ASENTAMIENTO TERRORISTA EN EL SUR DE FILIPINAS/ Terrorist settlement in the South of the Philippines

Philippines-Terror-Groups-Abu-Sayyaf-Maute-Group-Islamic-State-May-26-2017
Areas of influence of the main terrorist groups in the Philippines. Source: Reuters

EL GOBIERNO DE REPRESIÓN DE DUTERTE

  • LEY MARCIAL: Bajo la presidencia de Marcos (1965-1986), Filipinas estuvo bajo el gobierno de la ley marcial durante 14 añ Residentes del país aseguran su preocupación por el anuncio del presidente Duterte de la declaración de la ley marcial en las islas de Mindanao en una primera fase de 60 días, pero con posible ampliación a las zonas de Visayas y Luzon[1], ya que ya fueron testigos de la violación de derechos humanos cometidos por el gobierno bajo esa premisa judicial.
  • LUCHA CONTRA LAS DROGAS: La dura campaña contra el narcotráfico en Filipinas, de tinte violento y sin medida preventiva tras un llamamiento a la población para combatir “sin límites” el crimen organizado (que ha acabado con más de 9.000 personas asesinadas acusadas de tráfico ilegal y miles de ellas perseguidas)[2], ha llevado a parte de la población a llevar a cabo una estrategia de ocultamiento y supervivencia, de escape hacia otras salidas sociales y económicas lejos del control gubernamental y con utópica salida a la desesperanza criminal. Según una encuesta realizada por Social Weather Stations, existe un 76% de percepción de inseguridad en el país después del estado de emergencia abierto por Duterte en la lucha contra las drogas[3]. El estado de represión y miedo en Filipinas ha alimentado el surgimiento de extremismos y el apoyo al terrorismo que dificultará la estabilización del país a largo plazo.
  • FILIPINAS, SANTUARIO YIHADISTA: Filipinas ya acogió históricamente la presencia de ideologías yihadistas, en un principio de influencia de Al Qaeda. Al ser un país de minoría musulmana, pero cercana a esas zonas de mayoría musulmana en la región (Indonesia, Malasia…) absorbe las narrativas de resistencia transmitidas por los países heridos por la división étnica-religiosa en la región (como Bangladesh o India).

MARAWI, CIUDAD MUSULMANA: La ciudad es considerada la “Mecca” filipina, por la multitud de mezquitas y centro principal de la religión musulmana suní. Malawi es la capital de Lanao del Sur y es una de las ciudades que acoge un territorio autónomo musulmán (Región Autónoma de Mindanao Musulmán, ARMM). Ya en el 2013 demostró altercados con insurgencias islamistas, al principio protagonizadas por el Frente Moro de Liberación Nacional con la invasión de la ciudad de Zamboanga. Pero fue el 2016 el año detonante para la actividad terrorista en esa área protagonizada por el grupo Maute, bajo apoyo indonesio[4].

GRUPOS MAYORITARIOS Y DE BASE ISLAMISTA: Aunque siempre han tenido disputas de autoridad territorial, existen evidencias de colaboración operacional desde la aparición del Daesh y su influencia en el 2015 en el país.

