PRINCIPALES ATAQUES TALIBANES:
- Mazar e-Sharif: Más de 100 militares afganos perecieron en un ataque talibán sobre la base militar de Mazar e-Sharif (principal base del ejército afgano que aporta seguridad al norte del país, especialmente a la provincia vecina de Kunduz) aprovechando la hora de la oración. El grupo terrorista empleó el ataque suicida para derribar las defensas de la base y entrar en el recinto con uniformes del ejército[1]. Este ataque ha resultado ser uno de los más mortíferos contra el ejército afgano, siendo especial objetivo la desestabilización de las principales fuerzas de seguridad en el norte del país y al ser centro de acogida de unidades militares extranjeras.
- Kunduz: La ciudad de Kunduz ha sido centro de disputa entre los talibanes y las fuerzas afganas desde los últimos años. Las fuerzas insurgentes, desde el inicio de la ofensiva, han sido capaces de hacerse con las zonas que rodean la ciudad (Dasht e-Archi, Chahca Dara y Qala i-Zal) y ahora presionan con todas sus fuerzas incrementando el miedo entre la población local. Sin el adecuado apoyo de la población local y de las fuerzas militares extranjeras, las fuerzas de seguridad afganas no serán capaces de soportar la presión talibana y habrán perdido otro núcleo fundamental y estratégico a favor de los extremistas. Los talibanes han movilizado además una potente estrategia para ganarse los corazones y las mentes de la población local de Kunduz, cansada de la corrupción gubernamental en esa zona[2], infiltrando algunos de sus miembros de origen tayiko y uzbeco.
- Helmand
- Sangin: El distrito de Sangin, en disputa con los militantes talibanes durante más de un año, ha caído finalmente en marzo en manos de los terroristas. La toma de Sangin en un símbolo de derrota de las fuerzas extranjeras en Afganistán (pues fue centro de lucha de unidades británicas y de la OTAN desde el 2013) y una demostración de la creciente fuerza e influencia talibana en el sur del país. Sangin es además un centro estratégico para el comercio del opio y está próxima a la zona de mayor insurgencia talibana, al lado de la frontera con Pakistán.
- Badakhshan
- Zebak: Nada más empezar la Operación Mansour, los talibanes reclamaron la toma del distrito de Zebak, en la Provincia de Badakshan, al noreste del país y frontera con Pakistán, y de Warduj y Yumgan. Con el éxito de este ataque, los terroristas extendieron sus operaciones a la frontera con Tayikistán, en el distrito de Ishkashim. Esta posición es clave para los talibanes ya que les asegura el acceso a la principal vía de suministros desde Pakistán (el distrito de Chatral)[3].
PRINCIPALES OBJETIVOS:
- Conseguir un posicionamiento político en las áreas tomadas al gobierno central con la implementación de “justicia social y desarrollo”[4] ante un país con altos niveles de corrupción y sectarismo.
- Romper cerco de seguridad en el norte del país, buscando reestablecer fuerzas en Kunduz, corazón de la insurgencia en esa parte de Afganistán.
- Expandir influencia y poder en el sur del país, estableciendo conexión entre sus zonas de operatividad desde la Provincia de Helmand hasta la frontera de Pakistán y haciéndose con los centros de explotación y apoyo para su principal fuente de financiación: el contrabando (aporta, según la ONU, unos 400 millones de dólares al año), pero también minerales y piezas exclusivas (como el lapislázuli)[5].
- Debilitar y castigar la presencia de unidades extranjeras en el país en nombre del anterior Mullah, Mansouri, asesinado por un dron estadounidense el año pasado. Estados Unidos cuenta con unas 8.000 tropas y la OTAN con unas 5.000 con el objetivo de entrenar y asistir a las fuerzas de seguridad afganas.
- Asegurar vías de suministros desde Pakistán en el noreste del país. La concentración de ataques en la provincia de Badakhshan y en la frontera con Tayikistán suministrará a la insurgencia con armamento y más combatientes.
- Conseguir el apoyo de la población local frente al gobierno central generando una dependencia en el apoyo talibán ante su expansión territorial.
POR QUÉ ES CRUCIAL LA ACTUAL OFENSIVA DE PRIMAVERA TALIBANA
Nueva administración norteamericana
La política de defensa de la nueva administración norteamericana puede ser vital para la estabilización (o supervivencia) del gobierno afgano, que agoniza con el empuje, este año más violento, del grupo extremista talibán. El empleo el mes pasado de la “Madre de todas las bombas”[6] sobre el este de Afganistán dirigido contra las posiciones del autoproclamado Estado Islámico no ha sido más que un golpe simbólico contra uno de los menores enemigos en la región. No obstante, Donald Trump ha confirmado su compromiso para con Afganistán y ha asegurado el próximo envío de unas 1700 unidades más para apoyar en la seguridad del país. Este impulso al compromiso militar de Estados Unidos puede suponer un cambio favorable para el gobierno afgano, pero también un aliciente para un mayor empuje talibán con una estrategia diferente (ofreciendo cubrir lo que el gobierno central no es capaz de garantizar).
