A principios de agosto, Vladimir Putin, influyó nuevamente sobre Crimea para cambiar el status jurídico de la península eliminando su condición federal para incorporarla al Distrito Sur de Rusia; de esta forma, el territorio reincorporado perdió su exclusividad. Ante esta decisión, se temió un repunte de los deseos de dicha región de regresar a Ucrania si no se conseguía un grado adecuado de gestión y de satisfacción de la población de la península, según señalaba Pável Sviatenkov, investigador del Instituto de Estrategia Nacional[1]. Tras esto, y con el despliegue de tropas rusas aerotransportadas en la frontera entre Crimea y Ucrania en la ciudad de Dzhankói (importante centro administrativo) y con la contestación defensiva por parte del país vecino, han aumentado de nuevo las tensiones en la península tras su incorporación a Rusia, situación animada por grupos subversivos con idea de desestabilizar la región.
Moscú se ha puesto en alerta a lo largo del mes de agosto ante la denuncia de intentos de actividades de sabotaje (dos producidas el 7 de agosto y el 8 de agosto) por parte de grupos organizados por la inteligencia ucraniana para desestabilizar la región. La FSB, sucesión de la antigua KGB, alertó de que uno de sus agentes fue neutralizado tras un intercambio de disparos en una ciudad cercana a la frontera ucraniana (Armyansk), donde también se descubrió almacenaje de armamento que, según la FSB, pertenecía a la unidad de inteligencia ucraniana[2] [3]. Durante este tiempo de inseguridad, fueron interrumpidas las comunicaciones y el Internet en algunas partes de Crimea, mientras se intensificaron las unidades de control y de seguridad rusas que enseguida provocaron la misma movilización ucraniana en su frontera. Tras el encuentro violento, Putin ha acusado a Ucrania de reavivar las tensiones desde la sombra sin recurrir a una vía política o diplomática; su homólogo ucraniano respondió increpando al presidente ruso de ser quien había despertado el alarmismo con el despliegue militar. El repunte militar en Crimea viene acompañando de la escalada de violencia que está sucediendo en Ucrania (sobre todo en Donetsk y Luhansk y en la parte sur del país, Starohnativka), convirtiéndose este julio en el mes más sangriento de casi todo el año; el coronel ucraniano Andriy Lysenko espera el despertar del conflicto en cualquier momento.
Es preocupante el aumento de violencia, bastante silenciado en los medios con el eco de otras noticias; un posible intento de recuperar la península por parte de Ucrania quiebra la estrategia de Rusia de mantener la negociación sobre Donbas para olvidar el tema de Crimea. Toda la frontera con Rusia está en alerta ante la continua movilización militar desde Moscú (tanto por tierra como por mar) y busca acogida bajo el paraguas de la OTAN y la OSCE. Difícil está la situación de Rusia como para buscar un nuevo frente en el este cuando sus fuerzas armadas se desgastan en Oriente Medio y su frontera sur tiembla amenazada por la desestabilización de la región; no obstante, Rusia no abandonará sus intereses regionales ni se dejará doblegar por el avance político-militar de las organizaciones internacionales de la OTAN, la UE y la OSCE. Las provocaciones de Rusia le pueden salir más caras a Ucrania que las de ésta hacia Rusia y eso lo sabe Putin.
A handcuffed man identified as Yevgeny Panov, suspected of being involved in a group that Russia’s Federal Security Service (FSB) identified as Ukrainian saboteurs – RUSSIAL FEDERAL SECURITY SERVICE PRESS
In early August, Vladimir Putin influenced again on Crimea to change the legal status of the peninsula eliminating its federal status for the Southern District incorporation; thus, the reincorporated territory lost its exclusivity. Before this decision, the desires in that region to return to Ukraine would rise if an adequate level of management of the satisfaction of the population is not achieved, Pavel Sviatenkov noted, a researcher at the Institute of National Strategy. After this and the deployment of airborne Russian troops on the border between Crimea and Ukraine in the city of Dzhankoi (an important administrative center) and the defensive response by the neighboring country, tensions have again increased on the peninsula, encouraged by subversive groups which want to destabilize the region.
Moscow has been put on alert throughout the month of August to the complaint of attempted sabotage activities (two produced on August 7 and August 8) by groups organized by the Ukrainian intelligence to destabilize the region. The FSB, succession of the former KGB, warned that one of its agents was neutralized after an exchange of fire in a city near the Ukrainian border (Armyansk), where storage of weapons was also discovered (according to the FSB, they belonged to the Ukrainian intelligence unit). During this time of insecurity, they were disrupted communications in parts of Crimea while control units and Russian security were deployed (which immediately provoked the same Ukrainian mobilization on its border). After the violent encounter, Putin has accused Ukraine of reviving tensions in the shadows without resorting to a political or diplomatic measures; his Ukrainian counterpart responded to Russian President the he was who had awakened the alarmism with his military deployment. The military upturn in Crimea has accompanied the escalation of violence that is happening in Ukraine (especially in Donetsk and Luhansk and in the southern part of the country, Starohnativka), making this July the bloodiest month of almost all year; the Ukrainian Colonel Andriy Lysenko awaits the wake of the conflict at any time.
Of concern is the increase in violence, rather muted in the media by other news; a possible attempt to recover the peninsula by Ukraine bankrupt the Russia’s strategy to keep the negotiations on Donbas in order to forget the issue of Crimea. All border with Russia is on alert for the ongoing military mobilization from Moscow (both by land and by sea) and seeks host under the umbrella of NATO and the OSCE. Difficult is the situation in Russia to seek a new front in the east when its armed forces are occupied in the Middle East and while its southern border trembles threatened by the destabilization of the region; however, Russia will not abandon its regional interests nor leave them to the break for the political and military advance of the international organizations NATO, EU and OSCE. The Russian provocations can be more expensive for Ukraine than those of this to Russia and Putin knows that.
MARTA GARCÍA OUTÓN
[1] https://es.rbth.com/pol%C3%ADtica-y-sociedad/politica/2016/08/01/por-que-putin-ordena-cambiar-el-estatus-juridico-de-crimea_617109
[2] http://www.thedailybeast.com/articles/2016/08/10/is-ukraine-just-about-to-blow.html
[3] http://www.japantimes.co.jp/news/2016/08/12/world/ukraine-high-alert-russia-tensions-crimea-soar-putin-issues-threat/#.V8RslfmLTIU
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