Aunque Obama quiso comenzar su presidencia cerrando página con el conflicto en Irak en la historia norteamericana, parece que es una tierra que no deja de atrapar al país; Oriente Medio se ha convertido en la “Leyenda Negra” de Estados Unidos y múltiples han sido los esfuerzos por colocar la bandera del triunfo y no del desgaste y la derrota. El Daesh les ha atraído nuevamente allí y, por tanto, el Daesh se ha convertido en su objetivo primordial para acabar el capítulo.
Tras el cierre de la reunión de la OTAN en Varsovia, el jefe del Pentágono, Aston Carter anunció este pasado lunes que Estados Unidos se comprometía a enviar más tropas a Irak tras haber tenido un encuentro con el primer ministro iraquí y su secretario de defensa. La justificación para este despliegue es la sangría que está cometiendo el Daesh en territorio iraquí, aprovechándose del desequilibrio político-social ante las luchas de poder y las injusticias sectarias, así como para ayudar en la toma de Mosul (que lleva bajo dominio terrorista desde junio del 2014), bastión del grupo y enclave estratégico en la región.
El régimen iraquí sobrevive a los golpes del Daesh (que ha sufrido más de 200 muertos en estas primeras semanas de julio), pero no ha cesado en ningún momento en empujar a los extremistas fuera de su territorio (de hecho, es en Irak donde más ha sufrido el grupo terrorista reduciéndose su territorio más de un 20%); de hecho, el régimen iraquí hace unos días anunció con éxito la toma de la base de Qayyara al sur de Mosul (a unos 60 km de la ciudad), que es donde se van a desplegar las unidades adicionales norteamericanas, según anunció el Pentágono; la conquista de ese punto puede ser fundamental para lanzar desde ahí la ofensiva contra la resistencia enemiga. La intromisión de Estados Unidos en la toma de Mosul también obedece a la controversia que existe entre las milicias chiíes, las tropas kurdas y otras fuerzas en la región, que rivalizan en las diferencias de fe y ante las atrocidades que también están cometiendo las milicias chiíes, los nuevos “liberadores” de la población oprimida por el Daesh, hacia la población suní.
La coalición internacional, así como las fuerzas que operan sobre el terreno en la lucha contra el Daesh, se han puesto de acuerdo para luchar en un frente común, pero no es el único; si no se cierran las grietas que se están agrandando debido a los abusos contra la población suní por las milicias chiíes, con más poder e influencia por su protagonismo en el combate contra el terrorismo, Irak y Siria verán, tarde o temprano, otra guerra sectaria que alimentará a grupos como el Estado Islámico y convertirá todos los esfuerzos y avances realizados sobre el terreno contra el terrorismo en pura retórica.
Estos últimos meses han supuesto un notable avance en la lucha contra el grupo terrorista con la reconquista de bastiones fundamentales como Falluya, Banji, Ramadi y, cercano está la de Mosul. No obstante, Daesh sigue resistiendo en puntos como Raqqa, la capital de su autoproclamado estado, Palmira y en Alepo, centro estratégico entre fronteras y fundamental para su financiación; además el día 11, Daesh consiguió derribar un helicóptero ruso matando a sus tripulantes, lo que puede provocar un aumento de la actividad militar de Rusia sobre Siria, pudiendo peligrar el alto el fuego aún vigente en algunas partes del país. Por otro lado, el combate no puede centrarse únicamente en Siria y en Irak, ya que el Daesh no está perdiendo sino adaptándose a las circunstancias, aprovechando otras oportunidades (Bangladesh, el Cáucaso, África…) para asentar sus fuerzas. En realidad, el combate físico puede que lo esté perdiendo, pero en el terreno de las ideas el Daesh aún sigue siendo el director de orquesta.
Following the closure of the NATO meeting in Warsaw, the Pentagon chief, Aston Carter announced on Monday that the United States agreed to send more troops to Iraq after having a meeting with the Iraqi Prime Minister and his secretary of defense. The justification for this deployment is the bleeding that is making Daesh in Iraq, taking advantage of the political and social imbalance due to power struggles and sectarian injustices, and in order to assist in retake Mosul (under terrorist domination since June 2014), stronghold of the group and strategic location in the region.
The Iraqi regime survives the beats of Daesh (it has suffered more than 200 deaths in these first weeks of July), but it has not stopped at any time in pushing the extremists out of their territory (in fact, is in Iraq where more has suffered the terrorist group reduced its territory more than 20%); in fact, the Iraqi regime a few days ago announced the successfully retake of the base of al-Qayyarah, in the south of Mosul (about 60 km from the city), where they will deploy the US additional units, as announced the Pentagon; the conquest of this base will be crucial to launch from there the offensive against the enemy resistance. The US interference in Mosul also answers to the dispute between the Shiite militias, the Kurdish troops and other forces in the region, rivaling due to their differences of faith and the atrocities that are being committed by the Shiite militias, the new «liberators» of the population oppressed by the Daesh, to the Sunni population.
The international coalition and the forces operating on the ground in the fight against Daesh, have agreed to fight on a common front, but that is not the only one; if the cracks are widening due to the abuses against the Sunni population by the Shiite militias, with more power and influence for his role in the fight against terrorism, Iraq and Syria will, sooner or later, do not close another sectarian war which will feed groups like the Islamic State and will make all the efforts and progress made on the ground against terrorism rhetoric.
These past months, it has been a remarkable progress in the fight against the terrorist group with the retake of key strongholds like Falluja, Banji, Ramadi and Mosul is near of be. However, Daesh still resists in points as Raqqa, the capital of his self-proclaimed state, Palmyra and Aleppo, a strategic center between borders and essential for its funding; also, on 11, Daesh shoot down a Russian helicopter, killing its crew, which can lead to Russia to increase its military activity on Syria, which may endanger the ceasefire, still in force in some parts of the country. On the other hand, the combat can not focus solely on Syria and Iraq, as the Daesh is not losing but adapting itself to the circumstances, taking advantage of other opportunities (Bangladesh, the Caucasus, Africa …) to settle its forces. In fact, it may be losing the physical combat, but in the realm of ideas, Daesh still remains as the conductor.
MARTA Gª OUTÓN
1 thought on “LA LUCHA CONTRA EL DAESH. OBJETIVO: MOSUL / Combating Daesh. Objetive: Mosul”