En las democracias se ha llegado al terreno del “todo vale”, del “eso no afecta a mis libertades o bienestar”, por lo que el uso del pensamiento crítico y del análisis está cuestionado (o más bien, olvidado e infravalorado), lo que hace que nuestras sociedaddes se hayan convertido en un blanco perfecto para la manipulación e instrumento de influencia. Es, por tanto, importante la interconexión entre información e inteligencia, explotar el terreno de la argumentación y del análisis sacando a la luz los hechos y no sólo las palabras o las ideas y, sobre todo, no perderse en la búsqueda de un proyecto de contra-narrativa, sino hacer urgente el refuerzo de la narrativa propia formantada a través de la educación.
INTRODUCCIÓN
La estrategia combinada de Vladimir Putin de dominar el espacio geoestratégico empleando a la vez una línea dura, con la implicación militar y la presión política, y una línea blanda, dirigida por operaciones de influencia, en escenarios fundamentales como Siria o Ucrania pero que afectan incluso a las urnas norteamericanas o a los países limítrofes con la Unión Europea (Estonia, Letonia, Lituania…) plantea la problemática de la no-ley de guerra en el espacio cibernético y la falta de previsión y respuesta ante operaciones de influencia en territorios ajenos. El gigante ruso ha sabido acceder a todos los terrenos de juego y mostrarse flexible y adaptable a todo tipo de cambios y circunstancias sin vulnerar sus objetivos e identidad frente a una competencia vieja (Europa y Estados Unidos), enquistada en sus problemáticas internas y falta de previsión y estrategia prospectiva; Rusia no tiene más que incidir en los pilares más endebles de esas disputas para hacer tambalear toda una geopolítica de unos estados confusos y sin dirección. Ahora mismo, después de la gran reñida falta de pruebas de la intromisión rusa en las elecciones presidenciales norteamericanas, Francia, Alemania y Países Bajos temen padecer el mismo destino[1].
La estrategia rusa de comunicación para influir en el público occidental se asienta en estas líneas principales: disminuir la confianza ciudadana en sus gobernantes, fomentar y alimentar las fracturas políticas, convertir en popular la agenda rusa en la política internacional y generar confusión sobre la realidad y la ficción de la información[2].
Camuflar la información gris (de orígenes confusos y no verificados) entre información mayoritariamente blanca (contrastada y abierta) ayuda a ampliar esas líneas de confusión y de desconfianza en los hechos o declaraciones gubernamentales. Al final, quien se atreve a bucear en la propaganda creada por el aparato de comunicación e influencia del Kremlin, sin una dirección o formación clara, peligra con verse perdido en una vorágine de información, cada una con una trama diferente sobre la misma historia, que convierte la verdad en algo utópico y los objetivos e ideales en pura hipocresía. Conducir a ese estado de pérdida de orientación es uno de los objetivos fundamentales de la desinformación rusa, porque de individuos desorientados se llega a estados resquebrajados y desdibujados. Al final, como anunciaba un manual ruso titulado “Information-Psycological war operations: a short encyclopeadia and a guide (2011)” -donde especifica que la guerra de influencia va más allá de los métodos de persuasión y se acerca mejor a la influencia en las relaciones sociales y el control de los recursos de las reservas estratégicas[3]-, cualquier instrumento se convierte en un arma utilizable; solo hay que utilizarlo sin que los afectados identifiquen ese instrumento como un medio de hacer la guerra.
LA NARRATIVA RUSA Y ALGUNES EJEMPLOS DE ESCENARIOS DE INFLUENCIA
El mensaje principal de la narrativa rusa puede resumirse en: “La gran hipocresía de Occidente”[4], atrayendo las miradas al relativismo puro y hacia la perspectiva más realista de la geopolítica, advirtiendo de que la realidad está sostenida según las perspectivas; de esta forma, se genera la confusión y desvinculación de lo que hasta ahora te representa a y de lo que hasta ahora formabas parte para cuestionarlo y verlo desde esa perspectiva crítica y tan bien posicionada para resaltar únicamente aquello en lo que interesa poner foco. El trabajo de esa desinformación, esa guerra informativa que persigue el desmantelamiento de las perspectivas, que impulsa y realza el relativismo frente a la única voz de la verdad, para crear caos, desunión y desconfianza absoluta, sobre todo ante noticias que no pueden ser tan verificadas (por ejemplo, el conflicto sirio y la autoría del uso de armas químicas), convierte el escenario en manipulable y esclavo de los intereses nacionalistas de los estados.
