Corea del Norte acaba de perder su principal apoyo en medio del aumento de las tensiones tras el lanzamiento el martes pasado del último misil balístico intercontinental. Dicho proyectil, pretendidamente un ICBM, no tuvo una trayectoria muy larga, pero, sin embargo, muchas proyecciones indican que el Norte podría estar ya cerca de disponer de un vector de lanzamiento capaz de golpear a Estados Unidos.
Esta acción no tardó en obtener respuesta por parte de Estados Unidos y Corea del Sur, los cuales, aumentaron la tensión en la península coreana a través de una demostración de fuerza con «disparos de precisión» de sus propios misiles. Dicho lanzamiento sirvió como recordatorio del «inquebrantable compromiso» de Washington para defender a sus aliados en la zona frente a “la creciente amenaza norcoreana”.
Esta situación, denominada como una «crisis de los misiles en cámara lenta» según Robert Litwak, director de Estudios sobre Seguridad Internacional del centro Woodrow Wilson. Esto consiste en una crisis que fue creciendo desde el final de la guerra de Corea en el año 1953.
Con el armisticio que dio lugar al fin de la guerra y la constante presencia de Estados Unidos en el paralelo 38 (donde está construida la frontera entre ambas Coreas) ha provocado que la península de Corea siga siendo un escenario destacado del juego político entre el bloque Occidental y el originado en el antiguo mundo comunista.
El desarrollo del armamento nuclear norcoreano empezó a materializarse en el año 2002, cuando Estados Unidos, Japón y Corea del Sur suspendieron sus envíos de petróleo al país comunista después de descubrir que Corea del Norte había estado desarrollando durante años un programa nuclear secreto. Cuatro años después, lo que era una sospecha muy fundada, se convierte en certeza cuando el régimen de Pyongyang empieza a mostrar al mundo su programa nuclear, llevando a cabo su primer ensayo de bomba atómica en una instalación subterránea lo que lleva a la ONU a imponer sanciones económicas y comerciales al régimen norcoreano.
Pero será a partir de 2012 cuando el programa nuclear se acelere con un Kim Jong-Un ya en el poder y nombrado mariscal, – el cargo militar más alto del país – lo que hizo consolidar su poder sobre uno de los Ejércitos más numerosos del mundo, con 1,2 millones de soldados.
Desafiando a las resoluciones en su contra realizadas por Naciones Unidas, Corea del Norte ha llevado a cabo desde entonces cinco pruebas de armas nucleares – de las cuales dos fueron en 2016 – y algunos lanzamientos de misiles balísticos, 11 de ellos desde que comenzó este año 2017. Todo indica que el programa se está acelerando al máximo de lo que los limitados recursos del país permiten.
Por ello, dicha “crisis de los misiles en cámara lenta” está cada vez más cerca de un desenlace tras varios meses de un prolongado deterioro de las relaciones entre China y Corea del Norte.
La primera señal de deterioro fue en febrero de este año, cuando China cortó todas las importaciones de carbón a Corea del Norte, privándole de su principal fuente de ingresos en divisas extranjeras.
En su página web, la CIA estima que el tamaño de la economía del país se encuentra por el orden de los 40.000 millones USD, similar en tamaño a la de Honduras. A efectos comparativos el PIB de la Comunidad de Madrid en 2016 superó los 238.000 MM USD.
Las exportaciones de Corea del Norte suman 3.834 MM USD, parecido a lo que exportan en un año dado Mozambique o el minúsculo estado europeo de San Marino.
Entre los productos que Pyongyang vende al exterior están minerales, productos metalúrgicos, manufacturas -incluyendo armamentos-, textiles y productos agrícolas y pesqueros.
¿Pero cómo es que un país con una economía del tamaño equiparable con algunas de las más pobres de América Latina puede costearse un programa nuclear?
La respuesta parece estar en la naturaleza autoritaria y centralizada del gobierno, que puede acaparar los escasos recursos del país y concentrarlos en fines militares, incluso a expensas del nivel de vida de sus ciudadanos.
El PIB per cápita de Corea del Norte, ajustado a su poder de compra, llega a 1.800 USD, lo que pone al país asiático en el puesto 208 entre 230 naciones, comparable al de Ruanda y Haití.
¿Ya quien vende Corea del Norte? Principalmente su aliado político clave, China, país que compra el 54% de su producción.
El segundo lugar, inesperadamente, es para Argelia, que representa el destino del 30% de las ventas norcoreanas.
Por ello, el hecho de que China recorte sus compras, especialmente de carbón, es un duro golpe para el régimen norcoreano. Pero es un golpe medido. China no necesita de esas importaciones durante el periodo de verano. No será hasta octubre cuando tenga que buscar nuevas fuentes de suministro, que deberían de llegar a lo largo de diciembre. Hasta entonces China puede ser “un buen chico”, sin un coste apreciable.
