Tras los recientes acontecimientos de las semanas pasadas en Yemen hemos visto como el conflicto sigue dando giros, y en este caso el nuevo giro lo ha dado EE.UU. al participar de forma activa en el conflicto. Su participación ha consistido en el lanzamiento de misiles Tomahawk a tres estaciones de radar de la costa yemení del bando huthi.
Hasta la fecha el gobierno estadounidense se había mostrado en favor de la coalición que lidera Arabia Saudí para poner de nuevo al frente del gobierno a presidente Hadi, que es reconocido por la comunidad internacional y que se encuentra actualmente en Adén debido a que la capital del país está ocupada por los huthies desde el 2014. Pero de momento su intervención en el conflicto no había sido más que política hasta principios de octubre, cuando los rebeldes destruyeron un barco de los Emiratos Árabes Unidos en las aguas del mar Rojo y los estadounidenses decidieron desplegar tres navíos de guerra para garantizar la seguridad en el mismo. Es entonces cuando los rebeldes comenzaron a lanzar misiles contra el USS Mason, uno de los tres destructores estadounidenses al cual no alcanzaron, y que ha motivado la respuesta de los mismos destruyendo tres radares de los rebeldes.
Lo importante de este gesto es que apenas hace dos semanas que EE.UU. se había mostrado muy crítico con las actividades de la coalición, especialmente cuando estos bombardearon el funeral del padre del ministro del interior huthi, y había insistido en la finalización del mismo a través de mediadores como Omán o Kuwait. Pero con los ataques en el estrecho de Bab el Mandeb, un punto clave en el comercio mundial de petróleo y en el comercio de la región, se han implicado más, defendiendo sus intereses. Ello demuestra que el conflicto aún está lejos de acabar.
Además, el control del estrecho se torna clave en el desarrollo de la guerra y de la economía, especialmente para Arabia Saudí que depende de ese paso para la exportación de petróleo y que es su fuente de financiación. De su supervivencia depende el control del mismo, pues el estrecho de Ormuz, que es la otra alternativa, se halla bajo el control de Irán, y en caso de que los huthies se hicieran con el control de Bab el Mandeb podría suponer un duro golpe para Arabia Saudí, motivo por el cual la defensa de la zona tiene que ser firme.
Following the recent events of the past few weeks in Yemen, we have seen how the conflict continues to spin, and in this case the new twist has been given for the US and its active participation in the conflict. Its participation has consisted in the launch of missile Tomahawk to three radar stations on the Yemeni coast of the huthi band.
To date the US Government had shown in favour of the coalition who leads Saudi Arabia to put again in front of the Government to President Hadi, who is recognized by the international community and which is currently in Aden since the capital of the country was occupied by the huthies from 2014. But at the moment its intervention in the conflict had not been more than political until the beginning of October, when the rebels destroyed a ship from the United Arab Emirates in the waters of the Red Sea and the Americans decided to deploy three warships to ensure security in it. It is when the rebels began to launch missiles against the USS Mason, one of three U.S. destroyers which they did not reached, and that has prompted the response of them destroying three radar stations of the rebels.
The importance of this gesture is that two weeks ago the US had been very critical of the activities of the Coalition, especially when they bombed the funeral of the father of the huthi Minister of the interior, and insisted on completion of the same through mediators such as Oman and Kuwait. But with the attacks in the Strait of Bab el Mandeb, a key point in the world’s oil and trade in the region, they have been implicated, defending their interests. This shows that the conflict is still far from over.
In addition, the control of the Strait becomes key in the development of the war and the economy, especially for Saudi Arabia which depends on that step for oil exports and that is their source of funding. Their survival depends on the control over it, because the Strait of Hormuz, which is the other alternative, is under the control of Iran, and if the huthies take the control of Bab el Mandeb they could pose a serious blow to Saudi Arabia, reason why the defence of the area needs to be stronger.
JORGE GARCÍA ALONSO DE CELADA
1 thought on “EEUU ENTRA EN EL CONFLICTO DE YEMEN/ U.S. enters in the conflict of Yemen”