LA LUCHA DE CLASES MANTIENE EL CONFLICTO EN MALI/ The social-class struggle maintains Mali’s conflict

minusma4La organización terrorista Ansar Dine no ha establecido ningún alto el fuego. De hecho, pese a las afirmaciones de Mahmud Dicko, Presidente del Alto Consejo del islam en Malí, lo cierto es que aquel grupo suní no ha hecho sino llevar a cabo varios ataques más, justo para desmentir el alto el fuego. Como expone The Long War Journal[1], uno de los ataques ha conseguido hacer estallar un vehículo de la MINUSMA (Naciones Unidas en Mali), matando a cuatro personas en Douentza, en el centro del país. Por otra parte, otro de los ataques ha permitido al grupo hacerse con vehículos y material militar al haber asaltado un cuartel de la gendarmería de Mali en Gourma – Rharous, donde no ha habido ningún muerto.

Por tanto, y como señala Reuters[2], se puede hablar de un incremento de la violencia por parte de grupos terroristas como el mencionado en los últimos meses, pero también de otros como Al – Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), el Movimiento para la Unidad y la Yihad en África Occidental (MUJAO) o Al – Morabitun. Desde 2012, año en que los tuaregs se rebelaron contra el Gobierno de Malí pidiendo la secesión del norte del país, el cual consideran suyo, el objetivo de grupos como los anteriores ha sido el de aprovechar esa lucha para derrocar al Gobierno y a las diferentes fuerzas que lo han apoyado. Así, tras 4 años, el terrorismo se sigue valiendo del mismo desacuerdo entre el Gobierno y los Tuareg para imponer un Estado islámico.

Como establece el Instituto de Estudios Estratégicos[3], las negociaciones de paz entre las organizaciones tuareg en contra del Gobierno (Coordinadora de Movimientos del Azawad) y las progubernamentales (Plataforma) y el Gobierno de Mali, cuyo mayor exponente ha sido el alto el fuego e intento de acuerdo de junio de 2015, se encuentran hoy en día en un punto muerto. Dicho desacuerdo radica en la no aceptación por parte del Gobierno de que Azawad (nombre de la parte norte de Mali para los tuaregs) sea una realidad política independiente en un contexto federal, más que algo meramente cultural y sin poder político. Claramente, la desigual repartición de recursos y la situación de abandono del tuareg por parte del Gobierno de Mali a lo largo de los años han causado efecto.

Sin embargo, la explicación de la realidad actual no queda completa sin ir un paso más allá de este desacuerdo entre el Gobierno y tuaregs, ya que no es sólo la diferente opinión entre los tuaregs sobre el futuro de Azawad lo que alimenta las disputas, sino que también existe un trasfondo social y tribal. Según varios organismos, y entre ellos WikiLeaks[4], la enemistad tradicional entre las tribus más aristocráticas, los Ifhogas, que son los que dominan el Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (NMLA), y los Ighmad, aquellos que menos poder tienen, ha llevado a que estos últimos se hayan aliado con el Gobierno de Malí para atacar a los Ifhogas y obtener así un mayor poder al interno de su comunidad en el futuro.

Todo lo anterior nos revela un panorama en el que hay abiertas, como mínimo, tres luchas: La del Gobierno con los Tuareg, la de los grupos terroristas islámicos con el Gobierno y la lucha entre las facciones tuareg entre sí. Asimismo, la compleja relación de alianzas e intereses en juego acaba suponiendo que la solución al conflicto difícilmente puede derivarse de un acuerdo político en el que no se hayan tratado antes la situación entre los propios tuaregs y las alianzas que los grupos islámicos tienen con éstos, algo que está muy lejos de llevarse a cabo.


azawadThe terrorist organization, Ansar Dine, has not accorded any cease of fire in Mali. Actually, in spite of Mahmud Dicko, the Chief of the High Council of Islam in Mali, claiming on the cease of fire, the truth is, on Sunday, the Sunni group has committed another several attacks. As The Long War Journal[1] reports, one of these attacks has blown up a MINUSMA (the United Nations Mission in Mali) vehicle killing four people in Douentza, in the middle of the country. Moreover, the other one let Ansar Din to rob some vehicles as well as other military equipment as the group assaulted the Mali National Guard barracks in Gourma – Rharous, where nobody has been killed.

Thus, according to Reuters[2], the violence has increased these months instead of going down and it is not just because Ansar Dine has intensified its attacks but also because groups such as Al – Qaeda in the Islamic Maghreb (AQIM), the Movement for the Oneness and Jihad in West Africa (MOJWA) or Al – Morabitun have done so. Since the beginning of 2012, the Tuareg rebellion against the Malian Government in demand of freedom to the North of Mali, which they believe should be autonomous, Islamic groups have taken advantage of it and tried to overthrow Mali Government to establish an Islamic State. After four years, terrorism still uses same disagreement amongst Government and Tuareg to achieve that goal.

The Spanish Institute of Strategic Studies[3] goes further by saying that peace negotiations between the Tuareg groups against the Government and the ones in favor of President Keita, which zenith came at June 2015 ceasefire, is today in an impasse. The disagreement lies on Mali Government non acceptance of Azawad (Tuareg North of Mali) to have political freedom and to become something else than a cultural territory. Clearly, the bad way Government has treated the North of Mali and Tuaregs helped on making them against Bamako.

However, reality will not be fully explained until we go a bit further from this political disagreement as it is not just politics what encourages Tuaregs to fight amongst them. Moreover, there is also a social and tribal background that makes them fight. So, following some mass media organizations such as Wikileaks[4], the traditional enmity between the aristocratic tribes, the Ifhogas, which are in control of the National Movement for the Liberation of Azawad (NMLA), with the Ighmad, those who have less power amongst tuareg, has turned Ighmads in favor of Bamako and against Ifhogas in order to achieve future greater power.

Then, we see there is at least three battles ongoing: Government against Tuaregs, Islamic groups against Government and Tuaregs between them. Moreover, we see a complex game of alliances and interests that lead us to a conclusion: that a political solution may only be reached after tuareg tribes have sorted out their differences and after all alliances with Islamic groups are over.

JOAN CABRERA ROBLES

[1] Weiss, C. (November 2016). “Ansar Dine claims string of attacks across Mali”. The Long War Journal. Retrieved from: http://www.longwarjournal.org/archives/2016/11/ansar-dine-claims-string-of-attacks-across-mali.php

[2] (November 2016). “Mali Islamists say still waging war, dismiss ceasefire report”. Reuters. Retrieved from: http://af.reuters.com/article/maliNews/idAFL8N1D33A9

[3] Díez Alcalde, J. (May 2015). “Desafío en Mali: acordar una paz definitiva y reforzar la seguridad (EUTM Mali)”. IEEE. Retrieved from: http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2015/DIEEEA29-2015_Desafio_en_Mali_JDA.pdf

[4] (May 2008). “Mali using tuareg militias to combat tuareg rebels”. Wikileaks. Retrieved from: https://wikileaks.org/plusd/cables/08BAMAKO482_a.html

 

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