Por otro lado, una mayor implicación militar de Estados Unidos en Afganistán está llamando la atención de su rival, Rusia, que también busca manejar la dirección geopolítica de la región de forma directa e indirecta.
Debilidad del gobierno afgano y aumento de la influencia talibana.
Con el inicio del 2017, tanto el gobierno central del país como el grupo terrorista talibán han acrecentado su influencia y control de los principales distritos; no obstante, los talibanes han ido aumentando en poder y presencia y ahora llegan a controlar (frente al 2015, que sólo contaban con el 7% del país) el 11% (un total de 11 distritos con influencia sobre más de otros 35), según datos aportados por SIGAR (Special Inspector General for Afghanistan Reconstruction) a comienzos del año[7]. Su presencia territorial y el liderazgo que establecen en las zonas tomadas han facilitado la dependencia de la población local en la administración talibana, eliminando el poder del gobierno central en esas áreas; esto a sectarizado a la población y ha incrementado la influencia de la ideología extremista del grupo.
La nueva estrategia de seguridad implantada por el gobierno que indicaba el abandono de las zonas que no se observaban como relevantes para reforzar la defensa en otras áreas ha sido una de las mayores excusas para el impulso de la resistencia talibana, que las ha utilizado para acoger unidades terroristas para entrenamiento y presión sobre centros de población mayores (estrategia explicada por el Mullah Aminullah Yousuf, gobernador talibán en la provincia de Uruzgan[8]). No obstante, la situación de refuerzo y extensión del control territorial de las fuerzas de seguridad afganas demuestra lo importante que es el mantenimiento del apoyo y entrenamiento a las unidades militares, que soportan y empujan a la resistencia con ayuda exterior, pero que agonizan en zonas donde la insurgencia ha conseguido reagruparse y hacerse más fuerte gracias a sus conexiones territoriales (Helmand, Kandahar, Uruzgan, Zabul y Ghazni). La administración Trump ha confirmado el envío de 1.700 tropas a Afganistán para apoyar a las fuerzas gubernamentales para el próximo verano[9].
Ahora mismo, los distritos que presentan el mayor desafío (debido a la amplia presencia de insurgentes) son el distrito de Helmand (los talibanes controlan casi la mitad del distrito) y la provincia de Uruzgan (con 4 de los 6 distritos bajo dominio talibán).
Implicación de terceros países (Rusia y su presencia en Afganistán)
Esta ofensiva primaveral coincide con el aniversario de la revolución afgana contra el dominio ruso, que acabó con su expulsión en 1989. Aun así, y más en los últimos años, Rusia ha expandido su interés en la región, a través de acuerdos de colaboración de seguridad con los países vecinos de Afganistán (para fortalecer la seguridad entre fronteras con el gobierno de Tayikistán) y poniendo acento en la función del bloque militar centroasiático (CSTO) con sus miembros y aliados (del que Turquía ha mostrado interés en formar parte ante su aproximación hacia el gigante ruso). Para Rusia, el país afgano es de vital importancia a nivel geoestratégico y para su propia seguridad nacional, ya que es centro de flujos de narcotráfico y fuente de inspiración para la radicalización violenta en las fronteras rusas.
Además, ha habido rumores que denuncian la suministración de armamento a los talibanes por parte de Rusia, en su doble juego de liderazgo con Estados Unidos, ya presente en las regiones vecinas, y motivado por el creciente número de tropas estadounidenses en el país; esta implicación ha sido denunciada por el gobernador afgano de Kunduz, quien ha asegurado el movimiento de material en favor de los talibanes por parte de los rusos presentes en la frontera con Tayikistán[10].
Extensión del autoproclamado Estado Islámico hacia Afganistán-Pakistán
El autoproclamado Estado Islámico, desde su origen, ha buscado posicionarse en un país desestabilizado como Afganistán, que cuenta ya con una fuerte influencia e impacto de la ideología más extremista del sunismo. Tras las pérdidas territoriales sufridas en Irak y Siria, Daesh ha estado intentando empujar a Al Qaeda y a los Talibanes de su territorio histórico buscando la división entre los líderes locales y la insatisfacción popular.
