INTEL – ANÁLISIS ACH DE LA AUTORÍA DEL ATAQUE EN AHVAZ CONTRA LA GUARDIA REVOLUCIONARIA DE IRÁN/ INTEL – ACH Analysis of the attack in Ahvaz against the IRGC

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Desde GIASP, se ha elaborado un análisis de las principales hipótesis sobre la autoría del ataque del pasado sábado contra las fuerzas de la Guardia Revolucionaria de Irán en Ahvaz apoyando los resultados en la selección de evidencias. Como muestran los resultados en el análisis ACH (Analysis of Competing Hypothesis), tras la recogida de la información evidente y la selección de los principales actores que podrían estar involucrados (por intereses directos o indirectos), se presenta lo siguiente:

  • Existe una alta inconsistencia (-5.0) de que el autodenominado Estado Islámico haya sido el autor de dicho ataque. No obstante, tal y como demuestran las evidencias, el grupo ha sido el único en reivindicar el ataque con la recogida de una prueba audiovisual donde aparecen 3 de los 4 principales autores. A pesar de las incongruiencias en algunas declaraciones del grupo para adueñarse de la reivindicación (como que Rouhani estaba presente, o que ninguno de los autores haya jurado la lealtad o su vinculación del grupo), el Daesh ha sido el protagonista a la hora de aprovechar dicho acto para reclarmar su protagonismo como actor desestabilizador y con mayor influencia interna en Irán tras otros sucesivos ataques en los últimos años.
  • Existe mediana inconsistencia (-2.0) de que países occidentales o del Golfo (Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos) hayan sido los autores directos del ataque a pesar de las acusaciones del régimen de Rouhani o del movimiento revolucionario por la liberación de Al Ahvaz (ASMLA). La administración Trump declaró que no le sería favorable un cambio de régimen de Irán (ya que si lo hubiera saldría un mayor apoyo a la línea política más dura frente a la moderada). No obstante, siempre ha habido apoyos por parte de países extranjeros a los movimientos reivindicativos contra las medidas del régimen y en favor de los movimientos separatistas en la región árabe y rica en petróleo de Irán. Una desestabilización mayor en esa zona favorecería el acceso de otros actores para aprovechar la debilidad interna del régimen y aprovecharse de un movimiento revolucionario cada vez más alimentado por la situación regional. Por ello, se ve como un elemento favorable para los actores exteriores que se desestabilice esa zona, pero el ataque ha conllevado, de hecho, una respuesta social contraria y de unidad frente a una intención de desestabilización. No obstante, por otro lado, la minoría árabe ha condenado el ataque y ASMLA emitió un comunicado oficial rechazando la autoría del ataque, por lo que aleja la posibilidad de que haya sido directamente organizado por estos movimientos independentistas nacionales.
  • Existe una mínima inconsistencia (-1.0) de que el régimen de Rouhani haya sido el causante del ataque con el fin de encubrir la situación interior del país, aunque es cierto que siempre que ha sucedido un ataque a nivel interno se ha señalado a los enemigos exteriores del régimen (como Estados Unidos y los países del Golfo) y se ha procurado aliviar y encubrir las protestas civiles por la situación económica y de desestabilización interna de Irán debido a las tensiones regionales y globales y de su política exterior. Por ello, se advierte de nuevo esa evidente estrategia político-militar de búsqueda de la unidad social ante una catástrofe interna (movilizando a la concienciación social, llamamiento por la unidad, protagonizando el heroísmo militar y el victimismo del país ante amenazas externas) provocada por actores que buscan aprovechar o ampliar la desestabilización alejando la pregunta de las posibles causas internas.
  • Existe nula inconsistencia de que hayan podido estar involucrados grupos militantes kurdos que operan en el área de Irán-Iraq. En los últimos años, se han incrementado los asaltos y ataques fronterizos por grupos militantes (sin identificación oficial) y choques y protestas entre kurdos y fuerzas militares de Irán aprovechando la situación interna del país y por la mayor intromisión chií y de sus milicias en los países de la región (últimamente más en Iraq y la situación tensa en el área fronteriza con Irán). Ese espacio fronterizo carece de una seguridad estable y, ante la precaria situación de seguridad de Iraq (en confrontación grupos militantes, resistencia kurda, del ISIS y tensiones políticas y étnico-sociales por la intromisión y cada vez mayor dominación de Irán en el país) y los movimientos de protesta por los grupos kurdos en el norte de Irán hace posible que militantes hayan aprovechado la cuyuntura para lanzar un mensaje contra la Guardia Revolucionaria, el régimen de Irán y su intromisión regional.
  • Existe nula inconsistencia de que haya podido estar involucrada la línea dura de las fuerzas militares y políticas de Irán. Existe cada vez más una mayor oposición a nivel estatal y social al régimen de Rouhani. La Guardia Revolucionaria iraní y el líder religioso Jamenei han aprovechado el descontento y su protagonismo ante la cuyuntura de influencia regional y debilidad estatal para reivindicar la necesidad de un cambio estatal y de un cambio de dirección político-social que apuestan por ganar la batalla de influencia en Oriente Medio que disputa tanto con Arabia Saudí, como con Israel y Estados Unidos. Por ello, su sistema invierte más en la financiación de determinados grupos (desde Yemen hasta el Líbano), para que desestabilicen a aquellos regímenes extranjeros que el gobierno considera “enemigos”, con el objetivo de que el régimen iraní sea la potencia dominante en Oriente Medio.

