Mientras los europeos siguen asimilando la victoria de Donald Trump, un nuevo golpe que proviene del Este sacude la ya debilitada Unión Europea.
El 13 de noviembre se celebraron en Moldavia y Bulgaria elecciones presidenciales en el que se alzaron con el triunfo los candidatos de la oposición, conocidos escépticos respecto a la integración europea y partidarios de establecer relaciones con Moscú.
El socialista Ígor Dodón, considerado como el candidato prorruso, obtuvo una victoria contundente en las elecciones generales de Moldavia. En la segunda vuelta Dodón consiguió el 55 % de los votos.
Por su parte, el candidato del Partido Socialista, Rumen Radev fue escogido presidente de Bulgaria con un 59,4 % de los votos. Radev había insistido repetidamente en el hecho de que “formar parte de la UE y de la OTAN no significa que Bulgaria deba ser enemiga de Rusia”.
De esta forma, Rusia gana dos nuevos aliados, lo que satisface los esfuerzos rusos por recuperar esa influencia en aquellas partes de Europa del Este que el Kremlin sigue viendo como su patio trasero.
El giro inesperado de estos dos países se debe, principalmente, a las grietas crecientes en el bloque europeo, al que culpan de su lento progreso económico, en el caso de Bulgaría, y el descontento de la población con la clase política, la cual se la clasifica de corrupta y de ineficiente a la hora de poner en marcha nuevos proyectos, en el caso de Moldavia. Esto se puede reflejar en que en Moldavia una encuesta muestra que el 66% de los ciudadanos confía en el presidente ruso, Vladimir Putin, mientras que sólo un 28% lo hace la canciller alemana, Angela Merkel.
El triunfo de Dodón en Moldavia va a suponer la anulación o una nueva renegociación del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea que, en palabras del moldavo, se aceptó de forma demasiado apresurada.
Esto, unido al apoyo que ofreció el gobierno moldavo a Ucrania es su pulso con Rusia, supuso una serie de sanciones por parte del Kremlin, la cuales afectaron con mayor intensidad a los productos alimenticios moldavos, debido a una serie de restricciones para el acceso de estos al mercado ruso, lo cual daño la economía moldava que vive, principalmente, de la agricultura.
Por tanto, este nuevo giro va a evidenciar la construcción de unas relaciones más estrechas con Rusia, lo que puede beneficiar la búsqueda de una solución en Transnistria.
Esta franja de territorio situada entre Moldavia y Ucrania, en la que habita mayoritariamente una población eslava y tiene presencia de habitantes y militares rusos, hubiera supuesto un nuevo desafío para el Kremlin, si hubiera habido una mayor integración de Moldavia con la UE y la OTAN, ya que desde ahí han temido siempre las autoridades de Kiev el envío de ayuda a los separatistas de Donetsk y Lugansk.
Por su parte, la victoria de Radev en Bulgaria, supondrá un giro, porque si bien no es contrario a mantener los compromisos de su país con la OTAN, sí quiere una política más pragmática respecto a Moscú. Además, defiende el levantamiento de las sanciones de la UE contra Rusia ya que considera que Moscú no se anexionó a Crimea puesto que la península le pertenecía.
Con esta nueva vuelta de tornillo, se pone de manifiesto la profunda crisis que vive la Unión Europea y su fracaso del intento de asilar a Rusia, la cual sigue contando con los apoyos de Hungría, Serbia, Macedonia y la simpatía de las autoridades griegas. A pesar de su integración en Europea, los países eslavos no quieren alejarse de la tutela de Rusia ya que tienen una gran dependencia económica pero, sobre todo, energética.
Es cierto que, no fue Occidente quien quería esta nueva polarización. Su problema es que no ha sabido lanzar políticas que relanzaran la economía de los nuevos miembros y asociados del Este. Así, por ejemplo, los fondos estructurales para la construcción y modernización de infraestructuras, que con tanto éxito se emplearon en España, Polonia o Portugal, tropezaron en el Este con administraciones púbicas incapaces de presentar proyectos solventes, que canalizaran dichos fondos. Esto ha ralentizado la esperada mejora. Pero debe ser Occidente quien finalmente encuentre unas políticas coherentes, que, teniendo en cuenta las limitaciones de estas sociedades, ayuden a su crecimiento consiguiendo con ello volver a crear la imagen de una Unión Europea atractiva. Sólo así se podrá evitar que se derrumbe una historia de sesenta años de duro esfuerzo, trabajo y éxito sin precedentes.
While the Europeans continue assimilating Donald Trump’s victory, a new blow that comes from the East shakes the already debilitated European Union.
On November 13 presidential elections were celebrated in Moldavia and Bulgaria in that the candidates of the opposition raised with the victory, known as skeptics with regard to the European integration and supporters of establishing relations with Moscow.
