Del 15 al 16 de octubre se celebró en Goa, la India, la VIII cumbre de los BRICS (foro político-económico de los países emergentes, aunque ya no tan emergentes, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Como cada año, los líderes políticos se reunieron con la intención de fortalecer el bloque que los representa y continuar en el camino de la cooperación económica y política frente a la competencia mundial representada por Estados Unidos y Europa. No obstante, en esta octava edición ha sido protagonista la seguridad y el impulso que llevarán a cabo los cinco para poner en marcha la “IV Revolución Industrial”[1], como así la ha calificado el primer ministro indio, para hacer referencia al dominio del espacio tecnológico y del ciberespacio.
Aunque el foro recoge a los cinco grandes representantes de los países emergentes, quienes llevaron la agenda del diálogo fueron las dos mayores potencias: Rusia y China; Rusia en el plano de la seguridad y la geo-estrategia y China en el aspecto económico. El establecimiento de un yacimiento de oro (el primero desarrollado conjuntamente por los BRICS) en el lago Baikal de Siberia es una de las principales ideas compartidas en el foro para impulsar las inversiones ambiciosas que pretenden desarrollar para conectar las áreas comerciales de estos cinco países (siguiendo y potenciando la estrategia china del cinturón de perlas), a imitación del área de libre comercio que existe en Europa; lo harán creando una agencia calificadora de riesgos y a través de una red de ferrocarril que convierta a estos gigantes en potencias económicas por tierra, mar, aire y en el ciberespacio. La ambición es desmedida, pero como remarcó el I ministro indio durante el encuentro con la siguiente frase: “un viejo amigo es mejor que dos nuevos”, los lazos que unen a estos países emergentes van más allá del interés geo-estratégico; y esa relación se fortalece, aún más, en el plano político donde algunos de los países se han sentido más vulnerables ante la presión exterior y de la competencia, especialmente Rusia y la India.
El tema sobre la lucha contra el terrorismo (destacando la gran amenaza que representa a nivel global el autoproclamando Estado Islámico) y la unidad y defensa frente a sanciones unilaterales (como las sufridas por Rusia ante sus actuaciones en la frontera europea), frente a presiones políticas (con Estados Unidos en su choque de intereses con Rusia en Oriente Medio) o ante decisiones multilaterales que afecten a la integridad de sus estados (haciendo referencia, por ejemplo, al complejo mapa político militar que se está abriendo en el Pacífico y en el Mar de China o en la frontera afgana y paquistaní), los BRICS han reforzado sus acuerdos militares y apoyo político-militar. Rusia ha firmado un acuerdo con la India para suministrarle sistemas antiaéreos S400 Triunf, fragatas acorazadas y helicópteros, además de apoyo en el ámbito nuclear, suficiente para achicar las amenazas e indirectas polémicas hacia la India dirigidas desde Paquistán ante la situación cada vez más tensa en Cachemira. Por otro lado, han firmado la Declaración de Goa en el que se comprometen en reforzar su unión contra el resto de coaliciones, sobre todo en la región de Oriente Medio (Siria en particular) y Asia Central Afganistán, el Cáucaso…).
En este sentido, lo establecido en esta VIII cumbre de los BRICS hace frente al gigante estadounidense y sus aliados y refuerza los acuerdos entre los miembros de la coalición de países emergentes que ya representan, sino ya a presente, en un cercano futuro, el nuevo equilibrio mundial como líderes y centro del poder mundial (al contar con casi el 43% de la población mundial, el 30% del PIB planetario y el 17% del comercio global)[2]. Con esto vemos que el equilibrio mundial se debate entre dos polos: EEUU-UE versus BRICS; entonces, ¿podríamos decir que hemos roto con la bipolaridad propia de la Guerra Fría y evolucionado hacia un nuevo modelo más multipolar o que hecho una bipolaridad más multipolar ampliando la división de ambos bloques pero potenciando la extensión y la participación dentro de cada bando con nuevos actores involucrados? Lo que sí está claro es que el terreno de juego de poder se ha ampliado más allá de los límites temporales y geográficos y los BRICS ya se han adelantado para hacerse con el terreno económico, tecnológico y ciberespacial.
From 15 to 16 October was held in Goa, India, the VIII Summit of BRICS (political-economic forum of the emerging countries, although as no longer emerging, Brazil, Russia, India, China and South Africa). As every year, the political leaders met with the intention to strengthen the bloc that represents them and continue on the path of the economic and political cooperation against the global competition represented by the United States and Europe. However, in this eighth edition, the main protagonist were security and the impulse which will be carry out by the five to launch the «IV Industrial Revolution» as thus described by the Indian Prime Minister to refer to the domain of the technological space and the cyberspace.
Although the forum gathered representatives of the five major emerging countries, who led the dialogue agenda were the two major powers: Russia and China; Russia in terms of security and geo-strategy and China in the economic aspect. The establishment of a gold deposit (the first jointly developed by the BRICS) on Lake Baikal in Siberia is one of the main ideas shared in the forum to promote the ambitious investment plan to develop a connection of the commercial areas of these five countries (promoting the Chinese strategy of the pearl belt), in imitation of the free trade area that exists in Europe; they will create a risk rating agency and through a rail network that turns these giant into economic powers in the land, the sea, the air and the cyberspace. The ambition is boundless, but as remarked the Indian Minister during the meeting with the phrase: «an old friend is better than two new ones,» the ties that bind these emerging countries beyond the geo-strategic interest; and that relationship is strengthened even more at the political level where some countries have felt more vulnerable to external pressure and competition, especially Russia and India.
The issue of the fight against terrorism (most notably the great globally threat posed by the Islamic State) and the creation of unity and common defense against unilateral sanctions (such as those suffered by Russia due to its actions in the European border), facing pressures policies (with the United States in its clash of interests with Russia in the Middle East) or in the issue of multilateral decisions affecting the integrity of their states (referring, for example, to the complex military-political map that is opening in the Pacific and in the China Sea or the Afghan and Pakistani border), the BRICS have strengthened their military agreements and political-military support. Russia has signed an agreement with India to supply anti-aircraft systems S400 Triunf, armor and helicopters, frigates, and support it in the nuclear field, enough to reduce the threats and the indirect polemics to India directed from Pakistan due to the increasingly tense situation in Cashmere. On the other hand, they have signed the Declaration of Goa in committing themselves to strengthen their union against other coalitions, especially in the Middle East (Syria in particular) Central Asia and Afghanistan, the Caucasus…
In this regard, the provisions of this VIII summit of BRICS facing the US giant and its allies and reinforce the agreements between the members of the coalition of the emerging countries already represent, but already present or close to a near future, the new global balance as leaders and center of the world power (they represent almost the 43% of the world population, the 30% of global GDP and the 17% of the global trade). With this, we see that the global balance is torn between two poles: US-EU versus BRICS; then, can we say that we have broken with the bipolarity of the Cold War and have expanded a new multipolar model or, conversely, we have made a more multipolar bipolarity expanding the division of the two blocs but enhancing the extent and participation in each side with new stakeholders? What is clear is that the field of power has been expanded beyond the temporal and geographical boundaries and the BRICS are already ahead to seize the economic, technological and cyber space.
MARTA Gª OUTÓN
[1] http://www.eluniversal.com/noticias/economia/brics-apuestan-por-erigirse-motor-economia-global_622809
[2] http://www.elcomercio.es/internacional/201610/16/lideres-brics-comienzan-octava-20161016084236-rc.html
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