Tras una ofensiva llevada a cabo por el ejército nigeriano, Boko Haram ha perdido el que, hasta la fecha, había sido el cráneo de sus operaciones. El bosque de Sambisa albergaba en su interior uno de los campamentos principales del grupo terrorista. En el seno de la operación Lafiya Dole, el campamento fue desmantelado, se liberaron a 1880 personas y se detuvieron a 500 supuestos integrantes de la organización terrorista. Sin embargo, y a pesar de las afirmaciones del Gobierno de Nigeria, Boko Haram no se encuentra debilitado.
En efecto, Sambisa había resultado ser el cráneo de las operaciones de Boko Haram pero el cerebro lo conforman importantes personalidades, miembros del grupo que se encuentran distribuidos, no solo por Nigeria, sino por los alrededores del país. Boko Haram ha hecho del Lago Chad uno de sus bastiones principales. La escasez de recursos, las deplorables condiciones de vida que posee la población en esa zona y la dificultad de acceder a los pueblos que lo conforman, han hecho del Lago Chad un lugar fundamental para el grupo terrorista.
En el Lago Chad actúan, contra la presencia terrorista, fuerzas militares de Nigeria, Benín, Níger, Camerún y Chad. Aunque los triunfos de la actuación conjunta en la zona son muy sonados, los fracasos son más considerables. La rápida expansión de Boko Haram desde esa zona ha obligado al gobierno de Camerún a reforzar su seguridad en balde, puesto que la Región Extremo Norte se encuentra ya plagada de terroristas pertenecientes a este grupo.
El despliegue del grupo, que cuenta con células muy poderosas también por todo el este nigeriano, se hace evidente en los cada vez más frecuentes ataques que perpetúa. Según datos oficiales[1], Boko Haram ha sido, desde 2011, el grupo africano más sanguinario: ha superado a Al Qaeda del Magreb Islámico, a grupos armados e insurgencias e, incluso, a guerrillas tribales que, Hasta la aparición del grupo terrorista, eran considerados los movimientos más mortíferos del continente.
Ya en julio, otro cuartes base, en Damasak, fueron desmantelados sin suponer esto un freno al grupo terrorista. De hecho, el Estado de Borno, uno de los más golpeados por la acción terrorista, ha sido víctima esta semana de un nuevo atentado. Lo que realmente ha provocado la toma del centro de operaciones del grupo terrorista ha sido un despliegue aún mayor, así como un refuerzo a zonas en las que ya se habían asentado e, incluso, en territorios en los que aún su presencia se desconoce.
En definitiva, 2016 ha sido un año de más éxito que fracasos por parte de Boko Haram. Aunque las fuerzas militares de la zona se han unido en operaciones para combatir al grupo, y a pesar de que a lo largo del año hasta en tres ocasiones se ha dado por muerto al líder del grupo, lo cierto es que durante el 2016 Boko Haram ha consolidado su presencia en el noreste de Nigeria, ha aumentado su presencia en Camerún y en el Lago Chad, y ha sabido esquivar los ataques militares, manteniendo con vida a las principales personalidades que lideran el grupo terrorista. En el año más mortífero de Boko Haram, parece demasiado arriesgado confiar en las palabras del presidente Buhari y creer que el grupo se encuentra, cada vez, más debilitado.
After an offensive carried out by the Nigerian army, Boko Haram has lost their skull of its operations. The Sambisa forest was home to one of the main camps of the terrorist group. Due to the Lafiya Dole operation, the camp was dismantled, 1880 people were released and 500 alleged members of the terrorist organization were detained. However, despite the assertions of the Government of Nigeria, Boko Haram is not weakened.
In fact, Sambisa had proved to be the skull of Boko Haram’s operations, but the brain is made up of important personalities, members of the group that are distributed, not only by Nigeria, but also around the country. Boko Haram has made Lake Chad one of its main bastions. The scarcity of resources, the deplorable living conditions of the population in that area, and the difficulty of accessing the towns that make it up have made Lake Chad a fundamental place for the terrorist group.
In Lake Chad, military forces from Nigeria, Benin, Niger, Cameroon and Chad are operating against the terrorist presence. Although the triumphs of the joint action in the zone are much sounded, the failures are more considerable. The rapid expansion of Boko Haram from that area has forced the Cameroonian government to strengthen its security in vain, since the Far North Region is already plagued by terrorists belonging to this group.
The deployment of the group, which has very powerful cells throughout the Nigerian East, is evident in the increasingly frequent attacks it perpetuates. According to official data, Boko Haram has been, since 2011, the most bloodthirsty African group: it has surpassed al-Qaeda in the Islamic Maghreb, armed groups and insurgencies and even tribal guerrillas who spend the appearance of the terrorist group were considered the most deadly movements on the continent.
Already in July, another fourth base in Damasak was dismantled, without supposing this a brake to the terrorist group. In fact, the State of Borno, one of the most hit by the terrorist action, has been victim this week of a new attack. What has really brought about the takeover of the terrorist group’s operations centre has been an even greater deployment, as well as a reinforcement, to areas where they have already settled, and even in territories where their presence is still unknown.
In short, 2016 has been a year of more success than failures on the part of Boko Haram. Although the military forces in the area have joined in operations to combat the group, and despite the fact that throughout the year up to three times the group leader has been killed, the truth is that during 2016 Boko Haram has Consolidated its presence in north-eastern Nigeria, has increased its presence in Cameroon and Lake Chad, and has been able to dodge military attacks, keeping alive the leading personalities who lead the terrorist group. In Boko Haram’s deadliest year, it seems too risky to trust President Bihari’s words and to believe that the group is increasingly weakened.
PATRICIA JURADO DE LA SANTA
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