Desde que rindieron pleitesía al Estado Islámico, Boko Haram ha ampliado sus objetivos y se ha convertido en una amenaza para los países de la región. En un contexto en el que los grupos de autodeterminación se mezclan entre el terrorismo, Boko Haram supone un hándicap en la consolidación de la estabilidad en países como Nigeria o Níger, y, además, amenaza a países más firmes, como Chad o Camerún.
Ante esta amenaza, los países afectados han unido a sus fuerzas militares contra el grupo terrorista. Si bien es cierto que desde dicha cooperación militar se ha acabado con varios líderes de Boko Haram y se han incautado armas y munición, la zona por la que Boko Haram desarrolla sus actividades dificulta la erradicación del grupo.
Además, son cada vez más los territorios ocupados por estos que respaldan las actividades ilícitas que desde Boko Haram se desarrollan. En zonas en las que apenas existía la alfabetización, o en las que los cursos naturales escaseaban y, por ende, la pobreza abusaba de los autóctonos, Boko Haram ha conseguido legitimarse entre algunos sectores de la población, construyendo madrasas y enseñando a leer y a escribir a quienes acuden a estudiar el Corán.
Dicho respaldo supone para las fuerzas militares un problema. Aunque la operación sigue abierta para perseguir a miembros de la organización fundamentalista, la posibilidad de acabar con civiles dificulta la consecución de algunos asaltos.
No obstante esta última semana una ofensiva ha acabado con más de una treintena de milicianos del grupo islamista, tras una ofensiva realizada en la zona del lago Chad, nido de los terroristas.
A pesar de esto, Boko Haram no es el único grupo terrorista que opera en la zona. En el Delta del Níger, por ejemplo, se producen atentados y asaltos semanalmente contra plataformas petrolíferas, perpetrados por grupos de lucha de autodeterminación con tintes ecologistas, que están en contra de la extracción de estos recursos en sus tierras. Ha destacado la última semana el Movimiento por la Justicia Verde en el Delta del Níger.
Sin embargo, no es el único. Existen numerosos grupos armados que forman alianzas con los principales grupos terroristas que operan en la zona. Además, los grupos encargados de perpetrar estos ataques pretenden continuar con los mismos, en el seno de la que han denominado “Operación Lágrimas de Cocodrilo”.
En definitiva, se habla de Boko Haram como amenaza principal en Nigeria y su región, pero asola al país la cantidad de grupúsculos armados que amenazan con independizarse y que atentan en una zona determinada que también afecta a los países colindantes. Como en todos los países de la zona, el análisis del contexto de seguridad de Nigeria entremezcla elementos antropológicos, políticos y económicos.
“La comunidad internacional debe proveer la ayuda necesaria para poder acabar con el terrorismo de Boko Haram, pero también con toda forma de violencia que asedia a la población y genera inmigrantes y refugiados […Tenemos que comprometernos por un mundo que defienda la paz y la justicia, entendiendo la cultura y respetándola”
Khadija Bukar Abba, en la XVII cumbre del Movimiento de los No alineados.
Faced with this threat, the affected countries have joined their military forces against the terrorist group. While it is true that from that military cooperation has been finished with several leaders of Boko Haram and they have sized weapons and ammunition, the zone where Boko Haram operates makes difficult to eradication the group.
Moreover, they are increasingly occupied territories by supporting these illegal activities from Boko Haram develop. In areas where there was hardly literacy or where the natural resources were scarce and, therefore, poverty abused indigenous, Boko Haram has achieved legitimacy among some sectors of the population, building madrasas and teaching to read and write those who come to study the Koran.
Such support means for the military a problem. Although the operation is still open to prosecute members of the fundamentalist organization, the possibility of ending civil difficult to achieve some rounds.
However, last week an offensive has killed more than thirty militant Islamist group, after an offensive conducted in the area of Lake Chad, nest of terrorists.
Despite this, Boko Haram is not the only terrorist group that is operating in the area. In the Niger Delta, for example, attacks and assaults occur weekly against oil rigs. These are perpetrated by groups that are fighting for self-determination with environmental dyes, which are against the extraction of these resources on their lands. It stressed last week the Green Movement for Justice in Niger Delta.
Nevertheless, it isn’t the only group. There are many armed groups that form alliances with major terrorist groups that are operating in the area. I addition, the groups responsible for perpetrating these attacks intend to continue with the same, in the bosom of “Operation Crocodile Tears”.
In short, there is talked of Boko Haram as the main threat in Nigeria and its region, but ravaging the country the number of armed factions that threaten to undermine independence and in an
area which also affects neighboring countries. As in all countries in the region, analysis of the security context of Nigeria should intermingle anthropological, political and economic elements.
“Te international community should provide the necessary help to end Boko Haram´s terrorism, but also against all forms of violence that are plaguing the population and it is generating immigrants and refugees […] We have to commit for a world to defend peace and justice, but we must understand and respect culture”.
Khadija Bukar Abba, at the XVII summit of the Non- Aligned Mvement.
PATRICIA JURADO DE LA SANTA
1 thought on “BOKO HARAM Y MÁS/ More than Boko Haram”