The socialist Ígor Dodón, who is considered as the pro-Russian candidate, obtained a forceful victory in the general elections of Moldavia. In the second return Dodón obtained 55 % of the votes.
For its part, the candidate of Socialist party, Rumen Radev, was chosen to be the president of Bulgaria with 59,4% of the votes. Radev has insisted repeatedly the fact that “to form a part of the EU and of the NATO does not mean that Bulgaria should be an enemy of Russia”.
Of this form, Russia wins to new allies, which satisfices the Russian efforts for recovering his influence in those parts of Eastern Europe that the Kremlin still seeing as his back court.
The unexpected twist of these countries owes, principally, to the increasing cracks in the European block, to which the blame of his blow economy progress, in the case of Bulgaria, and the dissatisfaction of the population with the political class, which qualifies it of corrupt and of inefficiently at the moment of starting new projects, in case of Moldavia. This can be reflected in that in Moldavia a survey shows that 66 % of the citizens trust in the Russian president, Vladimir Putin, whereas only 28 % it is done by the German chancellor, Angela Merkel.
The victory of Dodón in Moldavia is going to suppose the cancelation or a new renegotiation of the Agreement of Association with the European Union that, in words of the Moldavian, was accepted of too hurried form.
This, joined to the support that the Moldavian Government offered to Ukraine in his pulse with Russia, supposed a a series of sanctions on the part of the Kremlin, which concerned with major intensity the food Moldavian products, due to a series of restrictions for the access of these the Russian market, which I damage the Moldavian economy that lives, principally, of the agriculture.
Therefore, this new twist is going to evidence the construction of a few narrowest relations with Russia, which could benefit the search of a Transnistria solution.
This band of territory situated between Moldavia and Ukraine, in which a Slavonic population lives for the most part and has presence of inhabitants and Russian military men, had supposed a new challenge for the Kremlin if there had been a major integration of Moldavia with the EU and the NATO, since from there the authorities of Kiev have been afraid always of the sending of help to the separatists of Donetsk and Lugansk.
For its part, the Radev victory in Bulgaria will suppose a twist because though it is not opposite to supporting the commitments of his country with the NATO, he wants a more pragmatic politics with regard to Moscow. In addition, he defenses the raising of the sanctions of the EU against Russia because he thinks that Moscow was not annexed to Crimea insomuch as the peninsula him belonged.
With this new return of screw, there is revealed the deep crisis that the European Union lives and his failure to asylum to Russia, which still counting the supports of Hungary, Serbia, Macedonia and the sharm of the Greek authorities. In spite of their integration in European, the Slavonic countries do not want to move away from the guardianship of Russia since they have a great economic but, dependence especially, energetics.
It is true that it was not A West who wanted this new polarization. His problem is that it has not could throw policies that there were re-throwing the economy of the new members and partners of the East. This way, for example, the structural funds to the construction and modernization of the infrastructures, with so much success were used in Spain, Poland and Portugal, stumbled in the East over pubic administrations unable to present solvent projects, which were canalizing the above mentioned funds.
But it must be The West who finally finds a few coherent politics that, counting the limitations of these companies, help to his growth obtaining with it to return to create the image of a European attractive Union. Only this way it will be possible prevent it from being ruined a history of sixty years of hard effort, work and success without precedents.
MARTA ESQUÍROZ MOLINA
http://www.tercerainformacion.es/articulo/internacional/2016/11/16/bulgaria-y-moldavia-deciden-en-las-urnas-volver-a-mirar-a-moscu
http://www.economist.com/news/europe/21710168-both-countries-are-continuing-long-standing-game-playing-russia-and-west-against-each
http://www.lavanguardia.com/politica/20160701/402899084749/entran-en-vigor-los-acuerdos-de-asociacion-de-la-ue-con-georgia-y-moldavia.html
http://www.larazon.es/internacional/bulgaria-y-moldavia-dan-la-espalda-a-la-ue-y-se-acercan-a-putin-ii13937483#.Ttt1XLMOiR767ukhttps://es.rbth.com/internacional/2016/11/15/moldavia-y-bulgaria-votan-a-favor-de-moscu_647865
http://dirigentesdigital.com/articulo/mercados/eeuu/39338/erdogan-harto-union-europea.html
http://www.dw.com/es/opini%C3%B3n-no-hay-ant%C3%ADdoto-contra-la-influencia-de-putin-en-europa-del-este/a-36406308
http://www.elmundo.es/internacional/2016/11/15/582a039822601d10158b45f1.html
2 thoughts on “MOLDAVIA Y BULGARIA: DOS NUEVOS ALIADOS PARA RUSIA/ Moldavia and Bulgaria: two new allies for Russia”