Francia y Alemania, ahora situados a la cabeza de Europa desde la salida de Reino Unido de la Unión, buscan resucitar la identidad de Europa con un plan que refuerce la cooperación y la unidad. A la luz del 60 aniversario de los Tratados Europeos y con el casi reciente abandono de Reino Unido del gran proyecto europeo (hasta ahora uno de los miembros que más vetaba las decisiones de la Unión que abogaban por una mayor integración y cooperación entre los miembros), se reabre el debate y la necesidad de una nueva dirección político, social y económica para salvar al gigante Europa de la total desintegración y del sin sentido.
En la cumbre de los líderes europeos celebrada en Bratislava la semana pasada, la seguridad, la defensa y la reconducción económica fueron los temas prioritarios. Tras la reunión, Angela Merkel estableció una fecha concreta de presentación y construcción del nuevo plan y horizonte Europeo que resucite los valores y principios fundacionales de la Unión: marzo del 2017. El objetivo es la construcción conjunta de la Europa deseada por todos los miembros en función de las necesidades y desafíos actuales y, la seguridad conjunta, según la líder alemana, es un paso prioritario para ello. En los últimos meses, el continente ha sufrido los golpes violentos muy duros debido al auge del yihadismo explotado por el autoproclamado Estado Islámico e impulsado por los conflictos regionales de Siria, Irak y Libia; países como Alemania, Francia y Bélgica han sufrido ataques terroristas (desde 2004 ha habido más de 30 ataques terroristas en Europa, de los que 14 se produjeron en 2015[1]) que se alimentan del descontrol social y político y la ineficacia de la gestión y control de los flujos irregulares de inmigración, que han puesto en jaque a la seguridad y defensa de la Unión.
Durante la reunión de los líderes europeos se puso especial énfasis en la crisis migratoria, la cual ha despertado sentimientos y actuaciones políticas y sociales que violan la identidad fundacional de la Unión: levantamiento de muros, insolidaridad, sectarismo y movimientos sociales xenófobos y nacionalistas… Todo alimentado por el miedo ante una falta de previsión y de respuesta coherente política y económica. Merkel puntualizó la necesidad de cooperar para solventar esta situación, cooperar de forma interna entre los miembros de la Unión y a través de acuerdos bilaterales (como el elaborado con Turquía, que tanta polémica levantó). Hollande, el líder francés, también expuso que la seguridad y la defensa europea debían ser el “principal esfuerzo” y que se debía abogar por una labor común ante una misma amenaza, tanto a nivel europeo como a nivel nacional.
Pero además, ya ha salido un documento del Consejo Europeo (Estrategia Global de Política Exterior) que revela que Europa planea un nuevo horizonte de seguridad y defensa más autónomo de la OTAN; los desafíos que surgen con el Brexit, las actuaciones de la OTAN en la frontera con Rusia y la debilidad del flanco sur del continente han puesto sobre la mesa la necesidad de reforzar con mayor autenticidad la seguridad y la defensa europea con la creación de un cuerpo militar común que exige a sus miembros la dedicación del 20% del presupuesto de defensa para la investigación y adquisición de un equipo competente[2].
No obstante, Europa no puede exhibir un discurso para luego mostrar un rostro que demuestre lo contrario; la crisis europea que hemos estado sufriendo los últimos años viene impulsada por la falta de coherencia de los líderes europeos que declaran una identidad pero actúan conforme a otra. Quizás no basta con recordar de dónde venimos (como Europa), sino sentarse para debatir quiénes queremos ser (todos los miembros) sin tener que dar explicaciones después de inmensas paradojas. Europa tiene que ser realista para ser justa con la población que convive en ella y aunque planee un horizonte concreto que resucite unos principios y valores de solidaridad y cooperación después no puede pretender acertar con acuerdos que vulneran esas señas que la identifican y lavarse las manos (como el realizado con Turquía). Europa en ese sentido tiene que ser realista y además activa, responsable de las decisiones que toma y consciente de la situación en la que se encuentra (ahora enfrentándose además al auge de los extremismos); para ello, efectivamente es prioritario la elaboración de un plan de actuación conjunta y europea que refuerce la seguridad y la defensa del continente y que exponga a nivel internacional su presencia e implicación mundial para recuperar el liderazgo en la región.
France and Germany, now located at the head of Europe since the departure of UK Union, are seeking to revive the Europe’s identity with a plan to strengthen the cooperation and the unity. In light of the 60th anniversary of the European Treaties and the most recent abandonment of UK of the major European project (it was one of the members most vetoing the decisions of the Union when it advocated for a greater integration and cooperation between the members), the debate and the need for a new political, social and economic direction to save the giant European total disintegration and meaninglessness has been reopened.
At the summit of the European leaders held in Bratislava last week, security, defense and economic renewal were the priority issues. After the meeting, Angela Merkel set a specific date for submission and construction of the new plan and European horizon that should raise the values and the founding principles of the Union: March 2017. The objective is the joint construction of the Europe desired by all members depending on the needs and challenges; a joint security, according to the German leader, it is a priority for this step. In recent months, the continent has suffered violent blows due to the rise of jihadism, exploited by the self-styled Islamic State and the regional conflicts fueled by Syria, Iraq and Libya; countries like Germany, France and Belgium have suffered terrorist attacks (since 2004 has been more than 30 terrorist attacks in Europe, of which 14 occurred in 2015) that feed on the social and political chaos and inefficiency of management and control of irregular immigration flows that have jeopardized the security and defense of the Union.
During the meeting of the European leaders, it was placed special emphasis on the immigration crisis, which has aroused feelings and social policies and actions that violate the founding identity of the Union: walls, lack of solidarity, sectarianism and xenophobic and nationalist social movements … All fueled by the fear of a lack of foresight and political and economic coherent response. Merkel pointed out the need of cooperation to resolve this situation, cooperate internally among the members of the Union and through bilateral agreements (such as that provided with Turkey, which raised much controversy). Hollande, the French leader, also stated that security and European defense should be the “main effort » and that they should advocate for a common work to the same threat, both at European level and nationally .
But in addition, it has already left a document of the European Council (The Global Strategy for Foreign Policy) which reveals that Europe is planning a new horizon of security and self-defense far from NATO aid; the challenges that arise with Brexit, the actions of NATO on the border with Russia and the weakness of the southern flank of the continent have put on the table the need to strengthen more authentically the European security and defense with the creation of a common military that requires its members the dedication of 20 % of the defense budget for research and acquisition of a competent equipment.
However, Europe cannot display a speech and then show a face that proves the otherwise; European crisis we have been suffering in recent years has been driven by the lack of coherence of the European leaders who declare an identity but act according to another. Perhaps is not enough to remember where we came from (as Europe), but sit to discuss who we want to be (all members) without having to give explanations after immense paradoxes. Europe must be realistic to be fair to the population that lives in it and even plan a concrete horizon that resurrects principles and values of solidarity and cooperation then it cannot claim to hit with agreements that violate these signs that identify it and wash your hands (as was done with Turkey’s agreement). Europe in that sense has to be realistic and also active, responsible for the decisions and aware of the situation in which it is (now also facing the rise of extremisms); for it is indeed a priority the development of a joint plan and European action to strengthen the security and defense of the continent and internationally expose its global presence and involvement to regain leadership in the region.
MARTA GARCÍA OUTÓN
[1] http://www.politicaexterior.com/actualidad/una-semana-para-salvar-europa/
[2] http://www.express.co.uk/news/politics/662472/EU-federal-europe-European-army-merging-German-Dutch-forces
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