  • Grupo Maute: En los últimos años, el grupo Maute ha ido evolucionando de un perfil terrorista a uno de inspiración yihadista, imitando el auge de la narrativa del Daesh y presentándose en el país como un actor motivador del cambio. Aunque es uno de los grupos participantes en la toma de Malawi en Mindanao, no es el único, pero sí es el que más se muestra preparado (en formación y en tácticas) para representar el poder del Daesh en Filipinas (incluso más que Abu Sayyaf, según Veryan Khan, analista de TRAC[5]). Sus miembros son de la étnica Maranao y tienen mayor influencia en Lanao del Sur, pero con fuerte influencia en Indonesia; sus fundadores (los Hermanos Maute), tienen fuertes conexiones con Indonesia y Oriente Medio, cuyos idiomas oficiales manejan habitualmente. Se cree que fueron los que lideraron la toma de Marawi.
  • Frente Moro de Liberación Islámica (MILF)– Su frente de acción es Mindanao Musulmán y la provincia de Palawan, aunque en el 2012 llegó a un acuerdo de paz con el Gobierno. Es una escisión del Frente Moro de Liberación Nacional. Los hermanos Maute comenzaron en este grupo, pero se separaron con el acuerdo gubernamental con el grupo armado.
  • Abu Shayaaf (Al-Harakat Al-Islamiyya; ASG)- Opera sobre todo en las islas de Joló, Basilán y Mindanao y opera desde el 2014 en nombre del Daesh. Está liderado por Isnilon Hapilon, ahora proclamado emir de Daesh en Filipinas.
  • AKP (Ansarul Khilafa Philippines)- Emergió en el 2014 jurando lealtad a Daesh y buscando la instauración de un Califato en Filipinas. Actúa en el sur de Cotabato y Sarangani, aunque su actividad es más de bandidos que de terroristas.
  • Los Luchadores Islámicos de Bangsamoro por la Libertad (BIFF)– Tienen su base de operaciones en Mindanao y es una escisión del Frente Moro de Liberación Islámica por su desacuerdo sobre la independencia de Mindanao frente a la autonomía aceptada por MILF hasta que cedió a la ideología de Daesh.

INFLUENCIA DEL DAESH: La complejidad del asalto a Malawi (la logística, el armamento, la liberación de las cárceles, la llamada a refuerzos desde otras partes del sudeste asiático…) y la resistencia frente a las fuerzas armadas filipinas en el corazón de Mindanao demuestran que esta operación llevaba preparándose con tiempo y con una estrategia clara, por lo que no pudo ser un hecho de simple reacción al intento de captura del líder Isnilon Hapilon -actualmente proclamado emir del Daesh en el territorio filipino y apodado como Abu Adillah al-Muhajir[6]-, como algunos medios notificaron, pero fue detonante y excusa para el lanzamiento del ataque. Además, las unidades de resistencia del Daesh en el sur de Filipinas muestran provenir de otras áreas del sudeste asiático (Malasia, Indonesia, Singapur, Bangladesh, Chechenia, India…), lo que declara la expansión y fuerza que está cogiendo la ideología de este grupo terrorista en las zonas de minoría musulmana (como Bangladesh, India, Filipinas…) y mayoría musulmana (como Chechenia, Pakistán, Indonesia…). Si era verdad que antes los grupos yihadistas operando en el sudeste asiático proclamaban su adhesión al Daesh para aprovecharse de la utilización de su “marca”, ahora existe una evidencia de conexión entre Asia y la filial en Oriente Medio.

SITUACIÓN

Ante el desafío que representa Daesh en el sudeste asiático, y sobre todo en una Filipinas dividida y herida por una política ineficaz y extrema, se advierte la necesidad de un trabajo regional contra el asentamiento de la ideología yihadista. Es una evidencia demostrada a gritos que el mayor número de combatientes del Daesh proceden de esa zona del mundo, lo que trae -en el corto/medio plazo- un escenario de amplia inestabilidad y tensión geopolítica al área del Pacífico (en la disputa de poder estatal entre las potencias mundiales) y del sudeste asiático (con el fortalecimiento de las divisiones étnica-sociales y el posicionamiento yihadista).

Actualmente, los grupos terroristas ocupan la ciudad de Marawi con unos 500 hombres, aunque ya se ha formalizado una unidad de resistencia gubernamental con el apoyo de fuerzas comunistas (NDFP) y otros grupos islamistas contra la presencia del grupo Maute[7] a cambio de un alto al fuego. Esta situación ha despertado los recelos al haber sido el Frente Moro de Liberación Nacional y el Frente Moro de Liberación Islámica (competidores por el liderazgo islámico frente a Abu Sayaaf y el grupo Maute pero dos de los principales grupos terroristas que combatieron contra el gobierno desde 1981) los que se han presentado voluntarios; su apoyo al gobierno en la lucha contra la ocupación islamista podrá beneficiarles en un acercamiento a su objetivo primordial: la autonomía de la región de Mindanao. Y esta postura de concesión a pesar de haber sido receloso el presidente Duterte con la presencia norteamericana en el país (con unas 100 unidades de las fuerzas especiales), que había llegado para apoyar al gobierno en la lucha contra el terrorismo, pero que advirtiendo su situación de desventaja con más de 23 días de cerco a la ciudad de Malawi, no ha tenido otro remedio más que ceder.

