El rey Salman de Arabia Saudita reemplazó este miércoles al que era el primer heredero de la corona por su hijo, Mohammed bin Salman, alias MBS- segundo en la línea de sucesión-.
La decisión del rey Salman de promover a su hijo y consolidar su poder fue respaldada por 31 de los 34 miembros del Consejo de Lealtad, formado por altos miembros de la familia gobernante Al Saud.
A sus 31 años MBS siempre ha tenido una amplia visibilidad en la política saudí, siendo ministro de Defensa y líder en la sombra, especialmente cuando empezó a ser responsable de la acción exterior agresiva mostrada por Arabia Saudí desde enero de 2015. La fama de audaz halcón de MBS despierta suspicacias en la región y el mundo entero.
Aparte, bin Salman es presidente del Consejo Económico Supremo, jefe de un consejo que supervisa al gigante petrolero estatal saudí, Aramco, jefe del Fondo de Inversión Pública y alto miembro del Consejo de Asuntos Políticos y de Seguridad. También estaría a cargo de los negocios de armas con Washington y del último contrato multimillonario firmado con Donald Trump.
Según Jeremy Bowen, editor de asuntos de Medio Oriente de la BBC, “el reemplazo del que hasta ayer era el heredero al trono, el príncipe Mohammed bin Nayef, de 57 años, sorprendió a muchos en un país que ha estado gobernado por reyes de 70 u 80 años. La promoción del príncipe Mohammed bin Salman, y su rápido ascenso, es visto por la generación joven como un signo de que las cosas están cambiando. Pero esto tiene que haber molestado a muchos en una familia real acostumbrada a estar presidida por una sucesión de ancianos», agrega Bowen
Salman habló de un “cambio radical que altera los históricos del reino” en la entrevista transmitida el miércoles en Arabiya TV en paralelo con la TV saudita.
Su plan de reformas, llamada Visión 2030 (cuyo lanzamiento fue en el Ramadán del 2016), se divide en 3 lotes; La primera es hasta 2020, la segunda 2025 y la tercera 2030. “Estos son programas ejecutivos que tienen objetivos claros y métodos para lograr la visión. Lo que se lanzó el pasado domingo fue el resto de los programas de visión hasta 2020. Estos programas deberían ser alcanzados durante los años 2017, 2018, 2019 y 2020” comentó Salman en la TV saudita.
Uno de sus objetivos es lograr la independencia casi total de Arabia Saudí del petróleo para invertir en proyectos nacionales y establecer alianzas extranjeras. El cambio costará mucho dinero hasta que comienza a volar solo de nuevo y dar sus propios frutos.
“También encontraremos que los ingresos no petroleros casi se han duplicado durante estos 2 años”- comenta Salman- “pasando de 111.000 millones de rands a unos 200.000 millones de rands. También veremos que el presupuesto se ha vuelto más preciso. El año pasado, el déficit ha caído del 25 o 45 por ciento, a un déficit inferior al 10 por ciento. Estos son logros obvios que pueden ser vistos desde lejos”.
Por ello, para sustituir las divisas del petróleo, Salman apuesta por una mejora y expansión del comercio, el turismo y el deporte, estos dos últimos casi desconocidos para los saudíes.
El turismo realmente lo es porque, de hecho, está prohibido en Arabia Saudita. Sólo los diplomáticos y empresarios que cumplen alguna tarea pueden subir los 300 metros de la torre “Kingdom Center”, donde se puede observar el tono gris de Riad, la capital saudí.
Salman apuesta por convertir Yedda, la ciudad portuaria por excelencia, donde muchos saudíes suelen escapar a escondidas de las severas restricciones del islam wahabí, en la Dubái de Arabia Saudita para atraer el turismo.
Es difícil invertir en un sector que exige convencer al ciudadano saudí de gastar el dinero en el territorio nacional en vez de en el extranjero. El futuro rey expresó que “nuestro objetivo es transferir el 50 por ciento del gasto en este sector exterior al de Arabia Saudí en 2030. Muchos sectores y artículos están listados bajo el contenido local, ya que estamos apuntando a transferir 115 mil millones de dólares de los 230 mil millones que se gastan en el extranjero al año”.
Además, también piensan impulsar el sector de la logística, con el Mar Rojo como oportunidad más importante, con el 13 por ciento del comercio mundial pasando a través de él. Ya se habría empezado trabajar con muchos países, especialmente con China, con la que están preparando una preparando una gran iniciativa en la ciudad industrial de Jazan.
Otro punto fuerte de dicho plan serán los cambios sociales. Más de la mitad de la población de Arabia Saudí tiene menos de 25 años y el 70 %, menos de 35 años, lo que representa un gran mercado potencial de consumo. El futuro monarca saudí ha prometido “parques de atracciones y más diversión para su generación de millennials”. Por primera vez en décadas, los saudíes podrán asistir a conciertos musicales en el reino y se han empezado a reducir los poderes de la temida policía religiosa del país. Su objetivo es conseguir el desarrollo de una sociedad anclada en el pasado y llevarla al siglo XXI.
