Como consecuencia de la llamada “Primavera Árabe” de 2011, el partido islámico “moderado” Justicia y Desarrollo (PJD) llegó al poder en Marruecos. La razón principal de éste cambio no fue otra que el cansancio de la población marroquí en cuanto a su ausencia de libertad política, ya que el Rey Mohammed VI tomaba, y sigue tomando, muchas de las decisiones políticas que corresponden a la ciudadanía en el contexto de un sistema parlamentario. Así, lo que empezó hace cinco años se está asentando de forma muy pausada ya que el PJD ha obtenido una victoria un tanto mayor que en elecciones pasadas, consiguiendo 18 escaños más de los que tenía, y formando un total de 125 sobre 395 que tiene la cámara baja.
Sin embargo, los resultados también muestran que no existe un islam político fuerte en Marruecos. Ello queda justificado al repetir que un gran porcentaje de gente ha votado al PJD como queja por su falta de libertad política. A ello hay que añadirle que el segundo partido más votado, el cual tiene conexiones con la monarquía, ha ganado 55 escaños más de los que ganó en las anteriores elecciones, consiguiendo 102 en total, lo cual le da una gran fortaleza al interno del parlamento. Por último, vemos que la participación en las elecciones ha sido muy baja, lo cual legitima en menor grado el sistema obtenido.
Ayer, 10 de Octubre, el Rey Mohammed VI nombró al jefe del PJD, Abdelilah Benkirane, nuevo Primer Ministro de Marruecos. Con ello, el Rey muestra respeto a la reforma constitucional alcanzada después de la revolución de 2011, cuando él rechazó la potestad de nombrar al Primer Ministro a su conveniencia aún cuando el pueblo hubiese expresado otra cosa. Ahora, Benkirane debe formar una coalición con la que pueda gobernar el país y, debido a la oposición del PAM, ello significa que ha de buscar apoyos entre los otros partidos, siendo la coalición saliente de vital importancia para el país, ya que marcará la tendencia política y religiosa nacional.
Dicha coalición, que necesita de 198 escaños, podría estar formada por el PJD y uno de los siguientes partidos: Istiqlal, NRI, Popular Movement y la Unión Socialista entre otros. Aún con ello, es vital hacer constar que el partido Istiqlal, que es un histórico partido de carácter conservador y de tendencia islámica, ya formó parte de la coalición que el PJD tuvo que formar después de 2011. Pese a que dicha coalición se rompió en 2013 debido a desacuerdos en las reformas económicas, un nuevo acuerdo con ellos implicaría la cesión de un mayor número de cosas en beneficio del Istiqlal para que éste volviese de nuevo al redil, lo cual podría significar un aumento mayor de la presencia de la religión en política.
Parece claro que, pese a que la revolución de 2011 no ha afectado tanto a Marruecos como a otros países, va abriéndose paso poco a poco, logrando imponer una democracia en base al ataque a la única persona que puede parar el islam político: el Rey.
As a consequence of the “Arab Spring” of 2011, the Moroccan moderate Islamism Party Justice and Development (PJD) came into power. It did so as people got fed up with its King because of its control of every single aspect of the political life. Thus, what it began five years ago, it is settling now due to the PJD has achieved 18 seats more on this legislative election, getting 125 seats of 395. So, it may be claimed that moderate Islamism is securing its positions as government.
However, the results also show that there is not a strong political Islam in Morocco. First of all, it must be said again that a huge amount of people who has voted PJD did so as it is a way to complain about its King, Mohammed VI, who has taken almost all the political decisions within and outside its country instead of letting its citizens to take what they chose. Secondly, it cannot be said that the political Islam is strong when the second most voted party, the party of authenticity and modernity (PAM), which is so close to king Mohammed, has gained 55 seats more than in the last election, getting 102 seats in parliament. Moreover, turnout has been so low and it means this political system is not so legitimated.
Yesterday, Monday 10th of October, the King named PJD chief, Abdelilah Benkirane, new Prime Minister of Morocco. By doing so, Mohammed VI respects and follows the constitutional reform agreement reached after the uprising of the Arab Spring, when he accepted he would no longer name the Prime Minister by itself and he would respect people´s choice. Now, Benkirane must form a coalition in order to rule the country. Due to PAM’s opposition, PJD needs to find support from the other parties and it is so important which ones are the chosen ones.
Then, coalition, which needs 198 seats, may be conformed by PJD and the following parties: Istiqlal, NRI, Popular Movement and the socialist union amongst others. It is also vital to note that the Istiqlal had been part of the coalition that PJD formed last elections in 2011. However, it rejected in 2013 due to the economic reforms government took. As a result, we have that achieving a coalition with this party, which is famous because it is a conservative and Islamic party, and which is also the third one, will be more difficult and in case it happens, PJD will give up many things to Istiqlal, and that would probably increase the power of religion in politics.
It seems clear that 2011 revolution has not affected Morocco as much as it did in other countries. However, step by step, the country achieves more democracy by going against the only person that may stop political Islam: the King.
JOAN CABRERA ROBLES
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