En 1999, Igor Sergev declaró que Rusia no podía competir contra la fuerza militar norteamericana, en cambio, debía entrar en el terreno de lo “revolucionario” con direcciones asimétricas; es aquí donde, en boca de algunos teóricos rusos, entramos en el terreno de la “psico-esfera” y en el nivel de las estrategias del ingenio. Al final, ante una falta de guía de actuación y defensa ante la amenaza desde el entorno de la información, ante una falta de entendimiento de la naturaleza de este nuevo escenario de combate, puedes desarmar a un país entero con una operación de influencia o entrometiéndote desde el campo ciber en su dirección política y sin la amenaza de que se pueda activar el artículo 5 de la OTAN, porque en el terreno de la “psico-esfera” los acuerdos y el poder militar de la OTAN no están contemplados. En este sentido, raro no nos puede parecer que se haya intervenido en conversaciones o cuentas privadas gubernamentales de Estados Unidos (por un perseguido hacker identificado con el seudónimo de Guccifer2.0) o que la campaña de influencia de Putin haya llegado hasta Estados Unidos -con el logro de situar en el poder a un presidente sin una política clara, provocador de la desconexión social norteamericana y admirador del presidente ruso, cercano a la posibilidad de que se doblegue a sus políticas exteriores-; no es fruto de amistades profundas sino de cumplimiento de un objetivo primordial ruso: quebrar el liderazgo norteamericano y desajustar su política.
Pero la estructura de operaciones de influencia rusa va más allá de las esferas legislativas; ha crecido hasta convertirse en un complejo entramado compuesto por varios actores internacionales que, en un mismo escenario, intervienen para un mismo fin. La cadena de información RT, que nació en el 2005 con la intención de acrecentar la imagen rusa fuera de sus fronteras, después del conflicto del 2008 con Georgia, se convirtió en una de las cadenas de propaganda rusa con mayor poder de influencia internacional (teniendo especial impacto en el público de ideologías extremas, tanto de izquierdas o de derechas) al jugar con el sentido revolucionario y nacionalista, hasta el punto de haberse convertido en una cadena de referencia frente a unos medios occidentales “desacreditados”[5].
Martín Kragh, experto en análisis de Rusia del Swedish Instituye of International Affairs acusó a Rusia del empleo de una guerra informativa en territorio suizo con la pretensión de desestabilizar el país y ganar influencia. El estudio sobre el suceso, publicado en el Journal of Strategic Affairs[6], Kragh declara que Rusia ha empleado, teniendo como antecedente claro las actuaciones psicológicas de la KGB, operaciones de influencia en territorio suizo para influir en la opinión pública principalmente a través de la implantación de troyanos en las cuentas de Twitter, robando la identidad de informaciones suizas publicando en su nombre pero con contenido manipulado, o extendiendo informaciones falsas que desacreditan a la OTAN, la lealtad de autoridades suizas debido a actuaciones deshonestas, como implicaciones en Ucrania o apoyo al Kremlin.
En Bielorrusia, 2/3 de la población ven canales de TV rusos y hasta hace poco, las campañas de desinformación rusas en el país no habían sido tan necesarias (hasta que se ha registrado movimientos y criterios más cercanos a occidente tras la tensión con Europa por la intromisión en Crimea), pero las incitaciones de sectarismo y división nacional (invitado sobre todo a través de los medios nacionales, como EADaily o Regnum) están facilitando el terreno de juego para Rusia. Otro ejemplo es del 2007, cuando Estonia anunció la retirada de un memorial en favor de los soldados soviéticos que empezó una guerra con su gigante vecino de operaciones psicológicas y de desinformación, tanto en territorio nacional como en el exterior, que se tradujeron en acciones cibernéticas (de hackeo de cuentas) y directas (boicots en la embajada de Estonia en Rusia o bloqueos a producciones de este país) que pusieron la alerta a Estonia. Y en Ucrania pasó lo mismo amplificado los factores del conflicto, cuando las armas más escuchadas e impactantes eran las que se empleaban en los medios (en su mayoría controlados por los rusos con el protagonismo de canales pro rusos como: Inter, Ukraina 24, el periódico Komsomolskaya Pravda v Ukraine, canales televisivos como LifeNews, Россия1, Россия24, Первый канал, НТВ, РЕН ТВ…)[7] y acciones de contrainteligencia, como el movimiento cada vez más influyente prorruso que se movilizó en el país después de la intromisión de unas fuerzas armadas “no identificadas” y que Putin desmentía su vinculación con el Kremlin.
