El 2 de marzo se ha anunciado por canales afines a Al Qaeda la formación de una coalición terrorista en la franja del Sahel bajo el nombre de Jama’at Nusrat al-Islam wal-Muslimin (Grupo de Apoyo para el Islam y los musulmanes). El nuevo grupo llama a la unidad bajo «un solo estandarte, una organización, un emir»: Iyad Ag Ghaly (emir del grupo terrorista Ansar Dine, más próximo a Daesh pero con declarada lealtad hacia Al Qaeda) lidera la coalición, su sello mediático «Al Zalaqa» hace referencia a la Batalla de Sagrajas contra las tropas españolas de Alfonso VI en el 1086 en la provincia de Badajoz y la bandera que ondea en su estandarte es la oficialmente usada por el autoproclamado Estado Islámico.
4 grupos terroristas se han unido a esta organización: Ansar Dine, Al Murabitoon, Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y el Frente de Liberación de Macina. Ansar Dine es el grupo oficial de Al Qaeda en Mali y está liderado por el emir de la nueva coalición, Iyad Ag Ghaly; Al Murabitoon está liderado por Hassan al Ansari, por lo que la ausencia de Belmokhtar en esta nueva formación acerca la sospecha de su tan anunciada muerte; AQMI en el Magreb Islámico está representado en la nueva coalición por el comandante en jefe Yayha Abu Hammam y otro oficial de autoridad religiosa, Abu Abdul Al Sanhaji. Amadou Kouffa, un imam local de la etnia fulani y muy cercano a Ghaly y su grupo, Ansar Dine, aparece como el líder del Movimiento de Liberación de Macina.
DESAFÍO QUE SUPONE ESTA NUEVA COALICIÓN TERRORISTA
Es la primera vez que se unifica bajo una sola identidad una coalición yihadista en la franja del Sahel. Esta formación afianza a nivel global la dirección unitaria de Al Qaeda contra la amenaza occidental y ofrece un atractivo propagandístico para los grupos terroristas que están viendo la derrota territorial del Daesh como un golpe al sueño de edificar un Califato.
Con este anuncio, se evidencia la amenaza terrorista en el Sahel y se acrecienta el frente de combate contra el asentamiento terrorista. Una mayor colaboración militar y financiera de los principales grupos terroristas en esa zona dificultará los esfuerzos por estabilizar el Sahel. No obstante, el acuerdo de unidad de operación en la franja del Sahel y el sometimiento de los grupos participantes en la nueva coalición a las órdenes del emir de Ansar Dine, sólo tiene jurisdicción en territorio africano; por lo que las operaciones exteriores de Al Qaeda, fundamentalmente contra objetivos occidentales mediante atentados terroristas, seguirán respondiendo a los objetivos locales y con independencia del programa de establecimiento de un emirato en el Sahel. Esta diferenciación se debe a las lecciones aprendidas, tanto de la histórica y permeable existencia de Al Qaeda -que aguanta adaptándose a las amenazas y a los escenarios gracias a su estructura descentralizada-, como del atractivo pero fugaz proyecto del autoproclamado Estado Islámico.
El que hayan adoptado la bandera usada por Daesh para identificar la nueva coalición supone un movimiento reivindicativo de lo que significa la construcción de un Estado Islámico y podría suponer un nuevo paso para reestablecer la identidad de un Califato, pero esta vez bajo la autoridad de Al Qaeda y sin las pretensiones fugaces y utópicas de un Califato global presentado por Daesh.
ESTRATEGIA ANTE LA AMENAZA
La zona del Sahel está considerada como la mayor amenaza exterior para el sur de Europa. El protagonismo de los países europeos de la franja mediterránea para la apertura de una mayor colaboración con los países del norte de África en materia de seguridad puede ser una oportunidad clave para mantener unos esfuerzos conjuntos y coordinados para la lucha contra la expansión del terrorismo. Por otro lado, a pesar de las desventajas que se puedan encontrar en una unidad de actuación terrorista en el Sahel, la unificación de muchos de esos grupos principales en una coalición facilita su localización y neutralización, así como el cierre de sus vínculos con el crimen organizado.