Pero esta joven sociedad también supone un gran reto para el gobierno, ya que debe mantenerse al día con la creación de empleo y viviendas asequibles. Por ello, otro punto fundamental del Visión 2030 será reducir la tasa de desempleo de alrededor de 12 % al 7%, la cual afecta especialmente a los jóvenes.
Con ello, una de las innovadoras medidas será la llamada “cuenta unificada del ciudadano” que compensará a los ciudadanos por cualquier aumento en los precios de la energía, el agua y servicios similares durante estos dos últimos años de recesión. Salman pretende redirigir el apoyo financiero hacia los ciudadanos, especialmente a aquellos con ingresos limitados.
Otra línea de este plan es el “objetivo del contenido local”. Actualmente, la cantidad de importaciones es de hasta 230.000 millones de dólares. El objetivo de la visión 2030 es tener la mitad de este gasto dentro del Reino, el cual se haría a través del gasto de armamento fuera del Reino. Esta es una gran oportunidad para establecer grandes industrias dentro del Reino y generar empleo y desarrollo. Pretenden a través de esto que cualquier industria se vincule al contenido local. Es decir, Arabia Saudí sólo comprará algo a otro país si este adquiere un cierto porcentaje de contenido local (medidas que requieren que los inversores extranjeros utilicen una cierta proporción de recursos locales cuando produzcan bienes o brinden servicios).
Del mismo modo, MBS refuerza su apuesta por una política exterior más asertiva que se ha traducido no sólo en la citada guerra en Yemen (que ha alentado la inestabilidad regional), sino en la exacerbación de la rivalidad geoestratégica con Irán o el actual intento de aislar a Qatar. Estas políticas marcan un claro distanciamiento con la línea seguida hasta hace dos años por Arabia Saudí y que han causado preocupación entre los aliados occidentales.
En general, todas estas nuevas medidas son vistas con positividad. Algunos analistas ven en el nuevo nombramiento la esperanza de que la monarquía saudí vire hacia una apertura de miras y que esto se traduzca en más libertades para una sociedad altamente reprimida (con constantes vulneraciones a los derechos humanos). Pero para otros, como la afamada crítica saudí de la familia real y profesora de la Escuela de Económicas de Londres, Madavi Al-Rasheed, la elección de MBS significa “seguir oprimiendo a la población nacional y errando en la política regional”, según recoge la agencia The Associated Press.
Lo que está claro que Salman han suscitado admiración entre muchos jóvenes saudíes que consideran su ascenso como una prueba de que su generación está ocupando un lugar central en la gestión de un país cuyas tradiciones patriarcales han hecho durante décadas ejercer el poder a la antigua usanza, la cual no es ya capaz de afrontar los problemas crecientes, ni siquiera poseyendo las mayores reservas conocidas de petróleo en el mundo. El tamaño y complejidad de la sociedad saudí, ya no puede ser gestionado bañándolos en abundante petróleo. Porque el globo ha crecido mucho y su pared no puede dar tanto de sí.
The king Salman of Saudi Arabia replaced this Wednesday the one that was the first inheritor of the crown for his son, Mohammed bin Salman, alias MBS – second in the line of succession-.
The decision of the king Salman to promote to his son and to consolidate his power was endorsed by 31 of 34 members of the Council of Loyalty, formed by high members of the governing family Al Saud.
To his 31 years MBS always has had a wide visibility in the Saudi politics, being Defense Secretary and leader in the shade, especially when he started being responsible for the foreign aggressive action showed by Saudi Arabia from January, 2015. The reputation of MBS’s bold falcon wakes mistrusts up in the region and the entire world.
Apart, bin Salman is the president of the Economic Supreme Council, chief of a council who supervises the petroleum state Saudi giant, Aramco, chief of the Investment fund Public and high member of the Council of Political Matters and of Security. Also he would be at the expense of the business of weapon with Washington and of the last multimillionaire contract signed with Donald Trump.
According to Jeremy Bowen, editor of matters of Middle East of the BBC, ”the replacement of which up to yesterday he was the inheritor to the throne, the prince Mohammed bin Nayef, of 57 years, surprised many people in a country that has been governed by 70 or 80-year-old kings. The promotion of the prince Mohammed bin Salman, and his rapid ascent, is seen by the young generation as a sign that the things are changing. But this must have bothered many in a royal family accustomed to being presided over by a succession of elders” adds Bowen
Salman spoke of a “radical change that alters the history of the Kingdom” in an interview broadcast on Arabiya TV on Wednesday in parallel with Saudi TV.
His plan of reforms, called Vision 2030 (which launch was in the Ramadan of 2016) divides in 3 lots: the first one is until 2020, second 2025 and third 2030. “These are executive programs that have clear aims and methods to achieve the vision. What was thrown last Sunday was the rest of the programs of vision until 2020. These programs should be reached during the year 2017, 2018, 2019 and 2020” Salman commented in the Saudi TV.