CONCLUSIÓN – EL NUEVO ESCENARIO DE COMBATE: LA GUERRA HÍBRIDA
En el 2013, se publicó en The Russian Military Courier un artículo titulado “El valor de la ciencia en predicción”[8] donde se presentaba el nuevo escenario de combate híbrido en el que no haría falta el uso de la fuerza directa sino el uso de estrategias y tácticas de influencia en defensa de los intereses nacionales.
Mark Galeotti, experto en historia rusa y asuntos de seguridad, traductor al inglés de este artículo, declara la importancia actual del nuevo terreno de combate, el no-uso de la fuerza para conseguir objetivos políticos y estratégicos. Y Rusia se ha convertido en un maestro de la guerra híbrida, expandida mayormente a partir de la actuación en Crimea del 2014 y, posteriormente, en la crisis ucraniana; y el principal factor para el éxito en la guerra híbrida es -aparte de la falta de respuesta y de previsión (sobre todo de los estados afectados, aún sujetos a las reglas clásicas de la guerra)- el terreno de lo opaco, donde el relativismo se refuerza en un debate entre la verdad y la manipulación y donde lo imprevisible toma la delantera frente a lo predecible y frente a la tan debatida política idealista y cooperativa.
El empleo de la guerra híbrida no es más que una estrategia que acompaña y refuerza las actuaciones geopolíticas de un país, ocultando el verdadero propósito del actor, previniendo el empleo de la violencia o la colisión directa de fuerzas entre actores incidiendo en los factores más vulnerables: el terreno de las ideas; un enemigo puede ser derrotado físicamente en la batalla, pero como aseguraba el gran estratega Sun Tzu, las guerras se ganan en los corazones y en las mentes. Y en un tiempo donde la opinión publica soporta menos los escenarios bélicos y las pérdidas económicas y humanas del conflicto, la guerra híbrida está ganando protagonismo y aquellos actores más afectados por una economía vulnerable o inestable necesitan provocar derrotas en el área de la información y de la influencia para evitar la última respuesta de la intromisión militar. Rusia en el año 2000 estableció, en su Doctrina para la Seguridad de la Información[9], la esfera de la información como una de las prioridades del interés nacional, poniendo foco en la protección de la imagen de Rusia frente a las amenazas exteriores de descrédito y el refuerzo de los valores rusos y del patriotismo.
El esfuerzo que se podría realizar frente a esta amenaza, cada vez más atractiva y utilizada por actores estatales y no estatales, es la respuesta correcta con información veraz, objetiva y clara (que exponga con datos, con fuentes primarias y de autoridad) que apoyen en la clarificación de la duda y el relativismo; en una era donde la información es constante y directa, nos ahogamos en la desinformación al haber una falta de profundidad, clasificación y argumentación y esa es una tarea urgente que debe recaer en las manos de los expertos y responsables de informar e investigar. Por otro lado, es importante poner acento en el problema y presentarlo, con su verdadera naturaleza y estrategia, de forma púbica, para que se pueda combatir desde las esferas políticas y sociales. Además, es fundamental el continúo análisis del escenario de operaciones psicológicas, para seguir sus direcciones, objetivos de audiencia y temas-mensajes de su campaña.
Democracies have reached the terrain of «anything is true,» «that does not affect my freedoms or well-being, so is not important to me»… so, the use of the critical thinking and the analysis is questioned (or rather neglected and undervalued), which makes our societies a perfect target for manipulation and instrument of influence. It is therefore important to interconnect information and intelligence, to exploit the terrain of the argumentation and the analysis by bringing to the light the facts and not only words or ideas and, above all, not to lose oneself in the search for a project of Counter-narrative, but rather make the reinforcement of the narrative itself and through the education.
INTRODUCTION
Vladimir Putin’s combined strategy of dominating the geostrategic space, employing both a hard line, military involvement and political pressure, and a soft line, led by influence operations in key scenarios such as Syria or Ukraine but even affecting countries as Estonia, Latvia, Lithuania … poses the problem of non-law of war in cyber space and the lack of foresight and response to influence operations in foreign territories. The Russian giant has been able to access all the fields and be flexible and adaptable to all kinds of changes and circumstances without violating their objectives and identity against an old competition (Europe and the United States), entrenched in their internal problems and lack of foresight and strategy; Russia has only to influence the weakest pillars of these disputes to shake a whole geopolitics of confused and unaddressed states. Right now, after the hard-fought lack of evidence of Russian meddling in the US presidential elections, France, Germany and the Netherlands are afraid of the same fate.
The Russian strategy of communication to influence the Western public is based on these main lines: to diminish the public confidence in its rulers, to foment and to foment the political fractures, to make popular the Russian agenda in the international politics and to generate confusion on the reality and The fiction of information.