España, Francia e Italia, principalmente, insisten en que la OTAN debe atender más las amenazas que provienen del sur y ofrecen una mayor contribución para las misiones de adiestramiento y estabilización de la franja del Sahel. De hecho, la OTAN ya ha autorizado la apertura de un Centro Regional en Nápoles para gestionar la respuesta a la amenaza a la seguridad en África y el Mediterráneo.
On March 2, the formation of a terrorist coalition in the Sahel under the name Jama’at Nusrat al-Islam wal-Muslimin (Support Group for Islam and Muslims) has been announced through channels related to Al Qaeda. The new group calls for unity «under one banner, one organization, one emir»: Iyad Ag Ghaly (emir of the terrorist group Ansar Dine, closest to Daesh but with declared loyalty to Al Qaeda) leads the coalition, his media label «Al Zalaqa» refers to the Battle of Sagrajas against the Spanish troops of Alfonso VI in 1086 in the province of Badajoz and the flag that flutters in its banner is the one officially used by the self-proclaimed Islamic State.
4 terrorist groups have joined this organization: Ansar Dine, Al Murabitoon, Al Qaeda in the Islamic Maghreb (AQIM) and the Macina Liberation Front. Ansar Dine is the official group of Al Qaeda in Mali and is led by the emir of the new coalition, Iyad Ag Ghaly; Al Murabitoon is led by Hassan al Ansari, reason why the absence of Belmokhtar in this new formation increases the suspicion of his so announced death; AQIM in the Islamic Maghreb is represented in the new coalition by the Commander in Chief Yayha Abu Hammam and another religious official authority, Abu Abdul Al Sanhaji. Amadou Kouffa, a local Fulani Imam and very close to Ghaly and his group, Ansar Dine, appears as the leader of the Macina Liberation Movement.
CHALLENGE SUPPORTED BY THIS NEW TERRORIST COALITION
It is the first time that a Jihadist coalition in the Sahel is unified under a single identity. This formation globally strengthens Al Qaeda’s unitary leadership against the Western threat and offers a propaganda prop for terrorist groups which are seeing the territorial defeat of the Daesh as a blow to the dream of building a Caliphate.
With this announcement, the terrorist threat in the Sahel is evidenced and the battle front against the terrorist settlement is increased. Greater military and financial collaboration of the main terrorist groups in that area will hinder efforts to stabilize the Sahel. However, the operation unit agreement in the Sahel and the subjugation of the groups participating in the new coalition under the command of the Ansar Dine’s emir, has jurisdiction only on the African territory; Al Qaeda’s foreign operations, primarily against Western targets through terrorist attacks, will continue to respond to local objectives and independent of the establishment of an emirate in the Sahel. This differentiation is due to the lessons learned from both the historical and permeable existence of al-Qaeda, which survives by adapting to threats and scenarios through its decentralized structure, and by the attractive but fleeting project of the self-proclaimed Islamic State.
If they have adopted the flag used by Daesh to identify the new coalition suppose a movement claiming what the construction of an Islamic State means and could be a new step to reestablish the identity of a Caliphate, but this time under the authority of Al Qaeda and without the fleeting and utopian pretensions of a global Caliphate presented by Daesh.
STRATEGY FOR THE THREAT
The Sahel area is considered the biggest foreign threat for southern Europe. The role of the European countries in the Mediterranean region should open up greater collaboration with the countries of North Africa in security matters; this can be a key opportunity for joint and coordinated efforts to combat the spread of terrorism. On the other hand, in spite of the disadvantages that can be found in a terrorist unit of action in the Sahel, the unification of many of these main groups in a coalition facilitates their localization and neutralization, as well as the closure of their links with the organized crime.
Spain, France and Italy, in particular, insist that NATO must further address the threats from the south and they have offered a greater contribution to the training and stabilization missions of the Sahel. In fact, NATO has already authorized the opening of a Regional Center in Naples to manage the response to the security threat in Africa and the Mediterranean.
MARTA Gª OUTÓN
http://www.longwarjournal.org/archives/2017/03/analysis-al-qaeda-groups-reorganize-in-west-africa.php
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