One of his objectives is to achieve the almost total independence of Saudi Arabia of the oil to invest in national projects and to establish foreign alliances. The change will cost a lot of money until it begins to fly only again and to give his own fruits.
“Also we will think that the not petroleum income almost has doubled during these 2 years“ – comments Salman – “going on from 111.000 millions to approximately 200.000 millions of rands. Also we will see that the budget has become more precise. Last year, the deficit has fallen down of 25 or 45 per cent, to a deficit lower than 10 per cent. These are obvious achievements that can be seen from off”.
For it, to replace the currencies of oil, Salman bests for an improvement and expansion of the trade, the tourism and the sport, these last two almost not known for the Saudis.
The tourism really it is because, in fact, is prohibited in Saudi Arabia. Only the diplomats and businessmen who fulfill some task can raise 300 meters of the tower «Kingdom Center», where it is possible to observe the gray tone of Riyadh, the Saudi capital.
Salman bets for turning Yedda, the port excellent city, where many Saudis are in the habit of escaping furtively of the severe restrictions of the Islam Wahhabi, into the Dubai of Saudi Arabia to attract the tourism.
It is difficult to invest in a sector that is required to convince the Saudi citizen to spend the money in the national territory instead of abroad. The future king expressed that “our aim is to transfer 50 per cent of the expense in this exterior sector to that of Saudi Arabia in 2030. Many sectors and articles are listed under the local content, since we are pointing to transfer 115 billion dollars of 230 billions that become exhausted abroad a year”.
In addition, also he thinks stimulate the sector of the logistics, with the Red Sea as more important opportunity, with 13 per cent of the world trade passing across it. Already it would have been begun to work with many countries, especially with China, with which they are preparing one preparing a great initiative in the industrial city of Jazan.
Another strong point of the above mentioned plan it will we the social changes. More than the half of the population of Saudi Arabia has less of 25 years, and the 70%, less of 35, which represents a potential big market of consume. The future Saudi monarch has promised “fairgrounds and more amusement for his generation of millennials”. For the first time in decades, the Saudis will be able to be present at musical concerts in the kingdom and they have started reducing the power of the dreaded religious police of the country. His lens is to obtain the development of a society anchored in the past and to take her to the 21st century.
But his young society also supposes a great challenge to the government, because he must keep up to date with the creation of employment and attainable housings. For it, another fundamental point of the Vision 2030 will be to reduce the rate of employment from around 12% to 7%, which affects young people in particular.
With it, one of the innovative measures will be so called “account unified of the citizen” who will compensate the citizens for any increase in the prices of the energy, the water and similar services during these last two years of recession. Salman tries to forward the financial support towards the citizens, especially to those with limited income.
Another line of this plan is the “aim of the local content “. Nowadays, the quantity of imports is of up to 230.000 million dollars. The aim of the vision 2030 is to have the half of this expense inside the Kingdom, which would be done across the armament expense out of the Kingdom. This one is a great opportunity to establish big industries inside the Kingdom and to generate employment and development. They claim across this that any industry links itself to the local content. That is to say, Saudi Arabia only will buy something to another country if this one acquires a certain percentage of local content (measures that need that the foreign investors use a certain proportion of local resources when they produce goods or offer services).
In the same way, MBS reinforces his bet for an foreign politics more assertive that has been translated not only in the mentioned war in Yemen (that has encouraged the regional
instability), but in the exasperation of the geostrategic rivalry with Iran or the current attempt of isolating Qatar. These policies mark a clear distancing with the line followed until two years ago by Saudi Arabia and that have caused worry among the western allies.
In general, all these new measures are seen with positivity. Some analysts see in the new appointment the hope that the Saudi monarchy changes direction towards an opening gun-sight and that this is translated in more freedoms for a society highly suppressed (with constant violations to the human rights). But for others, as the famous Saudi critique of the royal family and teacher of the School of Economics of London, Madavi Al-Rasheed, MBS’s choice(election) means “to continue oppressing the national population and wandering in the regional politics”, as there gathers the agency The Associated Press.
What is clear that Salman has provoked admiration among many Saudi young persons who consider his ascent to be a proof that their generation is occupying a central place in the management of a country which patriarchal traditions have made during decades exercise the power in the old-fashioned, which is not already capable of confronting the increasing problems, not even possessing the major reservations known about oil in the world. The size and complexity of the Saudi society already cannot be managed bathing them in abundant oil. Because the globe has grown very much and his wall cannot give so much of yes.
MARTA E. MOLINA
http://www.lavanguardia.com/internacional/20170623/423608016887/rey-heredero-arabia-saudi-golfo.html
1 thought on “MOHAMMED BIN SALMAN, HEREDERO DEL REINO SAUDÍ/ Mohammed Bin Salman, heir to the Saudi throne”