Estados Unidos anunció el pasado lunes 6 de Marzo el inicio del despliegue en territorio surcoreano del polémico escudo antimisiles sistema de Defensa de Área Termal de Gran Altitud (THAAD por sus siglas en inglés), que busca contrarrestar la amenaza creciente de Corea del Norte.
Esto pone de manifiesto que, tras 62 años de la firma del armisticio en 1953 entre las dos Coreas, ambos países continúan en pie de guerra.
La estrategia estadounidense utilizada durante los últimos 20 años, consistía en proporcionar ayuda humanitaria a cambio de que el régimen dejase de desarrollar armas nucleares. Pero en 2002, Pyongyang reconoció que seguía adelante con sus planes nucleares y, desde entonces, ha llevado a cabo cinco pruebas nucleares, dos de ellas el año pasado.
Por su parte, Corea del Norte ha amenazado con probar este mismo año un misil intercontinental de largo alcance, tipo KN-14 y KN-08, que podría alcanzar territorio estadounidense. En 2016 Corea del Norte ha realizado 24 pruebas de misiles, y en menos de un mes ha lanzado cinco cohetes de alcance intermedio hacia el mar de Japón, del tipo Nodong y Musudan, tres de los cuales alcanzaron aguas bajo soberanía de Japón, en acciones que los analistas han interpretado como un intento de poner a prueba a la nueva Administración estadounidense del presidente Donald Trump.
Con el despliegue del THAAD se pone fin a la política de paciencia estratégica, palabras que usó el secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson tras reuniones con las autoridades surcoreanas en Seúl en su segunda etapa de la gira por Asia, y se da la bienvenida a una nueva estrategia. Esta se basaría en un programa secreto denominado OPLAN 5015 (U.S. Operations Plan 5015) que consistiría en prevenir una guerra prolongada y ganarla en una etapa temprana. De entre sus métodos podrían estar la eliminación fulminante de los líderes de Corea del Norte y ataques preventivos de gran precisión sobre sus instalaciones militares.
Esto no ha dejado indiferente a China que ya ha mostrado su descontento con este despliegue temiendo que este sistema antimisiles sea utilizado como un mecanismo de espionaje y que su capacidad de intercepción reduzca su poder de disuasión. Un informe de la agencia de noticias ,Xinhua, dijo que el despliegue del THAAD podría dar inicio a una «carrera armamentística» en la región. Explicado de forma sencilla, el THAAD sería como una red que pararía todas las pelotas que China pudiera lanzar hacia todo el sudeste asiático y Japón. Su capacidad de amenazar, por ejemplo, a Japón o Australia, sería casi totalmente bloqueada.
Por el lado norteamericano, el presidente Trump ya criticó en varias ocasiones la pasividad de China ante las pruebas nucleares realizadas por Corea del Norte dado que, como principal aliado, es el que más capacidad tiene para influir verdaderamente en el cese del armamento nuclear norcoreano.
Wang pidió a EE.UU. y Corea del Sur aliviar las tensiones en la región mediante la suspensión de los ejercicios militares conjuntos anuales a cambio de que Pyongyang a cambio de detener su programa nuclear. Pero dado el fracaso de su propuesta, una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, manifestó hoy que Pekín está dispuesto a discutir otros planes con el objetivo de conseguir la desnuclearización de la península y reducir la tensión de la zona. A China no le gusta lo más mínimo que su errático e impredecible vecino coreano disponga de un importante arsenal de armas nucleares capaces de alcanzar la mayor parte de su territorio donde se concentra el 80% de su población y casi el 95% de su generación de PIB (las casi vacías regiones del oeste tienen escaso valor económico). Por ello, China siguiendo las resoluciones de la ONU ha procedido a suspender hace escasas semanas las importaciones de carbón norcoreano, una de las escasas fuentes de divisas que dispone Corea del Norte.
Con una incertidumbre visible en el ambiente, el portaaviones estadounidense de propulsión nuclear USS Carl Vinson llegó el 15 de marzo a Corea del Sur para participar en el ejercicio militar conjunto a la vez que saltaba la noticia del que la unidad SEAL Team 6 (un grupo especial de la Armada de EE.UU. conocido por asesinar a Osama Bin Laden) se unirá por primera vez a las maniobras y participará en un simulacro de la eliminación del líder norcoreano, Kim Jong-un.
