La violencia entre budistas y musulmanes en Birmania no para de aumentar. A medida que pasa el tiempo, los casos de violencia entre éstas dos confesiones se multiplican. Sin embargo, dichos credos están en una situación muy diferente ya que, mientras el budismo es la religión de la mayoría, el islam es practicado por sólo un millón de personas, la mayoría de ellas confinadas en el estado de Rakhine, localizado en el sur del país y uno de los más pobres. La semana pasada, y tras el ataque de un grupo de Rohingya, (el principal grupo musulmán del país), a varios puestos policiales cercanos a la frontera con Bangladesh, el ejército birmano ha “contraatacado” desalojando a más de 2.000 musulmanes de sus casas, así como secuestrando y violando a mujeres y niños en varias localidades de Rakhine tal y como establece Reuters[1].
La razón aparente de éste conflicto reside en la intolerancia de los no musulmanes sobre aquellos, a los que se considera sucios e hijos de antiguos inmigrantes que no son birmanos en absoluto. Es así que puede entenderse que ningún musulmán posee derechos civiles, ni por supuesto la ciudadanía, además de que la mayoría de ellos viven confinados en guetos. De acuerdo con The Diplomat[2], está situación tiene su inicio en la década de los 70, momento en que el ejército birmano, las Myanmar Defense Services (MDS), llevó a cabo una gran ofensiva en el mencionado estado que supuso el desplazamiento de más de 250.000 musulmanes, lo que dio alas a los nacionalismos, tanto musulmán como budista.
No obstante, más allá del sentimiento de intolerancia de la población, The Diplomat establece que este trato a los musulmanes, junto con el intento de conectarlos al terrorismo islámico internacional, beneficia principalmente a las fuerzas armadas, ya que pueden usar ambas tanto para desviar la atención de los fallos cometidos por ellos mismos como para conseguir apoyo de otros países contra el terrorismo. Así, como Reuters[3] específicamente señala, no es el Gobierno del país sino sus fuerzas armadas las que poseen el control de las operaciones militares y, por ende, las que deliberadamente atacan a los musulmanes para mantener su poder. Pese a que dicho control viene de la muy reciente dictadura militar de la que Birmania acaba de salir, es un control que el ejército sigue teniendo muy asegurado ya que posee la titularidad de los ministerios relacionados con la defensa.
El futuro no parece muy placentero para los musulmanes en Birmania ya que ningún actor puede, hoy día, ir contra el interés de las fuerzas armadas. De hecho, los esfuerzos de la Primera ministra en la sombra Aung San Suu Kyi para eliminar la gran cuota de poder que posee el ejército están lejos de conseguir algo. Así, la violencia contra los Rohingya y demás seguidores del islam va a continuar como hasta ahora sino incrementada hasta que, o bien el ejército sea despojado de su poder o bien haya un cambio de mentalidad en la sociedad, ambas cosas muy difíciles de conseguir sin la existencia de un factor externo que altere el sistema, y que podría ser el establecimiento efectivo de grupos yihadistas en suelo birmano, lo cual convertiría un mito utilizado por el ejército en una verdad.
Violence between Muslims and Buddhists in Myanmar does not stop increasing. As time goes by, cases of violence just multiply amongst these two religions. However, as it is known, these two creeds have different realities as while Buddhism is the religion of the majority and it has protection from the authorities, Islam is practiced by a minority of one million people that is located almost entirely in Rakhine State, which is such a poor state of three million people in the very South of Myanmar, close to Bangladesh border. This week, and afterwards a group of Rohingya, (the main Muslim group within Myanmar) attacked three police posts last 9th of October, Myanmar army has “counter attacked” by driving no fewer than 2.000 Rohingyas out of their homes and by raping children and women in Rakhine as Reuters[1] points out.
The apparent reason to be of this matter is Myanmar non-Muslim population do not tolerate Muslims and its way of life and there is a common thought between people that see Muslims as dirty and former immigrants coming from other countries. It is so that Muslims do not have any kind of civil right, not even citizenship, and most of them are confined in ghettos to live. According to The Diplomat[2], this situation had its beginning in 1970, when Myanmar Defenses Services (MDS) carried out a huge military offensive in Rakhine State making the displacement of more than 250.000 refugees, what pushed the Buddhist and Muslim nationalisms to surface.
But furthermore these people´s feeling, The Diplomat establishes treating Muslims this way and connecting them to international Jihadism mainly benefits the armed forces as these two may be used to divert attention from their own failures or as a way to achieve support from other countries against terrorism. Thus, as Reuters[3] more accurately highlights, it is not the proper Government but the armed forces (MDS) which is in control of all military operations and which use Muslims as a way to keep its power. Then, armed forces still has power enough to act by themselves, a power that comes from the times when army ruled Myanmar and, even when it ended up on 2016, some of that power remains on the army as it is still in control of all ministries related to security.
The future does not seem pleasant to Muslims in Myanmar as no actor can today go against armed forces interest. In fact, Myanmar shadow Prime Minister Aung San Suu Kyi efforts to overthrown army from power are still far away from achieving any goal. Thus, violence against Muslims is going to continue as long as people behavior towards them keeps same way or MDS maintain this huge power at least until an external actor enters the system. However, that actor could probably be real jihadism and that would convert the army lies into the truth.
JOAN CABRERA ROBLES
[1] Lone, W. (28 October 2016). “Exclusive: Rohingya women say Myanmar soldiers rape them amid crackdown on militants”. Reuters. Retrieved from: http://www.reuters.com/article/us-myanmar-rohingya-exclusive-idUSKCN12S0AP
[2] Brena, E. (29 June 2015). “The Rohingya and Islamic Extremism: a convenient Myth”. The Diplomat. Retrieved from: http://thediplomat.com/2015/06/the-rohingya-and-islamic-extremism-a-convenient-myth/use
[3] Lewis, S. (31 October 2016). “ Myanmar´s Suu Kyi under pressure as Rohingya crisis deepens”. Reuters. Retrieved from: http://www.reuters.com/article/us-myanmar-rohingya-suukyi-idUSKBN12V1P8
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