Por lo tanto, este ataque queda lejos de tener una vinculación directa con el Daesh y los actores políticos de Estados Unidos y del Golfo y se advierte como OPORTUNIDAD para grupos militantes en disputa contra las fuerzas chiíes en la región -con el protagonismo de la Guardia Revolucionaria- y para la línea más dura del régimen de Irán. Un ataque contra la Guardia Revolucionaria y en un día conmemorativo de la memoria de los mártires de la nación da la vuelta al discurso de oposición (que se ha ido elevando en los últimos meses a nivel de protestas sociales) frente al alto gasto económico por las incursiones exteriores y justifica la necesidad estatal de cambio político para frenar la amenaza, de unidad social y de enfrentar a un enemigo común (y por supuesto, exterior).


 

From GIASP, we did an analysis of the main hypotheses about the authorship of the last Saturday’s attack against the forces of the Revolutionary Guard of Iran in Ahvaz supporting the results in the selection of evidences. As shown by the results in the analysis ACH (Analysis of Competing Hypothesis), after the collection of the evident information and the selection of the main actors that could be involved on it (by direct or indirect interests), the following is presented:

 

  • There is a high inconsistency (-5.0) that the self-styled Islamic State has been the author of this attack. However, as evidenced, the group has been the only one to claim the attack with the collection of an audiovisual product where 3 of the 4 main authors appear. Despite the incongruities in some statements of the group to take over the claim (like Rouhani was present, or that none of the authors have sworn allegiance or their relationship with the group), Daesh has been the protagonist claiming its protagonism as a destabilizing actor with greater internal influence in Iran after other successive attacks in recent years.
  • There is a medium inconsistency (-2.0) that Western or Gulf countries (Saudi Arabia and the United Arab Emirates) or the revolutionary movement for the liberation of Al Ahvaz (ASMLA) were the direct authors of the attack despite the accusations of the Rouhani regime. The Trump administration declared that it would not be favorable for them the change of Iran’s regime. However, there have always been support from foreign countries for the protest movements against the regime’s measures and in favor of the separatist movements in the Arab and oil-rich region of Iran. A greater destabilization in that area would favor the access of other actors to take advantage of the internal weakness of the regime and take advantage of a revolutionary movement increasingly fed by the regional situation. For this reason, it is seen as a favorable element for the external actors to destabilize that area, but the attack has, in fact, entailed a contrary social response and unity against an intention of destabilization. However, on the other hand, the Arab minority has condemned the attack and ASMLA issued an official communiqué rejecting the authorship of the attack, so it distances the possibility that it has been directly organized by these national independence movements.
  • There is a minimum inconsistency (-1.0) that the regime of Rouhani was the cause of the attack in order to cover up the internal situation of the country, although it is true that whenever an attack has happened internally it has been pointed out to the enemies outsiders of the regime (such as the United States and the Gulf countries) and efforts have been made to alleviate and cover up civil protests about the economic situation and internal destabilization of Iran due to regional and global tensions and its foreign policy. Therefore, this evident political-military strategy of seeking social unity in the face of an internal catastrophe (mobilizing social awareness, calling for unity, leading military heroism and victimizing the country in the face of external threats) is triggered by actors that seek to take advantage of or extend the destabilization by distancing the question of possible internal causes.
  • There is no inconsistency that Kurdish militant groups operating in the Iran-Iraq area may have been involved. In recent years, assaults and border attacks by militant groups (without official identification) and clashes and protests between Kurds and Iranian military forces have increased, taking advantage of the country’s internal situation and the increased Shiite intrusion and its militias in the countries in the region (lately more in Iraq and the tense situation in the border area with Iran). That border space has not a stable security and, given the precarious security situation in Iraq (in confrontation militant groups, Kurdish resistance, ISIS and political and ethnic-social tensions due to the interference and increasing domination of Iran in the country) and the protest movements by Kurdish groups in northern Iran, it make it possible for militants to take advantage of the situation to send a message against the Revolutionary Guard, the Iranian regime and its regional interference.
  • There is no inconsistency that the hard line of Iran’s military and political forces could have been involved. There is increasing opposition at the state and social level to the Rouhani regime. The Iranian Revolutionary Guard and the religious leader Khamenei have taken advantage of the discontent and its protagonism in the face of the situation of regional influence and the state weakness to claim the need for a state change and a change of political-social direction that are betting to win the battle of influence in the Middle East, which disputes with both Saudi Arabia and Israel and the United States. Therefore, its system invests more in the financing of certain groups (from Yemen to Lebanon) to destabilize those foreign regimes that the government considers «enemies», with the aim that the Iranian regime is the dominant power in the East Medium.
  • «This attack is far from having a direct link with Daesh and the political actors of the United States and the Gulf and is seen as OPPORTUNITY for militant groups in dispute against the Shia forces in the region – with the prominence of the IRGC – and for the hardest line of the Iranian regime. An attack against the Revolutionary Guard and on a day commemorating the memory of the nation’s martyrs, changes the opposition speech (which has been rising in recent months to the level of social protests) against the high economic cost of the external incursions and justifies the state’s needs for political change to stop the threat, searching for social unity and to face a common (and of course, external) enemy»

 

 

 

MARTA Gª OUTÓN

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