Por tanto, estamos ante una creciente tensión que amenaza con desencadenar un conflicto militar entre los dos países que podría suponer la implicación militar de Estados Unidos (aliado surcoreano) y China (aliado norcoreano) y volver a avivar uno de los conflictos vivido durante la Guerra Fría. ¿Se atrevería Trump a lanzar un ataque preventivo quirúrgico contra Corea del Norte, si esta sobrepasa el límite de riesgo asumible por USA? El tiempo nos dará la respuesta.
The United States announced the last Monday, the 6th of March, the beginning of the deployment in the South Korean territory of the polemic antiballistic shield system of Defense of Thermal Area of Great Altitude (THAAD for his initials in English), that seeks to offset the increasing threat of North Korea.
This reveals that after 62 years of the signing of the armistice in 1953 between the two Koreas, both countries continues in foot of war.
The strategy of EEUU used during the last 20 years was consisting of providing humanitarian help in return for the fact that the regime was stopping developing nuclear weapon. But, in 2002, Pyongyang admitted that is was continuing forward with his nuclear plans and, since then, it has carried out five nuclear tests, two of them last year.
For his part, North Korea has threatened to prove, this year, an intercontinental missile of long scape, type KN-14 and KN-08, that could reach American territory. In 2016, North Korea has realized 24 test of missiles and, in and in less than one month it has thrown five rockets of intermediate scope towards the sea of Japan, of the type Nodong and Musudan, three of which reached waters under sovereignty of Japan, in actions that the analysts have interpreted as an attempt of testing to the new American Administration of the president Donald Trump.
With the deployment of the THAAD puts on end the politic of strategy patience, words that used the secretary of American State, Rex Tillerson, after meetings with the South Korean authorities in Seoul in his second stage of the tour along Asia, and one gives the welcome to a new strategy. This one would base in a secret program denominated OPLAN 5015 (U.S Operations Plan 2015) that would consist of anticipating a long war and of gaining it in an early stage. Of between his methods, would be the fulminating elimination of the leaders of North Korea and preventive assaults of great precision on his military facilities.
This has not made indifferent to China that already has showed his dissatisfaction with this deployment being afraid that this system antiballistic is used as a mechanism of espionage and that his capacity of interception reduces his power of dissuasion. A report of the news agency, Xinhua, said that the deployment of the THAAD could give beginning of an arms race» in the region. Explained as an easy form, the THAAD would be like a net that would stop all the balls that China could throw towards the whole Asian southeast and Japan. His aptitude to threaten, for example, Japan or Australia, would be almost totally blocked.
By the North American side, the president Trump has yet criticized in several occasions the passiveness of China before the nuclear tests realized by North Korea provided that, as principal ally, it is the one that more capacity has to influence really the cessation of the nuclear North Korean armament.
Wang asked to USA and South Korea to relieve the tensions in the region by means of the suspension of the military exercises annual sets in return for the fact that Pyongyang in exchange for stopping his nuclear program. But, in view of the failure of his offer, a a spokesperson of the State Department, Hua Chunying, it demonstrated today that Pekin is ready to discuss other plans with the aim to obtain the denuclearization of the peninsula and to reduce the tension of the zone. To China does not like the more minimal thing that his erratic and unpredictable Korean neighbor has an important arsenal of nuclear weapon capable of reaching most of his territory where one concentrates 80 % of his population and almost 95 % of his generation of GDP (the almost empty regions of the west have scanty economic value). For it China, continuing the resolutions of the UNO, it has proceeded to suspend scanty weeks ago the imports of North Korean coal, one of the scanty sources of currencies that North Korea arranges.
With a visible uncertainty in the environment, the American aircraft carrier of nuclear propulsion USS Carl Vinson came on March 15 to South Korea to take part in the military joint exercise simultaneously that was jumping the news of that the unit SEAL Team 6 (a special group of the Navy of USA known for murdering Osama Bin Laden) it will join for the first time the maneuvers and will take part in a sham of the elimination of the North Korean leader, Kim Jong-un.
Therefore, we are before an increasing tension that threatens to unleash a military conflict between both countries that there might suppose the military implication of The United States (South Korean ally) and China (North Korean ally) and returning to intensify one of the conflicts lived during the Cold War. Would Trump dare to throw a preventive surgical assault against North Korea, if this one exceeds the limit of risk assumable for USA? Time will give us the answer.
MARTA E. MOLINA
http://www.europapress.es/internacional/noticia-eeuu-inicia-despliegue-sistema-defensa-antimisiles-thaad-corea-sur-20170307034501.html