Camouflaging gray information (from confused and unverified sources) between mostly white (contrasted and open) information helps to widen those lines of confusion and mistrust in government facts or statements. In the end, those who dare to dive into the propaganda created by the Kremlin’s communication and influence apparatus, without a clear direction or formation, are at risk of being lost in a maelstrom of information, each with a different plot about the same story, which turns truth into something utopian and goals and ideals into pure hypocrisy. To lead to the sense of loss of orientation is one of the fundamental objectives of the Russian disinformation, because of disoriented individuals one arrives at fractured and blurred states. In the end, as has been announced in a Russian manual titled «Information-Psycological war operations: a short encyclopaedia and a guide (2011)» – where it has been specified that war of influence goes beyond persuasion methods and is better approximated to influence in social relations, and control of resources in strategic reserves – any instrument becomes a usable weapon; It is only necessary to use it without the ones who identify that instrument as a means of making war.
THE RUSSIAN NARRATIVE AND SOME EXAMPLES OF INFLUENCE SCENARIOS
The main message of the Russian narrative can be summarized as: «The Great Hypocrisy of the West», attracting the glances to the pure relativism and to the more realistic perspective of the geopolitics, noting that the reality is supported by the perspectives; In this way, it generates the confusion and dissociation of what until now represents you and what until now you were part to, questioning it and seeing it from that critical perspective and so well positioned to highlight only that in which it is important to focus. The work of this disinformation, that information war that seeks to dismantle the perspectives, which promotes and enhances relativism against the only voice of truth, to create chaos, disunity and absolute mistrust, especially in the face of news that can not be so (For example, the Syrian conflict and the use of chemical weapons), makes the scenario manipulative and slave to the nationalist interests of the states.
In 1999, Igor Sergev stated that Russia could not compete against the US military, instead, it had to enter the terrain of the «revolutionary» with asymmetric directions; It is here that, in the words of some Russian theorists, we enter the realm of the «psycho-sphere» and the level of the strategies of the ingenuity. In the end, faced with a lack of guidance of action and defense against the threat from the information environment, before a lack of understanding of the nature of this new scenario of combat, you can disarm a whole country with an operation of influence or meddling From the cyber field in its political direction and without the threat that Article 5 of NATO can be activated, because in the field of the «psycho-sphere» the agreements and military power of NATO are not contemplated. In this sense, we can hardly seem to have intervened in private talks or government accounts of the United States (by a persecuted hacker identified with the pseudonym of Guccifer 2.0) or that the campaign of influence of Putin has arrived until the United States – With the achievement of placing in power a president without a clear policy, provoking the American social disconnection and admirer of the Russian president, close to the possibility of bending to its foreign policies; It is not the result of deep friendships but the fulfillment of a primordial Russian objective: to break the American leadership and to misfit its policy.
But the structure of operations of the Russian influence goes beyond the legislative spheres. Has grown into a complex network composed of several international actors who, in the same scenario, intervene for the same purpose. The RT information chain, which was created in 2005 with the intention of increasing the Russian image outside its borders, after the 2008 conflict with Georgia, became one of the most influential Russian propaganda chains special impact on the public of extreme ideologies, whether left or right) by playing with the revolutionary and nationalist sense, to the point of having become a reference chain against a «discredited» Western media.
Martín Kragh, a Russian analysis expert at the Swedish Institution of International Affairs, accused Russia of using an information war on Swiss territory with the aim of destabilizing the country and gaining influence. The study on the event, published in the Journal of Strategic Affairs, Kragh states that Russia has employed, having as a clear antecedent the psychological performances of the KGB, influence operations in Swiss territory to influence public opinion mainly through the implantation Of Trojans in Twitter accounts, stealing the identity of Swiss information by publishing in their name but with manipulated content, or spreading false information that discredits NATO, the loyalty of Swiss authorities due to dishonest actions, such as implications in Ukraine or support to the Kremlin.
In Belarus, 2/3 of the population watch Russian TV channels and, until recently, Russian disinformation campaigns in the country had not been so necessary (until there have been movements and criteria closer to the West after the tension with Europe due to the intrusion into Crimea), but the incitement of sectarianism and national division (especially invited through national media, such as EADaily or Regnum) are facilitating the playing field for Russia. Another example is from 2007, when Estonia announced the withdrawal of a memorial in favor of Soviet soldiers who started a war with their giant neighbor of psychological operations and disinformation, both domestically and abroad, which resulted in cyber actions (Account hacking) and direct (boycotts in the Estonian embassy in Russia or blockades to productions of this country) that put the alert to Estonia. And in Ukraine, the factors of the conflict also amplified, when the most listened and shocking weapons were those used in the media (mostly controlled by the Russians with the pro-Russian proletarian role as: Inter, Ukraina 24, Komsomolskaya Pravda v Ukraine, television channels such as LifeNews, Россия1, Россия24, Первый канал, НТВ, РЕН ТВ …) and counterintelligence actions, such as the increasingly influential pro-Russian movement that mobilized in the country after the intrusion of forces Armed «unidentified» and that Putin denied its link with the Kremlin.
