Qatar pasó de ser el “niño consentido” del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) a recibir un golpe seco y contundente de realidad. El pasado 5 de Junio Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Yemen y Egipto rompieron simultáneamente sus relaciones diplomáticas con el emirato. Una acción conjunta, coordinada y meditada en silencio a la que se sumaron, durante la jornada, los gobiernos de Yemen y Libia (respaldados por Riad), las islas Maldivas y Mauricio, debido al “apoyo a varios grupos terroristas y sectarios que tienen como objetivo desestabilizar la región».
Doha, por su parte, ha calificado de «injustificada» e «infundada» dicha medida que conlleva el cierre total de fronteras y la prohibición de las comunicaciones por tierra, mar y aire (aerolíneas como Gulf Air, Etihad Airways o Emirates anunciaron la suspensión desde este martes de sus vuelos a Doha «hasta nuevo aviso»). Además, los ciudadanos qataríes residentes en Arabia Saudí, Emiratos Unidos y Bahréin dispondrían de dos semanas para abandonar sus territorios mientras que los diplomáticos fueron expulsados a las 48 horas de la desvinculación.
“Ante la insistencia del Estado de Qatar de continuar socavando la seguridad y la estabilidad de la región y su incapacidad para cumplir con los compromisos y acuerdos internacionales, se ha decidido tomar las siguientes medidas necesarias para salvaguardar los intereses de los países del Consejo de Cooperación del Golfo y el pueblo qatarí», detalla un comunicado divulgado por Emiratos Árabes Unidos.
Los factores que han llevado al aislamiento de la pequeña petromonarquía son abundantes y diversos.
Uno de los motivos del cisma se encuentra en la financiación del terrorismo. Empezando por Egipto, mientras que Riad y Abu Dabi respaldaron y financiaron a Abdelfatah al Sisi (actual presidente de Egipto), quién maquinó el golpe de Estado del 2013 y consiguió despojar del poder a los Hermanos Musulmanes. Tras su salida, esta organización fue catalogada como terrorista por saudíes, emiratíes y egipcios mientras que Qatar acogió en su seno a los dirigentes de su matriz y de sus filiales regionales, incluida la palestina Hamas, además de amparar a opositores saudíes y emiratíes a los que ha proporcionado cobijo y financiación. Todavía peor, en un país donde el 90% de los residentes son extranjeros sin derecho a voto, a muchos de estos refugiados políticos Qatar les ha concedido el tesoro de la nacionalidad y amplia libertad de movimiento.
Sólo en los últimos años Qatar ha intentado moderar su discurso a favor de los Hermanos Musulmanes y, en repetidas ocasiones, negar su financiación a otros grupos extremistas. Sin embargo, sigue estando entre los principales financiadores de Hamás, y algunos de sus líderes permanecen exiliados en el país, pese a las “presiones externas” llevadas a cabo por saudíes y de los países del Golfo sobre el reino catarí para expulsarlos.
Por otra parte, desde hace más de una década, Qatar se ha convertido en uno de los principales patrocinadores del islam militante en Europa, con la financiación de miles de mezquitas en todo el continente, al frente de las cuales han situado a imanes de su cuerda para difundir su particular visión del islam, muy alejada del pragmatismo y la tolerancia que dicen defender.
En el caso de España su plan consistía en levantar 150 templos hasta 2020. Pero la Inteligencia española mostró su preocupación al diario La Gaceta por las sospechas internacionales acerca de una posible financiación del Estado Islámico por parte del Emirato. Ello sirvió para aumentar las trabas de todo tipo a este plan, y frenarlo en gran medida. “Tenemos que preguntarnos quién está armando, quién está financiando al Estado Islámico. Y la palabra clave es Qatar”, declaró el alemán Mueller, del partido demócrata-cristiano en octubre de 2014.
El director del Royal United Services Institute de Qatar, Michael Stephens, respondía en un análisis de septiembre de 2014 que “hay donantes anónimos que han apoyado financieramente a los extremistas de Siria, porque ven con buenos ojos la implantación de un Califato. Arabia Saudí y Qatar, convencidos de la pronta caída del presidente sirio Bashar al-Assad y de que un Gobierno sunita sería positivo para ellos, apoyaron a grupos radicales», añade, en referencia a grupos como Liwa al-Tawhid, Ahrar al-Sham o Jais al-Islam, todos relacionados con los peligrosos miembros de Al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria.
