- ALEMANIA, “RECTOR” DE LA AGENDA POLÍTICO-INTERNACIONAL EUROPEA: Alemania, Francia y Reino Unido representaban un triángulo de poder y de tensión silenciosa por conseguir el liderazgo político europeo que, con la salida del país anglosajón de la Unión Europea y la incorporación de un líder joven a la cabeza de uno de los países más viejos del espíritu europeísta, ha dejado a Angela Merkel (y consecuentemente, al país germano) como la rectora política de la agenda político-internacional europea. Situada en el corazón del continente, entre la parte más oriental (próxima a Rusia) y la occidental (más favorable a Estados Unidos), Alemania hace de enlace y voz cantante del destino europeo. Y eso se demostró durante la última cumbre del G20 en Hamburgo. En la “foto de familia”, la líder alemana ocupaba el centro del escenario y, aunque sea analizado a través de una visión de estrategia comunicativa y lógica por ser el país huésped, ella llevó la voz cantante en todo momento. Quizás porque, lo dicho, Alemania esté demostrando la estrategia geopolítica más lógica y continuista que el resto de líderes que ocupaban la mesa principal. Por mucho que Rusia, China y Estados Unidos sean los que más músculo y estruendo demuestren, el primero no es capaz de ocultar su caída económica, el segundo siempre a la sombra del tercero[1], que está encabezado por un líder que aún no ha llegado a conocer el puesto y la responsabilidad sobre las que se ha sentado. Alemania quizás peque de idealismo (con la presentación del “Plan Marshall a África”) y la dirección “en solitario” de la Unión Europea, pero de momento es la única que ha podido plantarle cara a los desafíos presentes y futuros con firmeza, aunque le falte una mirada más allá del centrismo alemán y europeí
- UNA EUROPA A LA DEFENSIVA: De momento, como se ha estado mostrando (casi desde sus principios fundacionales), Europa no quiere mostrar los dientes y se postula con una postura defensiva ante las amenazas exteriores y sus compromisos internacionales. Desde el conflicto en Siria, Afganistán y en Iraq hasta en las puertas mismas de Europa: Ucrania. Los líderes del G20 hablaron en un contexto de desafíos, pero se sabía que no todos usaban las mismas cartas; quizás Francia esté tomando la iniciativa a la respuesta comprometida y contundente (aunque de momento en los escenarios del sur: Sahel), pero Europa aún se encuentra entumecida con las sacudidas a la seguridad que está viviendo; algo que se palpó de forma más evidente al mismo tiempo que se celebraba la cumbre, cuando en las calles de Hamburgo las fuerzas de seguridad libraban una literal batalla campal contra grupos extremistas. Herida por el terrorismo y el extremismo, Europa decidió mostrarse a favor de los sin voz (las víctimas) y de recuperar la fuerza de la defensa de los derechos y valores que representan. Por otro lado, Europa es consciente de que aún es dependiente y vulnerable, por eso se acercó a China durante la reunión del G20, se volvió hacia Japón ante el desastre del Brexit[2], por eso aún no se ha declarado con respecto a la relación con Turquía, por eso se aferra con fuerza y promueve el Acuerdo de París frente al abandono de Estados Unidos[3], y hasta que no coja posiciones de fuerza, no se decidirá por una postura más ofensiva y con iniciativa.
- REINO UNIDO Y ESTADOS UNIDOS, JUNTOS Y EN SOLITARIO: El presidente Donald Trump adoptó un discurso más moderado en esta última reunión del G20, pero siguió demostrando su postura ambigua y altanera de liderazgo en solitario y en cooperación calculada con aquellos países que, sin tener la etiqueta de “aliados históricos” de Estados Unidos, demuestran un destino vinculado al gigante político; eso les fuerza a entenderse en todos los escenarios en los que se encuentren cara a cara. Esto es algo que se ha visto especialmente en la relación de Trump con Rusia y Reino Unido. Similar al escenario de inseguridad y poca certeza que demuestra el Brexit se declaró la promesa de Trump de establecer prometedoras relaciones con Reino Unido, porque hasta la salida oficial de Reino Unido de Europa no hay promesas que puedan firmarse[4]; “estamos trabajando en un acuerdo muy muy, muy grande, un acuerdo muy poderoso, muy buenos para ambos países y creo que lo haremos muy, muy pronto”, dejó indicado el presidente Trump aliviando a su hermano anglosajó Pero eso no quita que vayan a ampliarse las cooperaciones bilaterales entre ambos países. Rusia es el otro brazo del que Estados Unidos no puede prescindir, y más ahora tras el tenso acercamiento entre ambos en Siria[5] y la preocupante situación en Ucrania (donde han aumentado las incidencias violentas). Putin y Trump son conscientes que tratan en el otro lado con un líder similar: decidido, altanero y de línea dura para el logro de sus objetivos y eso, como pasa con China, puede llevar a una situación peligrosa si no hay una comunicación directa y clara, que al menos se ha declarado en lo referente a sus posiciones en Siria (de momento), pero nada quedó acordado referente a Ucrania.