PROSPECTIVA

Se puede advertir, tras estudiar lo sucedido en Filipinas, que no se puede subestimar a los movimientos insurgentes de inspiración yihadista que, como el grupo Maute o Abu Sayaaf, han sido tildados de meros criminales y bandidos y han demostrado tener una preparación y estrategia más a largo plazo y compleja. Por otro lado, se evidencian las conexiones exteriores y vinculantes en la región del sudeste asiático debido a la alta presencia de combatientes extranjeros. La unidad organizativa refuerza las capacidades logísticas y de liderazgo de estos grupos que, con un seguimiento meramente local y nacionalista reduce el problema a una monitorización y a un entendimiento más simples e ineficaces. Lo que sí se puede advertir es una posible dejadez (por parte de algunos grupos, como el grupo Maute o Abu Sayyaf) de sus objetivos individualistas y criminales en favor de un ideal mayor, que les asegura cobertura mediática, apoyo económico y prospectiva de poder afiliándose a la ideología del Daesh o de Al Qaeda; por lo que se podría ver una configuración yihadista-criminal, de cambios de afiliación y de identidad en favor del Califato Islámico o motivaciones criminalistas, como había sido siendo habitual hasta ahora.

La pérdida de presencia física “aparente” del Daesh en Oriente Medio no ha debilitado -si acaso ha aumentado- su objetivo de expandirse por Oriente; la destrucción de este grupo a corto plazo es una utopía y demuestra que beberá de las debilidades y fracasos gubernamentales, gracias a su narrativa adaptable y embaucadora, y de esa geografía tan compleja y apetecible como es la costa y la selva del sudeste asiático. Bangladesh, Indonesia, Malasia y Afganistán seguirán siendo los centros de expansión, financiación y apoyo de este tipo de ideologías y no se puede eliminar la posibilidad de la existencia de una red operacional yihadista que apoye el entrenamiento militar en Afganistán de los futuros terroristas, la financiación y apoyo logístico en Malasia y el puente de entrada por Bangladesh, siendo Indonesia el centro ideológico, sede de la mayor población musulmana del sudeste asiático y del mundo.


Presentación1
Evolution of the terrorist threat in the Philippines. Source: ISS Risk

THE DUTERTE REPRESSION GOVERNMENT
• MARTIAL LAW: Under the presidency of Marcos (1965-1986), the Philippines were under the rule of of a Martial Law for 14 years. Residents of the country are concerned about the announcement by President Duterte of the declaration of Martial Law in the islands of Mindanao in a first 60-day phase, but with possible extension to the areas of Visayas and Luzon, as they have already suffered the violation of human rights committed by the government under this judicial premise.
• FIGHT AGAINST DRUGS: The harsh campaign against drug trafficking in the Philippines, with a violent represion and without preventive measures following a call to the population to fight «without limits» against organized crime (which has killed more than 9,000 people accused of trafficking Illegal and thousands of them persecuted), has led part of the population to carry out a strategy of concealment and survival, in order to escape to other social and economic outlets away from government control in search for an utopian escape to criminal hopelessness. According to a survey by Social Weather Stations, there is a 76% perception of insecurity in the country after the state of emergency opened by Duterte in the fight against drugs. The state of repression and fear in the Philippines has fueled the emergence of extremism and support for terrorism that will make it difficult to stabilize the country in the long term.
• PHILIPPINES, JIHADIST SANCTUARY: The Philippines has historically embraced the presence of jihadist ideologies, in the beginning influenced by Al Qaeda. Being a Muslim minority country, but close to those Muslim majority areas in the region (Indonesia, Malaysia …), it absorbs the narratives of resistance transmitted by the countries wounded by the ethnic-religious division in the region (such as Bangladesh or India).

