Author: ANTONIO SÁENZ PECO (Politic Science analyst)
En Filipinas, amplios sectores de población se encuentran en situación de vulnerabilidad y bajo la constante amenaza de desastres hidrológicos, los cuales causan cada año decenas de miles de desplazamientos. El número de evacuados y desplazados internos se ve acrecentado por los conflictos regionales relacionados con los grupos insurgentes del sur del país, especialmente en la isla de Mindanao.
Las políticas del actual gobierno filipino, presidido por Rodrigo Duterte, han conllevado la reiterada condena por parte de las Naciones Unidas y de relevantes actores supranacionales, que acusan al presidente filipino de flagrantes vulneraciones de los derechos y las libertades fundamentales en intentos en vano por detener las miles de ejecuciones extrajudiciales que se producen a día de hoy en el país.
La personalidad carismática y el calado social que alcanzan las declaraciones populistas y las ambiciosas iniciativas de Duterte, le aseguran un éxito político capaz de desplazar el sistema hacia el autoritarismo. Pese a poseer un régimen constitucional, el poder se encuentra en manos de las elítes económicas locales, asemejando su sistema a la oligarquía. Las políticas del ejecutivo han tomado una via involucionista que amenaza con derribar el inestable régimen democrático filipino.
La efectividad de la campaña contra el narcotráfico del ejecutivo de Duterte tiene su base en penas capitales sentenciadas en el acto por policia, escuadrones de la muerte y patrullas vecinales. Ejecuciones extrajudiciales que quedan lejos de los procesos legales y la demora de los tribunales. De esta forma, se estiman en 6000 las personas asesinadas, a razón de mil por mes de presidencia. Las víctimas son presuntos sospechosos de tener algún tipo de relación con las drogas, ya sea por tráfico o consumo. El Poder Judicial carece de la capacidad para frenar los actos de impunidad y arbitrariedad, siendo absoluta la inseguridad jurídica. En Filipinas tiene lugar una suspensión de facto del derecho constitucional a la defensa.
El éxito político de Duterte viene determinado por los logros alcanzados en materia de orden y seguridad ciudadana y su propósito de realizar una cruzada contra la corrupción. Esto le hace gozar de un fuerte apoyo en extensos sectores de población, que actualmente se sienten más seguros y celebran la efectividad de la estrategia del gobierno. La mayoría de los filipinos ve justificada la impunidad policial promovida por el presidente pese a suponer un desprecio hacia la ley y los Derechos Humanos.
Los últimos seis meses del actual gobierno filipino han generado un rediseño de las dinámicas regionales en Asia-Pacífico. La política exterior del ejecutivo de Duterte viene marcada por un distanciamiento respecto de su aliado tradicional, los EEUU. En este sentido, Duterte supone un obstáculo en la estrategia de Washington de aumentar su influencia en la región. De forma paralela, se ha hecho efectivo un giro hacia el eje Pekín-Moscú, siendo abiertamente manifiesta
la firme intención de establecer un flujo de suministro de todo tipo de material bélico y préstamos en condiciones ventajosas para Manila.
La respuesta estadounidense por su preocupación ante la campaña de ejecuciones ha sido la de suspender la renovación del paquete de ayudas a Filipinas en materia de Cooperación al Desarrollo. Por su parte, Duterte ha enviado un ultimátum con el plazo de dos años a EEUU para que retire sus tropas del archipiélago. Asimismo, ha declarado su intención de anular los acuerdos en materia de cooperación militar y las maniobras regulares conjuntas con el ejercito estadounidense. Duterte se presenta a sí mismo como aquel que resiste ante las pretensiones de «hegemonía imperialista» de los EEUU, defendiendo así el avance hacia un mundo cada vez más multipolar.
In the Philippines , large sections of the population are found in a highly vulnerable situation and under the constant threat of hydro-meteorological disasters that every year cost ten of thousand displacements. The number of evacuees and internally displaced increased by the conflicts related to insurgent groups in the south of the country, especially in the island of Mindanao.
The politics of the current govermment, chaired by Rodrigo Duterte, have brought the
repeatedly condemnation and criticism by the United Nations and relevant supranational actors, who accused the Philippine president of flagrant violations of fundamental right and freedoms in a vain attempt to detent the thousand of extra-judicial killings that take place in the country.
The charismatic personality and the social significance who reach the populism outlandish statement and proposal made by Duterte, guarantee a political success able to rotate the political system toward authoritarianism. Despite having constitutional system, the decision-making power is concentrating in the hands of local elites, coming to resemble an oligarchy power structure. The action of the executive show involution temptations, who is threatening to overthrow the fragile Philippine democratic system.
The effectiveness of the counternarcotic campaign of Duterte`s executive is based on capital punishment instantly sentenced by police, death squads and neighborhood patrols. Extrajudicial execution away from court proceeding and delays. In this way, it is estimated 6000 people were killed, a thousand of people per month of presidency. The victims are alleged suspects of having some sort of relation to drugs, whether they are dealers or users. The judiciary lacks the capacities to put an end and prosecute the acts of impunity and arbitrariness, this gives rise to total legal uncertainly. In the Philippines take place the suspension de facto of the constitutional right of defense.
Duterte´s political success is determined by the achievement made in terms of public order and community security and his intention of undertaking a crusade against corruption. That allows him to enjoy a strong political support in wide sectors of the population, whom currently feel more secure and welcomed the effectiveness of the government strategy. Most Filipinos think that police impunity promoted by the President is justified despite been a disregard for law and for human dignity.
The last six months of the current presidency has produced a redesign of the regional dynamics in Asia Pacific. The foreign policy of Duterte´s executive is marked by the estrangement from the USA, its traditional ally. In this regard, Duterte is an obstacle in Washington strategy of increasing its influence in the region. At the same time, has become effectively a shift toward Peking-Moscow axis, been openly manifested the strong intention of setting up a flow of all types of war materials supply and loans in advantageous conditions for Manila.
The response of American to Duterte´s «War on Drugs» has been suspended their aid on development cooperation with the Philippines. On the other hand, Duterte has sent an ultimatum with two years as the deadline for U.S. to remove its troops of the Philippine archipelago. In addittion has stated its intention of nullifying the military cooperation agreement and the joint military exercises with the U.S. Army. Duterte introduced himself as the one who resist against «American hegemonic imperialist» ambitions, standing in favour of the progress toward an increasingly multipolar world.
ANTONIO SÁENZ PECO
BEREHULAK, Daniel (2016) ‘They Are Slaughtering Us Like Animals’ The New York Times.
http://www.aljazeera.com/indepth/interactive/2016/08/philippines-death-toll-duterte-war-drugs-160825115400719.html
https://www.hrw.org/asia/philippines
http://katehon.com/es/article/filipinas-quiere-un-mundo-multipolar-sin-la-dictadura-de-los-eeuu
https://www.stratfor.com/analysis/method-dutertes-madness
https://www.foreignaffairs.com/articles/philippines/2016-11-02/dutertes-defiance