El pasado 6 de febrero se celebró el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Grenital Femenina. Existe en la comunidad internacional un fuerte consenso en cuanto a la condena de esta práctica, siendo reconocida de forma unánime como una violación del derecho a la salud, la seguridad y la integridad física, ya que supone, de manera indiscutible, una forma de maltrato infantil. Esta práctica no debe ser tolerada desde el prisma del relativismo cultural, entendiendo que la defensa de los derechos humanos prevalece frente al respeto por las tradiciones culturales.
La MGF, pese a practicarse en numerosas sociedades musulmanas, no tiene su origen en el Islam. Su génesis se remonta, según los estudiosos, al Egipto de hace 4 mil años. En este sentido, se ha constatado la práctica de la ablación en poblaciones indígenas de países de América Latina de amplia tradición católica y sin contacto con la cultura islámica, como es el caso de Colombia. Asimismo, en Etiopía la ablación femenina es practicada tanto por cristianos coptos como por judíos falashas. Debemos decir que la Mutilación Genital Femenina supone una forma ancestral de dominación patriarcal que ha tratado de vincularse de forma artificiosa al Islam.
Se calcula que la MGF afecta a más de 200 millones de niñas en un total de 30 países. Su práctica está mayoritariamente concentrada en los países que abarcan desde la costa atlántica africana hasta el cuerno de África, pero también está extendida en países de Oriente Medio como Iraq o Yemen, así como en algunos países de Asia, como son Indonesia o Sri Lanka. El incremento de los flujos migratorios procedentes del continente africano conlleva a que se esté produciendo una diáspora de la MGF. En este sentido, existen amplias comunidades en Europa, el Norte de América y Australia, en las cuales tiene lugar esta práctica de forma clandestina. En España residen más de 200.000 habitantes inmigrados desde países del África subsahariana con un fuerte arraigo cultural y prevalencia de la MGF, como son los casos de Senegal, Nigeria, Malí o Gambia.
La MGF contiene un gran significado simbólico, estando las jóvenes sometidas a una fuerte presión cultural dentro de una estructura social que garantiza su perpetuidad. Las comunidades de población inmigrante presentan un fuerte carácter gerontocrático que provoca un conflicto de lealtades respecto a sus mayores en las sociedades de origen. En ciertas comunidades la ablación marca de forma ritual la posesión de condición étnica y de identidad de género, determina la transición hacia la madurez y la fertilidad, siendo aquello que permite el paso al matrimonio. No someterse al ritual supone como consecuencia ser víctima de marginación y exclusión.
La lucha contra la Mutilación Genital Femenina ha combinado la sanción y la persecución a nivel legislativo con actuaciones de sensibilización y prevención a través de los mecanismos de atención directa al ciudadano y de prestación de servicios, como son los centros de atención primaria, las escuelas o ciertas organizaciones pertenecientes a la sociedad civil que trabajan en el apoyo y la inserción de los inmigrantes. Sin embargo, la erradicación de la MGF , una práctica basada en el sometimiento, no será posible sin antes tener lugar un proceso de empoderamiento de la mujer.
On February 6 was celebrated the International Day of Zero Tolerance of Female Genital Mutilation. There is a strong consensus on the condemnation of this practice, being unanimously recognized as a violation of the right to health, safety and physical integrity, since it unquestionably constitutes a form of child abuse. This practice should not be tolerated from the point of view of cultural relativism, since the defense of human rights must take precedence over respect for cultural traditions.
FGM, although practiced in many Muslim societies, does not have its origin in Islam. Its genesis goes back, according to many scholars, to Egypt 4,000 years ago. In this sense, the practice of ablation in indigenous populations of Latin American countries of broad Catholic tradition and without contact with Islamic culture, as in the case of Colombia, has been verified. Likewise, in Ethiopia female ablation is practiced by both Coptic Christians and Falashas Jews. We must say that Female Genital Mutilation is an ancestral form of patriarchal domination that has tried to artificially link to Islam
It is estimated that FGM affects more than 200 million girls in a total of 30 countries. Its practice is concentrated in countries ranging from the Atlantic coast of Africa to the Horn of Africa, but is also widespread in countries of the Middle East such as Irak or Yemen, as well as in some countries in Asia, such as Indonesia or Sri Lanka.
The increase in migratory flows from the African continent leads to the occurrence of an FGM diaspora. In this sense, there are large communities in Europe, North America and Australia, where this practice takes place clandestinely. In Spain there are more than 200,000 immigrants from sub-Saharan African countries with strong cultural roots and prevalence of FGM, such as Senegal, Nigeria, Mali and the Gambia.
FGM has a great symbolic meaning, with young women being subjected to strong cultural pressure within a social structure that guarantees their perpetuity. These communities of immigrant population present a strong gerontocratic character that provokes a conflict of loyalties with respect to their elders in societies of origin. In certain societies ablation marks ritually the possession of ethnic status and gender identity, it determines the transition towards maturity and fertility, being that which allows the passage to marriage. Not submit to ritual has the consequence of being a victim of marginalization and exclusion.
The fight against female genital mutilation has combined sanction and prosecution at the legislative level with awareness and prevention actions through the mechanisms of direct attention to the citizen and the provision of services, such as primary care centers, schools or certain organizations belonging to the civil society that work in the support and the insertion of the immigrants. However, the eradication of FGM, a practice based on submission, will not be possible without a process of empowerment of women.
Antonio Sáenz Peco
http://www.unwomen.org/en/news/stories/2017/2/statement-by-un-women-on-the-international-day-of-zero-tolerance-for-female-genital-mutilationhttps://www.hrw.org/tag/fgm
Haz clic para acceder a demasiadodolor_web_20140206134744.pdf
http://www.un.org/en/events/femalegenitalmutilationday/
https://eeas.europa.eu/headquarters/headquarters-homepage_en/19979/Joint%20Statement%20on%20the%20International%20Day%20of%20Zero%20Tolerance%20for%20Female%20Genital%20Mutilation
http://ec.europa.eu/justice/gender-equality/gender-violence/eliminating-female-genital-mutilation/index_en.htmhttp://www.endfgm.eu/female-genital-mutilation/eu-policy-and-legal-framework/
http://www.mgf.uab.es/eng/scientific_publications/articulo_Harresiak.pdf?iframe=true&width=100%&height=100%