Esta semana se ha celebrado en un hotel militar de Pekín el Sexto Pleno del Comité Central del Partido Comunista Chino en el cual se han reunido los dirigentes más poderosos del partido. Esta reunión se realiza con carácter anual para definir los objetivos del año y en este caso preparar la reunión quinquenal del partido que tendrá lugar en 2017, pero en esta ocasión el resultado de la misma ha sido diferente a las anteriores.
Como es costumbre dentro del partido existen varios grupos dentro del mismo que compiten por tener todo el poder, de entre los cuales hay que destacar la facción de la Liga de Jóvenes Comunistas (tuanpai), de la cual el líder es el expresidente Hu Jintao¸ o la “camarilla de Shangai” liderada por el también ex presidente Jiang Zeming. Sin embargo, Xi Jinping no tiene personas afines a él en los cargos importantes, lo que le deja con poco poder en la dirección del mismo. Sin embargo tras este pleno la situación ha cambiado ya que ha sido nombrado “núcleo” o “hexin”. Esta denominación le confiere un estatus especial, ya que implica que es la persona con mayor poder dentro del partido a la cual no se la puede contradecir y además se le permite estar una cantidad indefinida de tiempo al frente del mismo, en contra de la costumbre de renunciar tras 10 años al frente del mismo en favor de otro miembro de una facción contraria para así suavizar el proceso de reformas.
Xi ya tenía múltiples cargos dentro del partido que le conferían mucho poder, como por ejemplo Secretario General del Partido, Presidente de la Comisión Militar Central, Jefe de Estado y jefe de las comisiones de seguridad nacional y del proceso de reformas. Aun así su autoridad no era total, y para ello ha necesitado de este pleno, que le permite ser la autoridad indiscutible en el país y que los enemigos no puedan jugar en su contra. Si a esto le sumamos que el Pleno ha adoptado también medidas para fortalecer la lucha contra la corrupción, uno de los pilares del mandato de Xi, además de reforzar la vigilancia de la disciplina interna, observamos como su poder se va afianzando dentro del partido.
Todo ello nos muestra como el futuro del PCCh está volviendo a recordarnos a la época de Mao Zedong o de Deng Xiaoping, donde el poder estaba más centralizado que en los últimos años y el control sobre el partido era mucho más férreo. Sin embargo, las tareas que debe afrontar el actual presidente no son pocas, pues el país está sufriendo una desaceleración económica provocada en parte por la sobrecapacidad industrial del país o la ineficiencia de las empresas públicas que dominan el país, y que sumada a una política exterior de constante tensión ya que los países de alrededor se ven amenazados por ella nos da una situación de la cual tardara años en salir y que probablemente pasara por una mejora en las relaciones con sus vecinos.
This week it has been held in a military hotel in Beijing the sixth full of the Central Committee of the Chinese Communist Party in which the most powerful leaders of the party met. This meeting is performed on an annual basis to define the objectives of the year and in this case to prepare the five-year party meeting which will take place in 2017, but this time the result has been different from the previous ones.
As usual within the party there are several groups competing to have all the power, among which there are the League of Young Communists (tuanpai) faction, whose leader is the former President Hu Jintao¸ or the «Shanghai Clique» led by the former President Jiang Zeming. However, Xi Jinping doesn´t have people related to him in important charges, what leaves him with little power in the direction of the same. However after this the situation has changed since he has been named «core» or «hexin». This denomination confers him a special status, since it implies that he is the person with greater power within the party to whom is not allowed to contradict and also allows him to be an indefinite amount of time at the front of the same, against the custom of resigning after 10 years at the front of the same in favour of another member of a faction contrary for so soften the process of reforms.
Xi already had multiple charges within the party that gave him much power, as for example General Secretary of the party, Chairman of the military Central Commission, head of State and head of national security and the process of reform commissions. Yet his authority was not total, and for this he needed this plenary, which allows him to be the undisputed authority in the country and the enemies do not play against. If to this we add that the plenary has also adopted measures to strengthen the fight against corruption, one of the pillars of the mandate of Xi, in addition to strengthening the monitoring of internal discipline, we can see how his power is getting stronger inside the party.
All this shows how the future of the CPC is going back to remind us of the era of Mao Zedong or Deng Xiaoping, where the power was more centralized and much more strict than in recent years and the control over the party. However, the tasks that the current President must face are not few, because the country is suffering an economic slowdown caused partially by its industrial overcapacity or the inefficiency of the public companies that dominate the country, and that added to a political outside of constant tension since the countries of around are threatened by it gives us a situation which will take years in exit and that will probably happen by an improve in the relations with its neighbours.
JORGE GARCÍA ALONSO DE CELADA
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