MARAWI, MUSLIM CITY: The city is considered the Philippine «Mecca», by the multitude of mosques and main center of the Sunni Muslim religion in the country. Malawi is the capital of Lanao del Sur and is one of the cities hosting a Muslim autonomous territory (Autonomous Region of Muslim Mindanao, ARMM). Already in 2013 there were altercations with Islamist insurgencies, initially carried out by the Moro National Liberation Front with the invasion of the city of Zamboanga. But it was 2016 the trigger year for the terrorist activity in that area carried out by the group Maute, under Indonesian support.

MAJORITY AND ISLAMIST BASE GROUPS: Although there have always been disputes over territorial authority, there is evidence of operational collaboration since the dawn of the Daesh and its influence in 2015 in the country.

• Grupo Maute: In recent years, the Maute group has evolved from a terrorist profile to a jihadist one, imitating the rise of the Daesh narrative and appearing in the country as a motivating actor of change. Although it is one of the groups involved in the takeover of Malawi in Mindanao, it is not the only one, but it is the most prepared (in training and tactics) to represent the power of the Daesh in the Philippines (even more than Abu Sayyaf, according to Veryan Khan, an analyst at TRAC). Its members are of the ethnic Maranao and have more influence in Lanao del South, but with strong influence in Indonesia; Its founders (Brothers Maute), have strong connections with Indonesia and the Middle East, whose official languages ​​they usually handle. It is believed that they were the ones who led the taking of Marawi.
• Moro Islamic Liberation Front (MILF) – Its action front is Muslim Mindanao and Palawan Province, although in 2012 it reached a peace agreement with the Government. It is a split from the Moro National Liberation Front. The Maute brothers started in this group, but separated with the government agreement with the armed group.
• Abu Shayaaf (Al-Harakat Al-Islamiyya; ASG) – Operates mainly on the islands of Joló, Basilán and Mindanao and operates from 2014 on behalf of Daesh. It is led by Isnilon Hapilon, now proclaimed emir of Daesh in the Philippines.
• AKP (Ansarul Khilafa Philippines) – Emerged in 2014 vowing loyalty to Daesh and seeking the establishment of a Caliphate in the Philippines. It acts in the south of Cotabato and Sarangani, although its activity is more of bandits than of terrorists.
• Bangsamoro Islamic Fighters for Freedom (BIFF) – They have their base of operations in Mindanao and are a split of the Moro Islamic Liberation Front for their disagreement over the independence of Mindanao from the autonomy accepted by MILF until it ceded to the Daesh’s ideology.

INFLUENCE OF DAESH: The complexity of the assault on Malawi (logistics, armament, release from prisons, call for reinforcements from other parts of Southeast Asia …) and the resistance against the Philippine Armed Forces in the heart of Mindanao demonstrate that this operation had been preparing in time and with a clear strategy, so it could not be a simple reaction to the attempt to capture the leader Isnilon Hapilon – currently proclaimed emir of the Daesh in the Philippine territory and nicknamed as Abu Adillah al -Muhair – as some media reported, but it was a trigger and an excuse for launching the attack. In addition, Daesh resistance units in the southern Philippines show coming from other areas of Southeast Asia (Malaysia, Indonesia, Singapore, Bangladesh, Chechnya, India …), which declares the expansion and strength that is taking the ideology of this ferrorist groups in Muslim minority areas (such as Bangladesh, India, the Philippines …) and Muslim majority areas (such as Chechnya, Pakistan, Indonesia …). If it was true that before the jihadist groups operating in Southeast Asia proclaimed their adherence to the Daesh to take advantage of the use of their «mark», there is now evidence of connection between Asia and the subsidiary in the Middle East.