Últimamente, el grupo terrorista ha conseguido posicionarse en el extremo oriental del país, en la frontera con Pakistán, una perfecta lanzadera para la movilización de tropas entre países. No obstante, Daesh no ha logrado influir en la zona como esperaba -y más tras la muerte de los principales líderes del grupo en el país: Abdul Hasib y otros comandantes[11]– y está agonizando a la espera de recibir refuerzos o una potencial expansión a otras áreas territoriales de la región.
MAIN TALIBAN ATTACKS:
- Mazar e-Sharif: More than 100 Afghan military personnel were killed in a Taliban attack on the Mazar e-Sharif military base (the main Afghan army base provides security in the north of the country, especially in the neighboring province of Kunduz). The terrorist group used the suicide attack to knock down the base’s defenses and they entered the compound with army uniforms [1]. This attack has proved to be one of the deadliest attacks on the Afghan army, with a special focus on the destabilization of the main security forces in the north of the country and the hosting of foreign military units.
- Kunduz: The city of Kunduz has been a center of contention between the Taliban and the Afghan forces since the last years. Since the beginning of the offensive, insurgent forces could seize the areas surrounding the city (Dasht e-Archi, Chahca Dara and Qala i-Zal) and now they are pushing with all their forces to increase the fear among the population Without adequate support from the local population and foreign military forces, the Afghan security forces will not be able to withstand Taliban pressure and they would have lost another fundamental and strategic core in favor of the extremists. The Taliban have also mobilized a powerful strategy to win over the hearts and minds of the local Kunduz population, which is tired of the government corruption in that area [2], infiltrating some of its members of Tajik and Uzbek origin.
- Helmand
- Sangin: Sangin district, in dispute with the Taliban militants for more than a year, has finally fallen in March in the hands of the terrorists. The capture of Sangin in a symbol of defeat over the foreign forces in Afghanistan (it was the center of fighting of British and NATO units since 2013) and a demonstration of growing Taliban force and influence in the south of the country. Sangin is also a strategic center for the opium trade and is close to the area of greatest Taliban insurgency, along the border with Pakistan.
- Badakhshan
- Zebak: As soon as the Mansour Operation started, the Taliban claimed the capture of the Zebak district in Badakshan Province, in the Northeast of the country, next to Pakistan, and Warduj and Yumgan. With the success of this attack, the terrorists extended their operations to the border with Tajikistan, in the district of Ishkashim. This position is key to the Taliban as it secures them the access to the main supply route from Pakistan (the Chatral district) [3].
MAIN OBJECTIVES:
- Achieve a political position in the areas taken to the central government with the implementation of «social justice and development» [4] before a country with high levels of corruption and sectarianism.
- Breaking the security ring in the North of the country, seeking to reestablish forces in Kunduz, heart of the insurgency in that part of Afghanistan.
- To expand influence and power in the South of the country, establishing a connection between its areas of operation from the Helmand Province to the Pakistan border and making use of the centers of exploitation and support for its main source of financing: smuggling (about 400 million dollars per year, according to UN data), but also minerals and exclusive pieces (such as lapis lazuli) [5].
- Weaken and punish the presence of foreign units in the country on behalf of the former Mullah, Mansouri, killed by a US drone last year. The United States has about 8,000 troops and NATO with about 5,000 with the aim of training and assisting the Afghan security forces.
- Secure the supply routes from Pakistan in the North-East of the country. The concentration of attacks in Badakhshan province and on the border with Tajikistan will supply the insurgency with weapons and more combatants.
- To obtain the support of the local population against the central government, generating a dependence on the Taliban support due to its territorial expansion.
WHY THE CURRENT OFFENSIVE OF THE TALIBAN SPRING IS CRUCIAL?
The new US’s administration
The defense policy of the new US administration may be vital to the stabilization (or survival) of the Afghan government, which is agonizing with the most violent year of the Taliban extremist group. Last month, it used the «Mother of All Bombs» [6] over the Eastern part of Afghanistan against the positions of the self-proclaimed Islamic State, but that move has been nothing more than a symbolic coup against one of the smallest enemies in the region. However, Donald Trump has confirmed his commitment to Afghanistan and has secured the next arrival of 1,700 more units to support the country’s security. This may be a welcome change for the Afghan government, but also an incentive for greater Taliban push with a different strategy (offering to cover what the central government is not able to guarantee).
On the other hand, further US military involvement in Afghanistan is drawing the attention of its rival, Russia, which also seeks to directly and indirectly manage the geopolitical direction of the region.
Weakness of the Afghan government and increase Taliban influence.
