Rodrigo Duterte se alzó como ganador de las elecciones generales en Filipinas la semana pasada, y se convertirá así en el 16º Presidente de Filipinas el 30 de junio, fecha de la investidura de acuerdo a lo establecido en la Constitución. Al haber conseguido la gran mayoría de los votos sobre un total de 55 millones de votantes, el líder del Partido PDP-Laban ha superado a todos sus oponentes, incluido Mar Roxas, candidato del Partido Liberal, que ha estado gobernando el país durante los pasados seis años bajo el mandato de Beningno Aquino. Los otros candidatos han sido Bejomar Binay, del UNA (United Nationalist Alliance) y Grace Poe, independiente.
Junto con la presidencia, las elecciones han servido también para elegir al vicepresidente, así como a los senadores y congresistas. Aunque el presidente posee casi todo el poder ya que es Jefe de Estado, Jefe de Gobierno, por lo que puede conformar su Gabinete y Comandante en Jefe del Ejército, y la función del vice presidente se limita a suceder al presidente en el caso de que haya algún imprevisto, el vice presidente puede siempre oponer su opinión a la del presidente y constituye también un paso para la presidencia. En ésta ocasión, parece que Leni Robredo llegará a dicho cargo a pesar de la poca diferencia que la separa de Ferdinand Marcos, del Partido Ncionalista. En caso de ocupar la vice presidencia, Filipinas tendría a un polémico presidente que cuestiona la democracia y a una vice presidenta que ha luchado siempre por los derechos de los pobres.
Con el apodo “el castigador”, la población se refiere a un político muy controvertido. Entre algunos de sus actos más polémicos se encuentra su confirmación de su carácter dictatorial, así como la afirmación de la comisión de más de un millar de asesinatos con el fin de limpiar las calles de Davao, la ciudad de la que ha sido alcalde durante más de veinte años. Además, se ha atrevido a maldecir al Sumo Pontífice en un país muy religioso. Al interno de su país, Rodrigo Duterte podría perfectamente acabar con la democracia establecida desde hace relativamente poco de sguir utilizando las mismas medidas de las que se valió en Davao.
El cansancio generado por las altas tasas de criminalidad y corrupción, así como el rechazo que generan los políticos procedentes de la Capital, Manila, están entre las razones que han encumbrado a Duterte a la presidencia. Una presidencia que estará marcada por la continuación de la política macroeconómica seguida por el antiguo gobierno de Aquino, que ha reportado beneficios. Sin embargo, Duterte sabe que la gente no le ha votado solo para mantener la misma senda económica, sino para que la propia población reciba un beneficio real de esa riqueza a la vez que el crimen se reduce.
A nivel externo, Filipinas podría convertirse en un polémico actor en el Mar del Sur de la China de acuerdo con la posición que tiene Rodrigo Duterte sobre las reclamaciones territoriales de China y los países circundantes en el área. Su intención es la de llevar una doble relación con China, acercándose económicamente a ella como forma de seguir mejorando la economía del país, pero también tratando con ella el tema de las reclamaciones territoriales, sin ceder ni un ápice y dejando de lado a la comunidad internacional, a la que el ex presidente Aquino dejaba mediar. Ésta relación económica más profunda con China podría afectar a la alianza de Filipinas con Estados Unidos en un futuro próximo.
Rodrigo Duterte won Phillippine´s national elections last Monday, and he is becoming the new President on 30th of June, as Constitution claims. Achieving the great majority of the votes over 55 millions of voters, the chief of PDP-Laban Party has overcome all his opponents, including Mar Roxas, candidate of the Liberal Party, which had been ruling the country up to these elections under President Benigno Aquino mandate. The other defeated candidates are Bejomar Binay, from UNA (United Nationalist Alliance) and Grace Poe, independent, amongst others.
Alongside presidency, the elections has also been used to choose the Vice-president, the senators and congresses. Although the president holds almost all the power as Head of the State, Head of the Government and as the Commander of the Army, vice-president may always oppose its opinion to the presidents as a step to presidency. This time, it seems that Leni Robredo will become the vice-president despite of there is no apparent difference amongst her and Ferdinand Marcos, who belongs to Nationalist party. In case of this case, Philippines would face a polemic and a questioning democracy president confronted to a pro-poors activist.
By calling Mr Duterte “The Punisher”, the people wants to say that there is hidden a history of controversy under his identity. Amongst some of his facts, it has been claimed that he is a dictator as well as it has been confirmed that he has murdered more than a thousand people in order to eradicate criminality in Davao, where he has been the mayor more than twenty years. Moreover, he has cursed Pope Francis in such a religious country. Inside its country, Mr Duterte´s way could perfectly end up with a democracy that it is not old at all, in case he keeps going on using same ways it used to use in Davao.
People got fed up with high rates of criminality and corruption at the same time they have been punished by politicians from Manila, the capital of Philippines. These could maybe have been the reasons for voting Mr Duterte, who has said he will keep going on the economic way of the Aquino´s Government, followed by a macro economically speaking, which produce benefits. However, Duterte knows that people did not vote him just to keep economy growing but also to reduce the crime in the country.
Outside of the country, Philippines could also turn into a controversial actor in South China Sea according to Duterte´s position on China´s and the surrounding countries and the reclamations over the islands. His intention is to carry out a double way to relate with China. Philippines will come closer to China in order to negotiate the economy. At the same time, Duterte claims territorial disputes with China without any United Nations intervention, as the last president used to do. However, it does not mean giving up at all. Moreover, coming closer to China could also affect relations between US and Philippines, allies so far.
JOAN CABRERA ROBLES
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