Por tanto, Qatar utiliza una política basada en financiar a múltiples actores del islamismo radical para influir en todo el mundo, mediante la proliferación de sus adictos. Es la denominada “diplomacia de chequera”, comprar lealtades a golpe de talonario.
El otro factor se basa en la alienación de Doha con el faro chií, Irán, el cual provoco en 2014 el inició de los bombardeos en Yemen. El boicot también provoco la expulsión de Qatar de la coalición árabe –liderada por Arabia Saudí- que bombardea las zonas en Yemen controladas por el grupo rebelde chií de los hutíes desde marzo de 2015 debido al apoyo de “las prácticas que fortalecen el terrorismo» y su respaldo de grupos que «incluyen Al Qaeda y Daesh y sus tratos con milicias rebeldes” en alusión a los hutíes. Tras el anuncio del fin de los lazos diplomáticos de los cuatro países árabes, el Gobierno oficial yemení se ha unido a estos.
Y el otro gran factor es la cadena catarí Al Jazeera, la cual, con su influyente cobertura de la agitación regional ha enfurecido a los vecinos del golfo, convirtiéndose en el gran instrumento del gobierno catarí. La cadena de TV qatarí, con un periodismo de gran calidad, abundancia de medios y unas críticas a los gobiernos árabes más cercanas al estándar occidental que a la contención y manipulación de los medios locales, ha conseguido irritar a muchos en Oriente medio. Eso sí, nunca critican al gobierno del Emir de Qatar.
Al Jazeera ha sido uno de los vehículos utilizados por Qatar para expandir su influencia geopolítica en la región, donde el pequeño reino del Golfo intentaba convertirse en pieza clave en el convulso tablero de Oriente Medio. Las aspiraciones qataríes habrían sido vistas negativamente por Riad, que aspiraba entonces a ser el principal actor árabe frente a Irán y Turquía.
Pero la cuestión más importante sería la que gira en torno a la incógnita de “por qué ahora”. El respaldo y la financiación de Qatar a diferentes grupos extremistas, era de sobra conocido desde hace años. Pero dicho bloque no es un proceso que surja de la noche a la mañana, sino que, como todo, lleva un proceso de maduración y desarrollo. Por ello, el asombro fue general debido a que en “las últimas reuniones de alto nivel nunca hubo ninguna crítica. El emir estuvo en Yeda recientemente entrevistándose con el rey Salman y no hubo puntos de diferencia” señala el embajador de Qatar en España, Mohammed Jaham Al Kuwari. Podría ser que dicho proceso se apresurare después del primer viaje oficial del presidente Trump, el cual recalcó a Arabia Saudí que había que acabar con el “terrorismo de base islamista”.
Además, el acuerdo en materia de defensa y de servicios de más de 380.000 millones de dólares, incluidos 110.000 millones en ventas de armas a Riad para hacer frente a las «amenazas» de Irán, podría haber sido el fundamento necesario para el despliegue del aislamiento contra la monarquía catarí.
Lo que está claro es que este bloqueo, vigente desde hace una semana, puede tener consecuencias nacionales muy graves. El transporte de mercancías ya se ha visto afectado, en un país que importa el 90% de sus alimentos y de los materiales de construcción. Dicha importación lo hacía, en gran medida, a través de la frontera terrestre con Arabia Saudí y del puerto emiratí de Yebel Ali. La primera está cerrada y el segundo ha dejado de dar servicio a los navíos procedentes o con destino a Doha.
Pero también puede tener consecuencias para la libertad de movimiento de la población catarí, tanto extranjeros como nacionales, que pueden llegar a perder, en algunos casos, la nacionalidad de su país de origen. De hecho algunos occidentales están teniendo problemas para conseguir el visado en el aeropuerto de Dubái, lo que viola los acuerdos alcanzados al respecto entre la UE y EAU.