With the start of 2017, both the central government of the country and the Taliban terrorist group have increased their influence and control of the main districts; However, the Taliban have been increasing in power and presence, and now it controls the 11% (compared to 2015, with only 7% of the country) (a total of 11 districts over more than 35), according to data provided by SIGAR (Special Inspector General for Afghanistan Reconstruction) [7]. Their territorial presence and the leadership that they establish in the zones taken have facilitated the dependence of the local population in the Taliban administration, eliminating the power of the central government in those areas. This has increased the influence of the extremist ideology of the group.
The new security strategy put in place by the government indicating to leave that areas that were not seen as relevant have been one of the biggest excuses for boosting the Taliban resistance, which has used them to host terrorist units for training and pressure on population centers (a strategy explained by Mullah Aminullah Yousuf, a Taliban governor in the province of Uruzgan [8]). However, the situation of reinforcement and extension of the territorial control of the Afghan security forces demonstrates the importance of maintaining support and training for military units, which support and push the resistance with foreign aid, but which agonizes in areas where the insurgency has regrouped and become stronger thanks to its territorial connections (Helmand, Kandahar, Uruzgan, Zabul and Ghazni).
The districts with the greatest challenge (due to the large presence of insurgents) are the Helmand district (the Taliban control almost half of the district) and the province of Uruzgan (with 4 of the 6 districts under Taliban rule).
Involvement of third countries (Russia and its presence in Afghanistan)
This spring offensive coincides with the anniversary of the Afghan revolution against Russian rule, which ended with its expulsion in 1989. Yet, and more in recent years, Russia has expanded its interest in the region through the neighboring countries of Afghanistan (to strengthen security cooperation across borders with the government of Tajikistan) and emphasizing the role of the Central Asian military bloc (CSTO), with its members and allies (of which Turkey has shown interest in joining Approach to the Russian giant). For Russia, the Afghan country is of vital importance at the geostrategic level and for its own national security, since it is a center of drug flows and a source of inspiration for violent radicalization on the Russian borders.
In addition, there have been rumors denouncing the supply of arms to the Taliban by Russia, in its dual leadership game with the United States, already present in the neighboring regions and motivated by the growing number of US troops in the country. This implication has been denounced by the Afghan governor of Kunduz, who has secured the movement of material in favor of the Taliban by the Russians present in the border with Tajikistan [10].
Extension of the self-proclaimed Islamic State to Afghanistan-Pakistan
The self-proclaimed Islamic state has sought to position itself in a destabilized country like Afghanistan, which already has a strong influence and impact from the most extremist ideology of Sunnis. After the territorial losses suffered in Iraq and Syria, Daesh has been trying to push Al Qaeda and the Taliban out of their historic territory by seeking a division between local leaders and popular dissatisfaction.
Lately, the terrorist group has been positioned in the extreme East of the country, on the border with Pakistan, a perfect shuttle for the mobilization of troops between countries. However, Daesh has failed to influence the area – and more so after the death of top leaders of the group in the country: Abdul Hasib and other commanders [11] – and it is dying, waiting for reinforcements or potential expansion to other potential areas of the region.
MARTA Gª OUTÓN
[1] http://www.bbc.com/news/world-asia-39672357
[2] https://worldview.stratfor.com/article/what-battle-kunduz-means-afghanistan?utm_source=Twitter&utm_medium=social&utm_campaign=article
[3] http://1tvnews.af/en/news/afghanistan/29163-afghanistan-deploys-troops-to-reclaim-zebak-district-in-badakhshan
[4] http://time.com/4758947/afghanistan-taliban-spring-offensive/?platform=hootsuite
[5] https://www.wsj.com/articles/taliban-broaden-their-reach-in-villages-across-afghanistan-1494235804
[6] https://intelgiasp.com/2017/04/19/pulso-de-influencia-y-poder-en-las-lineas-rojas-de-estados-unidos-pulse-of-influence-and-power-on-the-red-lines-of-the-united-states/
[7] http://www.longwarjournal.org/archives/2017/05/taliban-controls-or-contests-40-percent-of-afghan-districts-sigar.php
[8] http://www.longwarjournal.org/archives/2016/06/taliban-seizes-a-district-in-uruzgan.php
[9] http://dailycaller.com/2017/04/28/1700-troops-head-to-afghanistan-as-taliban-declares-fighting-season-is-on/
[10] https://worldview.stratfor.com/node/279281
[11] http://www.reuters.com/article/us-afghanistan-islamic-state-idUSKBN1830TR
1 thought on “DESAFÍO DE LA OPERACIÓN MANSOURI TALIBANA/ Challenge of the Taliban Mansour’s Operation”