Pasados más de nueve meses de la firma del acuerdo de reconciliación nacional libio, firmado el 17 de Diciembre de 2015, no puede decirse que las opciones que tiene el Gobierno apoyado por Naciones Unidas (uno de los tres gobiernos que hay en Libia) de ser aceptado sean si quiera un poco mayores de lo que eran. De forma contraria, debería decirse que el golpe de fuerza del que hablamos, calificado por muchos de Golpe de Estado, llevado a cabo por la facción de Khalifa Ghweil, no hace sino eliminar tales posibilidades y devolver a Libia muy probablemente a la iniciativa de la violencia.
Dicho golpe de fuerza se ha llevado a cabo al tomar las dependencias del Consejo de Estado, que es el más alto órgano consultivo de éste gobierno apoyado por la ONU. Pese a que no se ha producido ninguna baja, la naturaleza del asalto ha sido militar, puesto que varias milicias han sido las encargadas de llevarlo a cabo. Una vez con el terreno bajo su control, el líder de ésta facción pro islamista, Khalifa Ghweil, ha anunciado que el actual Gobierno de Acuerdo Nacional quedaba relevado y que él y su gabinete volvían a hacerse cargo del país, tal y como lo habían hecho hasta Abril de éste año, cuando su gobierno fue cambiado por el respaldado por Naciones Unidas, al cual nunca han aceptado pero al que nunca habían atacado de la manera en que lo han hecho ahora.
Así, aún cuando muchos de los miembros más islamistas del antiguo Gobierno de Ghweil se han adherido a dicho Gobierno de Acuerdo Nacional respaldado por Naciones Unidas, lo cierto es que la facción de Ghweil sigue teniendo mucha fuerza y el control de un número no pequeño de milicias armadas, que le permiten tener cierto control sobre Trípoli y afirmarse como el gobierno legítimo.
Por si ello fuera poco, el otro parlamento existente (Hay dos) en Tobruk no sólo ha rechazado la propuesta del Gobierno de Acuerdo Nacional sino que está haciéndose con el control de muchos de los campos petrolíferos más importantes de Libia por medio de su personalidad más destacada, que actúa como jefe de su gobierno, el General Khalifa Haftar. De hecho, con la toma del puerto petrolero de Brega, que se produjo hace un mes, Haftar se ha hecho con la mayor parte del petróleo de la costa norte de Libia, suponiendo ello una gran amenaza a la economía de los países que apoyan a Sarraj, jefe del mencionado gobierno apoyado por la ONU.
Todo lo anterior deja a éste gobierno de Fayez Al – Sarraj en una situación muy delicada. No obstante, y siendo que dicho Gobierno es vital para los intereses de la Unión Europea y de una buena parte de países árabes, no sería extraño, a tenor de lo que está pasando en otros países, que existiese una escalada de violencia que lleve a un apoyo militar mucho más fuerte por parte de potencias internacionales con el fin de asegurar todavía más el gobierno que mejor sirve a sus intereses.
Longer than nine months after many Libyan political forces reached the national reconciliation agreement, which was signed on December 2015, it cannot be claimed that the UN backed government (one of the three governments trying to reach power in Libya) has better options to become the accepted one by everybody. Actually, it should be claimed the military intervention of the Khalifa Ghweil militias have carried out goes against these chances and decreases them in such a way. Moreover it could truly signify that Libya goes back to a period of violence.
The military intervention took place when those militias took control of some Council of State places, which is the most important advisory chamber under UN backed government control. Although nobody has been killed, it was a military action due to armed militias where in charge to get hold of places. Once militias got gold of them, Khalifa Ghweil, which leads the pro – Islamic faction, announced that the current UN backed government of Fayez Al – Sarraj was over and Ghweil and its faction would be next government as they were before April 2016 when Sarraj government came into power. Even when Ghweil faction never tolerated US backed government, this intervention is something that has never happened before.
No matter that some former members of Ghweil government have now adhered to Sarraj government because even so, its Islamism has a lot of support from people as well as from armed militias and it is because of them two that he can present himself as President, even when the other two governments have greater power.
Moreover, it needs to be pointed out the other Libyan parliament (there is two), which is in Tobruk, has not just rejected the Sarraj´s proposal of a National Government based on an accord as it was described on the national reconciliation agreement, but it is taking control of great many oil fields located in the North of the country, on the coast. Actually, it is doing so thoughout its lider, General Khalifa Haftar. So, just a month before, Haftar achieved to get hold of Brega oil port and that means he has got control of something that foreign countries are trying to secure by helping Sarraj Government: the oil economy.
All this leaves the US backed government in a very delicate situation. However, we should not forget Libyan resources are so important for Libyans but also for other countries such as Europeans or Arabic ones and, having a look at other countries cases, there is many chances that those foreign countries send more help, mainly weapons and even troops, to protect more something they have been protecting for so long since revolution began.
JOAN CABRERA ROBLES
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