“Las autoridades cataríes se han apresurado a poner en marcha un plan de seguridad alimentaria y buscar fuentes de abastecimiento alternativas” dice la periodista, Ángeles Espinosa. Por lo que, los propios cataríes estarían barajeando la posibilidad de que el bloqueo se prolongue varios meses, algo que contradice profundamente las aspiraciones del presidente Trump de “solucionar el problema cuanto antes y a través de la vía diplomática”.
Por tanto, por un lado tenemos a unos aliados árabes que insisten en no rebajar las sanciones hasta que Qatar ofrezca garantías de un cambio en su política exterior y una mayor cooperación con el CCG. Y por otro, a Qatar que intenta esquivar el bloqueo marítimo, aéreo y terrestre, aumentará sus contactos con Turquía- uno de sus grandes aliados- e Irán para que le cubran sus necesidades y eviten su escasez.
El juego de disputas diplomáticas ha empezado.
Qatar passed of being the «spoiled child» of the Council of Cooperation of the Gulf (CCG) to receiving a dry and forceful blow of reality. Last June 5 Saudi Arabia, United Arab Emirates, Bahréin, Yemen and Egypt broke simultaneously his diplomatic relations with the emirate. A joint action, coordinated and pondered silently to that there added, during the day, the governments of Yemen and Lybia (endorsed by Riyadh), the islands Maldives and Mauritius, due to the «support to several terrorist and sectarian groups that have as aim destabilize the region”.
Doha, for his part, has qualified of «unjustified» and «groundless» this measure that carries the total closing of borders and the prohibition of the communications for land, sea and air (airlines like Gulf Air, Etihad Airways or Emirates announced the suspension from this Tuesday of his flights to Doha “up to new notice «). In addition, the citizens Qataris resident in Saudi Arabia, Emirates Joined and Bahrein would have of two weeks to leave his territories whereas the diplomats were expelled at 48 hours of the detachment.
«Before the insistence of the State of Qatar of continuing undermining the safety and the stability of the region and his disability to expire with the commitments and international agreements, has been decided take the following necessary measurements to safeguard the interests of the countries of the Council of Cooperation of the Gulf and the people Qataris», details a communiqué spread by United Arab Emirates.
The factors that have led to the isolation of the small petro-monarchies are abundant and diverse.
One of the motives of the schism is in the financing of the terrorism. Beginning for Egypt, whereas Riyadh and Abu Dabi endorsed and financed Abdelfatah to the Sisi (current president of Egypt), who plotted the coup of 2013 and succeeded in stripping the Muslim Brotherhood of power. After his exit, this organization was catalogued as terrorist by Saudis, Emiratis and Egyptians whereas Qatar received in his bosom the leaders of his counterfoil and of his regional subsidiaries, included the Palestinian Hamas, besides protecting Saudi opponents and Emiratis to which it has provided cover and financing. Even worse, in a country where 90% of the residents are non-voting foreigners, many of these political refugees Qatar have granted them the treasure of nationality and ample freedom of movement.
Only in the last years Qatar has tried to moderate his speech in favor of the Moslem Brotherhood and, in repeated occasions, to deny his financing to other extremist groups. Nevertheless, he continues being among the principal financiers of Hamas, and some of his leaders remain exiled in the country, in spite of the «external pressures» carried out by Saudis and of the Gulf States on the Qatari kingdom to expel them.
On the other hand, for more than one decade, Qatar has turned into one of the main sponsors of militant Islam in Europe with the financing of thousands of mosques into the whole continent, at the head of which they have placed to magnets of his rope to spread his particular vision of the Islam, very removed from the pragmatism and the tolerance that they say to defend.
In the case of Spain, its plan was to raise 150 temples until 2020. But the Spanish Intelligence expressed its concern to the daily La Gaceta due to international suspicions about a possible financing of the Islamic State by the Emirate. It served to increase the hobbles of all kinds to this plan, and to stop it to a great extent. «We have to ask us the one who is arming, who is financing to the Islamic State. And the key word is Qatar «, there declared the German Mueller, of the Christian Democrat party in October, 2014.