- EL SAHEL, LA FRONTERA MÁS DESAFIANTE PARA EUROPA: La descomposición socio-política en la región, las crisis violentas (Nigeria, República Centroafricana, Sudán, Mali…) y el peligro de desestabilización de los países del norte de África), junto con el impulso del cambio climático cada vez más palpable en esas zonas tan dependientes del sector primario y secundario, han atraído el foco de atención global sobre Á A lo largo del año 2016 y 2017 se ha reconocido y reiterado que es necesario multiplicar los esfuerzos para la estabilización y la seguridad del Sahel, la frontera lejana (pero más desafiante) de Europa. La OTAN reafirmó su compromiso en doblar sus esfuerzos en la lucha contra el terrorismo en el flanco sur y Europa, con Francia a la cabeza, demostró su voluntad de contribuir en el rescate para el desarrollo de África (con 50 millones de euros)[6] e invertir en la seguridad de la zona. E incluso los protagonistas del G5 del Sahel (Mauritania, Malí, Burkina Faso, Níger y Chad) acordaron a principios de año el desarrollo de una fuerza conjunta para luchar contra el terrorismo y el tráfico ilegal, conscientes de su propia responsabilidad para con el destino de sus países[7]. Pero hasta Al Qaeda ha plasmado su opinión en este asunto, mediante un comunicado en varios idiomas y con la publicación de un video con los últimos secuestrados por el grupo, donde lanza la pregunta retórica (tras la participación de Macron en la reunión del G5) sobre si más fuerzas militares sobre el terreno (después de la fallida intentona de la MINUSMA y de las fuerzas francesas) resolverían el problema del Sahel. El continente demuestra índices preocupantes de radicalización y desestabilización[8], aunque también de desorbitante crecimiento poblacional y hasta agradable prospectiva económica[9]. Claramente sin desarrollo no hay seguridad y sin seguridad no hay desarrollo y por eso Europa se ha comprometido en reforzar su apoyo a África desde el aspecto económico y el defensivo (aunque sólo algunos de los países de la Unión pongan botas sobre el terreno para reforzar la seguridad), pero el paso fundamental y primero para con la estabilización de la región lo tienen que hacer los países de la zona[10].
- GERMANY, «RECTOR» OF THE POLITICAL-INTERNATIONAL AGENDA OF EUROPE: Germany, France and the United Kingdom represented a triangle of power and a silent tension to achieve the European political leadership that, with the departure of the Anglo-Saxon country from the European Union and the incorporation of a young leader at the head of one of the oldest countries of the Europeanist spirit, has left Angela Merkel (and consequently the German country) as the political leader on the European political-international agenda. Located in the heart of the continent, between the Eastern part (near Russia) and the Western (more favorable to the United States), Germany acts as a link and singing voice of European destiny. And that was demonstrated during the last G20 Summit in Hamburg. In the «family photo», the German leader occupied the center of the stage and, although analyzed through a vision of communicative strategy and logical being the host country, she took the lead during the meeting. Perhaps because, as I said, Germany is demonstrating the more logical and continuist geopolitical strategy than the other leaders at the top table. As much as Russia, China and the United States are the muscle and rumble of the global geopolitics, the fisrt one is not able to hide its economic downturn and the second one is always in the shadow of the third, which is headed by a leader who has not yet know about which position and responsibility he has. Germany is perhaps a little bit idealist (with the presentation of the «Marshall Plan to Africa») and the new «alone» direction of the European Union without the support of the US, but for the moment it is the only one that has been able to face the present and the future challenges firmly, although it needs a look beyond the German and Europeanist centrism.
- A DEFENSIVE EUROPE: At the moment, as it has been showing (almost since its founding principles), Europe does not want to show its teeth and shows a defensive posture to the external threats and for its international commitments: seen from the conflict in Syria, Afghanistan and Iraq to the very gates of Europe: Ukraine. The G20 leaders spoke in a context of challenges, but it was known that not all of them used the same tools. Perhaps France is taking the lead in the committed and forceful response (although currently more on the Southern scenarios: Sahel), but Europe is still numb with the shaking of the security that itself is experiencing- Something that was felt more clearly at the same time as the Summit was being celebrated, when in the streets of Hamburg the security forces were engaged in a pitched battle against extremist groups. Wounded by terrorism and extremism, Europe decided to show itself in favor of the voiceless (the victims) and to recover the strength of the defense of the rights and values that it represents. On the other hand, Europe is aware that it is still dependent and vulnerable, that is why it approached China during the G20 meeting, it turned to Japan in the face of the Brexit disaster, so it has not yet declared about the relationship with Turkey, that is why it clings strongly and promotes the Paris Agreement against the abandonment of the United States. Until it does not take positions of force, it will not decide for a more offensive and initiative position.
