El pasado domingo 13 de marzo el atentado perpetrado en Grand Bassam contra tres hoteles de la ciudad de Costa de Marfil, en un complejo turístico frecuentado por occidentales, evidencia que occidente sigue siendo el blanco de los grupos terroristas de la región. La autoría del mismo, que en un principio parecía clara, está siendo discutida. Al Qaeda del Magreb Islámico, en un primer momento, y a través de su oficina de prensa, reivindicó dicha autoría. Sin embargo, Al- Morabitún también se ha pronunciado al respecto.
AQMI y Al- Morabitún anunciaron su unión a finales de 2015 y la confirmaron al reivindicar ambos el atentado que tuvo lugar en Bamako el pasado mes de noviembre. Sin embargo, cada uno de estos grupos preserva sus áreas de actuación y su metodología. Analizar la autoría del atentado en Grand Bassam de este pasado domingo, hace difícil aunar a ambos grupos en la ejecución del mismo, tal y como evidencia el hecho de que se hayan pronunciado por separado. En el Sahel es común que los grupos terroristas se agrupen para reforzar sus ofensivas, aunque siempre deseen mantener su identidad ante posibles desencuentros. Atendiendo a un análisis retrospectivo, los atentos acontecidos en Costa de Marfil se asemejan a los que tuvieron lugar el pasado 15 de enero en Uagadugú (Burkina Faso), perpetrado por el batallón de Al- Morabitún.
Sin embargo, el número de víctimas en ese caso fue superior. En Costa de Marfil se han identificado 14 muertos civiles, de los cuales 4 son occidentales (uno de ellos francés); dos militares de las fuerzas especiales marfileñas; y seis terroristas. Sin embargo, estas cifras se presentan dudosas, pues las notas de prensa difundidas que reivindican la autoría cuentan cómo el atentado fue llevado a cabo por tres miembros de su organización y testigos, en cambio, narran cómo estos huyeron.
A falta de datos concluyentes, un análisis de este atentado evidencia, por una parte, que Occidente es el objetivo indirecto de los grupos terroristas sahelianos; y, por otro lado, que Al- Qaeda, a través de los grupos que conforman su brazo militar, sigue estando activo y se reafirma como una amenaza.
Y es que ante el avance del Estado Islámico por África -Boko Haram ha confirmado su lealtad al mismo- y la superposición de este en las agendas de seguridad de las grandes potencias mundiales han provocado que Al Qaeda actúe intentando demostrar que sus acciones siguen siendo también una amenaza. ¿Podría traducirse este atentado como un pulso entre las dos grandes facciones del yihadismo mundial? Parece que sí.
Last Sunday, March 13, the attack against three hotels in a tourist complex located in a touristic city of Ivory Coast evidenced that the West remains the target of terrorist groups in the region. The authorship of the offense, which at first seemed clear, is being discussed. At the first time, Al-Qaeda in the Islamic Maghreb claimed responsibility through its press office. However, Al-Mourabitoun has also spoken out about that.
At the end of last year, AQIM and Al-Mourabitoun announced his association. It was confirmed by the attack in Bamako, last November, because both groups claiming it. Nevertheless, each of these groups keeps its operation´s areas and its methodology. An analysis of the attack in Grand Bassam makes difficult to combine both groups in the execution, as evidenced by the fact that they have spoken out separately.
In the Sahel region it is common that terrorist groups band together to strengthen their assaults. Notwithstanding, they wish to keep their identity, their forces and their key features because it could be possible misunderstandings. If we are aware of the attack that took place last January in Ouagadougou, following a retrospective analysis, we could see commonalities between both offences. It was perpetrated by Al- Mourabitoun battalion.
However, the number of victims in Burkina Faso was higher. In Ivory Coast have been identified 14 civilians dead, of whom four are Western people (one of them is French); two soldiers of the Ivorian Special Forces; and six terrorists. Despite this information, these figures are dubious. The press releases, which are circulated by the terrorist groups, told that the attack was carried out by three members of his organization. Furthermore, witnesses said that terrorists fled.
In spite of the lack of conclusive data, the analysis of this attack evidence two things. On the one hand, western countries are the indirect target of the sahelian terrorist groups. On the other hand, Al-Qaeda movement remains highly active. It reaffirms as a threat by the actions of its various armed arms.
The breakthrough of the Islamic State in Africa (Boko Haram has confirmed its full support to ISIS) and the rising of the Islamic State in the national security agenda of the main countries of the world has induced that Al- Qaeda take action. Sure enough, Al Qaeda intents to demonstrate that its actions are still a threat. Maybe, is it a struggle between the two major factions of global jihadism? It seems like it.
PATRICIA JURADO DE LA SANTA