The director of the Royal United Services Institute of Qatar, Michael Stephens, responded in a September 2014 analysis that «there are anonymous donors who have financially supported the extremists in Syria because they welcome the introduction of a Caliphate. Saudi Arabia and Qatar, convinced of the early fall of Syrian President Bashar al-Assad and that a Sunni government would be positive for them, supported radical groups”, he adds, referring to groups like Liwa al-Tawhid, Ahrar al-Sham Or Jais al-Islam, all related to the dangerous members of Al Nusra, al-Qaeda’s Syrian branch.
Therefore, Qatar uses a policy based on funding multiple actors of radical Islam to influence the entire world through the proliferation of its addicts. It is the so-called «checkbook diplomacy», buying loyalties by coupon.
The other factor is based on the alienation of Doha with the Shiite lighthouse, Iran, which caused the start of the bombing in Yemen in 2014. The boycott also prompted the expulsion of Qatar from the Saudi Arabian-led coalition that bombed areas in Yemen under the control of the Shiite rebel group of the Hutu since March 2015 due to support for «practices that strengthen terrorism» and his support of groups that «include Al Qaeda and Daesh and their dealings with rebel militias» in allusion to the Hutu. Following the announcement of the end of the diplomatic ties of the four Arab countries, the official Yemeni Government has joined them.
And another great factor is the chain Qatari, Al Jazeera, which with his influential coverage of the regional agitation has enraged the neighbors of the gulf, turning into the great instrument of the government of Qatar. The Qatari TV network, with high quality journalism, plenty of media and criticism of Arab governments closer to the Western standard than to containment and manipulation of local media, has managed to irritate many in the Middle East. Of course, they never criticize the government of the Emir of Qatar.
Al Jazeera it has been one of the vehicles used by Qatar to expand his geopolitical influence in the region, where the small kingdom of the Gulf was trying to turn into key piece into the convulsed board of Middle East. The aspirations of the Qataris would have been seen negatively by Riyadh, which was aspiring then to be the principal Arabic actor opposite to Iran and Turkey.
But the most important question would be the one that turns around the mystery of «why now «. The support and the financing of Qatar to different extremist groups, was of surplus
acquaintance for years. But the above mentioned block is not a process that arises overnight, but, as everything, it takes a process of ripeness and development. For it, the amazement was general due to the fact that in «the last high-level meetings there was no critique ever. The emir was in Yeda recently meeting the king Salman and there were no difference points «said the ambassador of Qatar in Spain, Mohammed Jaham Al Kuwari. It might be that the above mentioned process will hurry after the first official trip of the president Trump, which stressed Saudi Arabia that was necessary to finish with the «terrorism of islamist base”.
In addition, the agreement as for defense and services of more than 380.000 million dollars, included 110.000 million in sales of weapon to Riyadh to face to the «threats» of Iran, might have been the foundation necessary for the deployment of the isolation against the Qatari monarchy.
What is clear is that this blockade, in force for one week, can have national very serious consequences. The transport of goods already has met affected, in a country that imports 90 % of his food and of the materials of construction. The above mentioned import was doing it, to a great extent, across the terrestrial border with Saudi Arabia and the Emirati port of Yebel Ali. The first one is closed and the second one has stopped giving service to the proceeding ships coming or going to Doha.
But also it can have consequences for the freedom of movement of the population of Qatar, both foreigners and natives, who can manage to lose, in some cases, the nationality of his native land. In fact western some of them are having problems to obtain the visa in the airport of Dubai, which violates the agreements reached in the matter between the EU and UAE.
“The Qataris authorities have hurried to starting a plan of food safety and looking for alternative sources of supply” said the journalist, Ángeles Espinosa. For what, the own Qataris would be shuffling the possibility that the blockade extends several months, something that contradicts deeply the aspirations of the president Trump of «to solve the problem as soon as possible and across the diplomatic route».
Therefore, on the one hand we have a few Arabic allies who insist on not reducing the sanctions until Qatar offers guarantees of a change in his foreign politics and a major cooperation with the CCG. And for other one, to Qatar that tries to avoid the maritime, air and terrestrial blockade, there will increase his contacts with Turkey – one of his big allies – and with Iran in order that his needs cover him and avoid his shortage.
The game of diplomatic disputes has begun.
MARTA E. MOLINA
http://www.elmundo.es/internacional/2017/06/06/59359976ca4741325b8b457c.html
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