CONCLUSION – THE NEW COMBAT SCENARIO: THE HYBRID WAR
In 2013, an article titled «The Value of Science in Prediction» was published in the Russian Military Courier, which presented the new scene of hybrid combat in which it would not be necessary to use direct force, but the use of strategies and tactics of influence in defense of national interests.
Mark Galeotti, an expert in Russian history and security affairs, an English translator of this article, declares the current importance of the new combat terrain, the non-use of force to achieve political and strategic objectives. And Russia has become a master of the hybrid war, expanded largely from the Crimean performance of 2014 and, later, the Ukrainian crisis; And the main factor for success in the hybrid war is – apart from the lack of response and foresight (especially of affected states, still subject to the classical rules of war) – the terrain of the opaque, where relativism Is reinforced in a debate between truth and manipulation and where the unpredictable takes the lead in front of the predictable and in front of the much debated idealistic and cooperative politics.
The use of hybrid warfare is no more than a strategy that accompanies and reinforces the geopolitical actions of a country, hiding the real purpose of the actor, preventing the use of violence or the direct collision of forces between actors, affecting the most vulnerable factors : The terrain of ideas; An enemy can be defeated physically in battle, but as the great strategist Sun Tzu claimed, wars are won in hearts and minds. And in a time where public opinion is less supportive of the war scenarios and economic and human losses of the conflict, hybrid war is gaining prominence and those actors most affected by a vulnerable or unstable economy need to provoke defeats in the area of information and The influence to avoid the last response of military intrusion. In 2000, in its Information Security Doctrine, Russia established the field of information as one of the priorities of the national interest, focusing on the protection of Russia’s image in the face of external threats of disrepute and Reinforcement of Russian values and patriotism.
The effort that could be made against this threat, increasingly attractive and used by state and non-state actors, is the correct answer with truthful, objective and clear information (with data, with primary and authoritative sources) that support In the clarification of doubt and relativism; In an era where information is constant and direct, we drown ourselves in misinformation as there is a lack of depth, classification and argumentation and that is an urgent task that must fall into the hands of experts and those responsible for informing and investigating. On the other hand, it is important to emphasize the problem and present it, with its true nature and strategy, in a public way, so that it can be combated from the political and social spheres. In addition, continued analysis of the psychological operations scenario is essential, to follow their directions, audience objectives and campaign messages.
MARTA Gª OUTÓN
[1](19/01/17)http://www.washingtontimes.com/news/2016/dec/26/russian-disinformation-and-practiced-intimidation/
[2] (19/01/17) Think Tank especializado en seguridad y defensa, llevado por profesionales del ámbito del análisis y de los estudios sobre seguridad y defensa https://warontherocks.com/2016/11/trolling-for-trump-how-russia-is-trying-to-destroy-our-democracy/
[3] (19/01/17) https://www.theguardian.com/news/2015/apr/09/kremlin-hall-of-mirrors-military-information-psychology
[4] (20/01/17) Medio independiente pan-europeo especializado en las políticas europeas asociado a otras agencias de información europeas-http://www.euractiv.com/section/global-europe/interview/former-rt-presenter-russian-disinformation-is-a-weapon/
[5] (19/01/17) Medio de información y análisis sobre la seguridad llevado por el Centro de Estudios de Seguridad de la Georgetown University http://georgetownsecuritystudiesreview.org/2016/10/25/russias-disinformation-war/
[6] (20/01/17) Medio de comunicación suizo traducido al inglés. http://www.thelocal.se/20170107/swedish-think-tank-details-russian-disinformation-in-new-study
[7] (19/01/17) Foreign Policy Research Institute; medio de comunicación especializado en el estudio de la geopolítica que afecta a Estados Unidos http://www.fpri.org/article/2015/10/russian-propaganda-disinformation-and-estonias-experience/
[8] Blog especializado en el análisis de la seguridad y la geopolítica desde la perspectiva norteamericana, creado y coordinado por fuerzas de defensa norteamericana (US Marines) http://smallwarsjournal.com/blog/narrative-cyberspace-and-the-21st-century-art-of-war
[9]http://www.fpri.org/article/2015/10/russian-propaganda-disinformation-and-estonias-experience/