro de los países poco estables que ha caído en constantes revoluciones en plena época estival. Somalia, considerado Estado fallido desde hace mucho tiempo, también ve cómo, al margen de los atentados constantes de Al- Shabaab, aumenta la disconformidad de la población en pleno verano.
Esta relación “sequía- conflicto” ha sido aprovechada por países que han visto en África una oportunidad de inversión, como China, así como por grupos terroristas. Países como China se han acercado a la población ofreciendo una industrialización de determinadas zonas, provocando que los autóctonos, que hasta la fecha habían sido reacios a la llegada de nuevos “colonos”, acepten el “asentamiento” de ajenos en sus territorios, explotando sus tierras y desarrollando las condiciones de trabajadores y sus familias.
Por otra parte, los grupos terroristas, aprovechándose del descontento de la población, han aportado lo que los dirigentes del país han sido incapaces de dar a sus connacionales. En territorios en los que la pertenencia tribal pesa más que la nacionalidad, han sido los grupos insurgentes los que han velado por sus hermanos y no el Gobierno de cada país. Por esto, el descontento hacia los mandatarios ha aumentado en detrimento de la acogida de los grupos terroristas. La construcción de madrasas, la oferta educativa que ofrecen a familias analfabetas y las salidas económicas que estos ofrecen, propician la acogida y la defensa del terrorismo.
En definitiva, los enfrentamientos de Kidal no son sino la continuación de un conflicto silenciado pero aún existente que se retroalimenta en los meses de sequía, al igual que en otros territorios africanos. El trato dado por los Gobiernos a determinadas zonas ha facilitado la llegada de otros actores, internacionales y nacionales, que se han apoderado de las zonas sin control.
Una vez más, el origen tribal de África y la “amalgama” de grupos étnicos que integran los países evidencian que África no es tierra de nacionalidades, y que la identidad dista mucho de la concepción de Estado- nación de Occidente.
Northern Mali remains one of the most convulsive areas of the planet. However, the conflicts that take place inside are sometimes silenced by events occurring in neighboring countries. Nevertheless, the Al Azawad is newsworthy at least once a month for the bloody clashes that are taking place between ethnic groups that act like terrorists and, in many cases, are considered standard-bearers of jihad.
Recent weeks have indeed witnessed the riots in Kidal. Ansar Dine, the National Movement for the Liberation of Al-Azawad (NMLA) and other groups that are part of the Coordination of Azawad movements have mobilized against whom support the government in Bamako.
May be recalled that Kidal is an area that has always been controlled by the Tuareg. It has suffered the abandonment of Malian leaders, causing considerable underdevelopment of the area and clashes that have ended many lives since independence of the country.
This loss of government control over the northern region has prompted that many countries have military presence in the area. Although the most high-profile is the French presence, developing up to two operations to safeguard Bamako control over the rest of the country and counter the trafficking of terrorists across porous borders, it is worth mentioning the presence europea- EUTM- Mali whose presidency has been in Spanish hands until recently.
In this context, clashes developed in recent weeks in Kidal no surprise to knowledgeable about the area, although they set off alarms since the country, Mali, was in full peace negotiations. These take two years to develop, in Algiers, among all anti-government insurgent groups and the government. They were boosted against advancement of groups advocating global jihadism, as Boko Haram, by countries bordering Mali because they fear that the permeability of Malian borders and the loss of effective control by the government, make them vulnerable to these states which, like Niger, suffer attacks on their territories and reinforce, in vain, their security measures.
Niger, one of the states most affected by the condition of failed state of Mali, has led to the development of a ceasefire, which began last Sunday. It aims to contribute to development of the peace talks. These should be restarted into Argel.
However, under the communiques published in the CMA platforms of the different groups that form itself, these negotiations are becoming more complicated. But, why the north is more turbulent in summer months?
The drought that houses the Azawad territory has been the main cause of the clashes that have occurred in the north. Marginality that holds the Tuareg territory has become evident in seasons of drought, which has significantly increased mortality and disease have spread among the population. The arrival of summer is synonymous of the increased mortality and therefore seizure in Mali.
Given this, it should be noted that Mali is not the only country affected by drought and seizure. the weakness of different African governments have to deal with the revolts of its population to the poor living conditions that flourish even more in these months is evident at this time. And the drought not only causes increased mortality or the spread of disease. The economy of areas that have not been industrialized dependent on soil. It is affected by the absence of water.
South Sudan is another unstable country that has fallen into constant revolutions in the middle of summer. Somalia, considered a failed state for a long time, also see how, in the side-lines of the constant attacks of Al Shabaab, it increases the dissatisfaction of the population in midsummer.
This relationship «drought – conflict» has been used by countries in Africa have seen an investment opportunity, like China, as well as terrorist groups.
On the one hand, countries like China have come closer to people offering industrialization of certain areas, causing the natives, who had hitherto been reluctant to the arrival of new «settlers», accept the «settlement» of others in their territories, exploiting their land and developing the conditions of workers and their families.
Moreover, terrorist groups, taking advantage of discontent of the population, have provided _ the country’s leaders have been unable to give their fellow countrymen. In territories where tribal membership outweighs nationality, insurgent groups have been those who have watched over his brothers, and not the government of each country. Therefore, the discontent with the leaders has increased at the expense of the host of terrorist groups. The construction of madrasas, educational provision offered to illiterate families and economic outlets they offer foster acceptance and defence of terrorism.
In short, Kidal clashes the continuation of a muted conflict, which is fed back in the dry months, as in other African territories. The treatment given by governments to certain areas has facilitated the arrival of other actors, international and national, which have taken over areas without control.
Again, the tribal origin of Africa, and the «amalgamation» of ethnic groups within countries show that Africa is not a land of nationalities, and that identity is far from the western concept of nation-state.
PATRICIA JURADO DE LA SANTA