- UNITED KINGDOM AND THE UNITED STATES, TOGETHER AND IN SOLITAIRE: The president Donald Trump adopted a more moderate speech at the G20 meeting, but he continued his ambiguous and haughty leadership position of loneliness and co-operation with those countries that, without the needed «historic allies» links to the United States, have demonstrated a destiny more linked to the political giant. That forces them to understand each other in all the scenarios in which they are face to face. This is something that has been especially seen in Trump’s relationship with Russia and the United Kingdom. Similar to the scenario of uncertainty that the Brexit demonstrates, Trump’s promise to establish promising relations with the United Kingdom was declared, because until an official exit of the United Kingdom there are no promises that can be signed; «We are working on a very, very big agreement, a very powerful agreement, very good for both countries and I think we will do it very, very soon,» President Trump said, relieving his Anglo-Saxon brother. But that does not mean that bilateral cooperation between the two countries will be expanded. Russia is the other arm that the United States can not avoid without, and more now after the tense rapprochement between both in Syria and the worrying situation in Ukraine (where violent incidents have increased). Putin and Trump are aware that they treat on the other side with a similar leader: resolute, haughty and a hard-liner and that, as with China, can lead to a dangerous situation if there is no direct and clear communication; something that has at least been achieved in relation to their positions in Syria (for now), but nothing was agreed on Ukraine.
- THE SAHEL, THE MOST CHALLENGING FRONTIER FOR EUROPE: The socio-political decomposition in the region, the violent crises (Nigeria, Central African Republic, Sudan, Mali …) and the danger of destabilization of North African countries, with the climate change threat and more palpable in those areas so dependent on the primary and secondary sectors have attracted the global attention on Africa. Throughout 2016 and 2017 it has been recognized and reiterated that there is a need to multiply efforts for the stabilization and security of the Sahel, the far (but more challenging) border of Europe. NATO reaffirmed its commitment to double its efforts in the fight against terrorism on the Southern flank and Europe, with France leading the way, demonstrated its willingness to contribute to the rescue of Africa’s development (with 50 million Euros) and to invest in the security of the area. Even the protagonists of the G5 of the Sahel (Mauritania, Mali, Burkina Faso, Niger and Chad) agreed earlier this year to develop a joint force to fight against terrorism and illegal trafficking, aware of their own responsibility to the destination of their own countries. But even Al Qaeda has expressed its opinion in this matter, through a statement in several languages and with the publication of a video with the last kidnapped by the group, where it launches the rhetorical question (after Macron’s participation in the G5 meeting) if more military forces on the ground (after the failed attempt of MINUSMA and the French forces) would solve the problem of the Sahel. The continent shows worrying rates of radicalization and destabilization, but also of exorbitant population growth and even pleasant economic prospects. Clearly, without development there is no security and without security there is no development and that is why Europe has pledged to strengthen its support for Africa from the economic and defensive side (although only some of the countries of the Union have put boots on the ground), but the fundamental and first step towards the stabilization of the region must be done by the countries of the area.
MARTA Gª OUTÓN
[1] https://www.economist.com/blogs/kaffeeklatsch/2017/07/postmodern-power?fsrc=scn/fb/te/bl/ed/
[2] http://www.dsn.gob.es/es/actualidad/seguridad-nacional-ultima-hora/japon-ue
[3] https://worldview.stratfor.com/situation-report/germany-final-g-20-statement-defies-us-climate-change?utm_source=Twitter&utm_medium=social&utm_campaign=article
[4] http://www.bbc.com/news/uk-politics-40540340
[6] https://elpais.com/elpais/2017/06/30/opinion/1498832146_160140.html
[7] http://theconversation.com/g5-sahel-lunion-des-cinq-fait-sa-force-80374?utm_source=twitter&utm_medium=twitterbutton
[8] http://www.telegraph.co.uk/news/2017/07/07/millions-africans-will-flood-europe-unless-acts-now-warns-european/?WT.mc_id=tmgoff_fb_tmgnews
[9] http://www.ispionline.it/it/articoli/articolo/africa/africa-watch-sguardo-sulla-geo-economia-di-un-continente-crescita-17080?platform=hootsuite
[10] https://issafrica.org/iss-today/the-g5-sahel-must-do-more-than-fight-terror