SITUATION

Faced with the challenge of Daesh in Southeast Asia, and especially in a the Philippines divided and wounded by an ineffective and extreme policy, there is a need for regional work against the establishment of jihadist ideology. It is a shouting evidence that the largest number of Daesh fighters come from that area of ​​the world, bringing in the short / medium term a scenario of widespread instability and geopolitical tension in the Pacific area (in the power struggle between the world powers) and Southeast Asia (with the strengthening of ethnic-social divisions and jihadist positioning).
At present, terrorist groups are about 500 men in the city of Marawi, although a government resistance unit has been formalized with the support of communist forces (NDFP) and other Islamist groups against the presence of the Maute group in exchange for a halt to fire. This situation has raised fears of being the Moro National Liberation Front and the Moro Islamic Liberation Front (rivals for the Islamic leadership against Abu Sayaaf and the Maute group but two of the main terrorist groups that fought against the government since 1981) those who have been volunteered; Their support for the government in the fight against the Islamist occupation will be able to benefit them in approaching its primary objective: the autonomy of the region of Mindanao. Despite President Duterte was suspicious of the US presence in the country (with about 100 special forces units) to support the government in the fight against terrorism, but being in disadvantaged with more than 23 days of siege to the city of Malawi, he has had no choice but to give in with the offer.

PROSPECTIVE

It can be noticed, after studying what happened in the Philippines, that one can not underestimate the jihadist-inspired insurgent movements that, like the Maute or Abu Sayaaf group, have been branded as mere criminals and bandits and have demonstrated a more preparedness and strategy long-term and complex strategy in the region.

On the other hand, external and binding connections in the Southeast Asian region are evident due to the high presence of foreign fighters. The organizational unit reinforces the logistical and leadership capacities of these groups, which, with a purely local and nationalist approach, reduce the problem to simpler and inefficient monitoring and understanding. What can be noticed that is a possible neglect (by some groups, such as the Maute or Abu Sayyaf group) of their individualistic and criminal goals in favor of a greater ideal, which assures their media coverage, economic support and prospective power being affiliated with the ideology of Daesh or Al Qaeda; So that one could see a Jihadist-criminal configuration: changes of affiliation and identity in favor of the Islamic Caliphate or, by the other side, following their criminalist motivations as it had been habitual until now.
The loss of apparent «physical» presence of Daesh in the Middle East has not weakened it but increased its goal of expanding to the East; The destruction of this group in the short term is an utopia and shows that it will drink from governmental weaknesses and failures, thanks to its adaptable and deceitful narrative, stronger inside of that geography as complex and appetizing as the coast and the jungle of Southeast Asia. Bangladesh, Indonesia, Malaysia and Afghanistan will continue to be the centers of expansion, funding and support for such ideologies and the possibility of a jihadist operational network supporting the military training in Afghanistan, the financing and logistical support in Malaysia and the bridge of entry through Bangladesh, with Indonesia being the ideological center, home of the largest Muslim population in the Southeast Asia and in the world.

 

MARTA Gª OUTÓN

[1] https://worldview.stratfor.com/article/philippine-president-declares-his-intentions-mindanao?utm_source=Twitter&utm_medium=social&utm_campaign=article

[2] https://www.washingtonpost.com/world/asia_pacific/duterte-says-the-international-criminal-court-doesnt-worry-him/2017/06/03/8a8f0c62-44d6-11e7-b08b-1818ab401a7f_story.html?utm_term=.47ade7c53ef6

[3] https://www.nytimes.com/2017/06/04/world/asia/rodrigo-duterte-philippines-drug-crackdown.html?partner=rss&emc=rss&utm_source=dlvr.it&utm_medium=twitter&_r=0

[4] http://issrisk.com/research/situation-alert/philippines-update-complex-militant-attack-marawi-city-mindanao/

[5] http://www.atimes.com/article/islamic-state-jihad-explodes-southeast-asia//

[6] http://www.elmundo.es/internacional/2017/06/14/5940ea1a46163f165f8b460b.html

[7] http://www.ibtimes.sg/philippines-military-welcomes-islamic-rebels-fight-maute-terror-group-10647

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