En el contexto actual, con un Estados Unidos apostando por el aislacionismo y el proteccionismo, China ve una oportunidad para conseguir mejorar sus lazos con la Unión Europea, debilitada tras los diversos acontecimientos vividos desde el Brexit hasta los últimos atentados en suelo europeo. Por ello, la razón por la que China haya decidido cortar sus lazos en el ámbito militar con el régimen de Pyongan, es una apuesta de cara al exterior, Y se convierte en el mayor golpe producido hacia el régimen comunista de Corea. En palabras de Ángel Villarino, redactor jefe de El Confidencial, “China quiere jugar un papel hegemónico en Asia y necesita empezar a ser percibida como la gran potencia razonable que vela por el bien del vecindario. Respaldar al gamberro no es compatible con eso y era cuestión de tiempo. El gobierno chino empieza a tener más problemas que beneficios de su relación con la dinastía Kim y lleva años dando señales de hartazgo. Es difícil saber cómo va a reaccionar Kim Jong- un pero su régimen depende 100 por 100 de la frontera con China. No tiene demasiado margen.”
China estaría intentado conseguir la posición de “gran potencia” que ha quedado parcialmente vacía con la llegada de Trump. “Trump ha empeorado algo que ya estaba muy mal. Por un lado, Kim Jong-un tiene un archienemigo a su altura (en términos de histrionismo, de imprevisibilidad, etcétera), lo que hace mucho más rentable y efectiva la propaganda. Por otro, Trump ha metido una marcha más a la crisis y ha desmantelado el Departamento de Estado prescindiendo de algunos de los expertos y diplomáticos más sensatos, lo cual de por si es un peligro” concluye ángel Villarino.
Por una parte, el objetivo de Estados Unidos sería lograr un aislamiento total de Corea del Norte, algo que China, al menos por el momento, no podrá llevar a cabo puesto que esta posee importantes intereses sobre la península. “Intereses que durante la Guerra Fría fueron ideológicos, pero que ahora son pragmáticos: China apoya la actual transición política en Corea del Norte y a su nuevo líder, Kim Jong-Un, porque quiere evitar que se colapse el régimen político de ese país”, según el doctor José Luis León Manríquez, especialista en temas asiáticos y profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Por otro lado, un completo aislamiento muy posiblemente provocaría un colapso de la nación, Esto acabaría provocando un conflicto, algo que China evita a toda costa debido a que si se llegará a colapsar el régimen de Kim Jon-un (a corto plazo) China se enfrentaría a una riada de refugiados que huirían de su paupérrimo país, como ya ocurrió en el pasado. Y ello desestabilizaría sus regiones fronterizas del Sur.
Una hipotética reunificación “por rendición”, daría lugar, a medio plazo, a crear en la península coreana un régimen controlado por la próspera Corea del Sur (aliado estratégico de los EU). Eso crearía un influyente vecino “occidental” a las puertas de su casa, compitiendo por ser el referente local. Y China ya tiene bastante con el problema de gestionar el éxito de Hong Kong, a donde huyen todas las nuevas fortunas e China.
Con todo esto, alrededor del paralelo 38 encontramos una órbita donde se localizan los diferentes intereses de la mayor parte de las grandes potencias en Asia-Pacífico. El experto surcoreano, Shin Jong-ho, opta por “rechazar el concepto de la ‘responsabilidad de Corea del Norte, o de China o de EEUU en el asunto de la solución del problema norcoreano, y adoptar el concepto de la ‘responsabilidad colectiva de la comunidad internacional”.
Por tanto, la solución del problema norcoreano es a escala global, lo que obliga a la necesidad de arreglar el asunto a través del diálogo entre los dos Estados coreanos. Pero para conseguir llegar a esto hay que conseguir lo que China llama a una «suspensión doble de las actividades», que significa que Corea del Norte tendría que suspender sus actividades nucleares, mientras que EEUU y Corea del Sur tendrían que concluir sus ejercicios militares a gran escala.
Jia Xudong, científico del Instituto chino de Problemas Internacionales, opina que “este enfoque también podría convertirse en un curso político para establecer una estabilidad a largo plazo en la península coreana”.
No obstante, en el actual contexto, sin ninguno de los bandos dispuestos a recular, no es de esperar que las pruebas con misiles balísticos disminuyan, al igual que las sanciones de la comunidad internacional.
¿Se imaginan un país cuyo principal objetivo existencial es disponer de un vector atómico de lanzamiento para golpear a un gigante 1.200 veces más grande? Pues ese es el leitmotiv del régimen de Corea del Norte.
This action not soon in obtain a response for part of the United States and South Korea, which increased the tension in the Korean peninsula across a demonstration of force with «precision shots» of their own missiles. The above-mentioned launch served as follow-up of the «unbreakable commitment » of Washington to defend his allies in the zone opposite to «the increasing North Korean threat».
The situation, denominated as a “missile crisis in slow camera” according to Robert Litwak, the director of Studies on International Security of the center Woodrow Wilson. This consists of a crisis that was growing from the end of the war of Korea in the year 1953.
With the armistice that gave place to the end of the war and the constant presence of U.S.A in the parallel one 38 (where the border is constructed between both Koreas) has provoked that the peninsula of Korea continues being a scene distinguished from the political game between the Western block and the originated one in the former communist world.
The development of the nuclear North Korean armament started materializing in the year 2002, when The United States, Japan and South Korea suspended his sending of oil to the communist country after discovering that North Korea had been developing for years a nuclear secret program. Four years later, which was a very founded suspicion, turns into certainty when the regime of Pyongyang starts showing to the world his nuclear program, carrying out his first test of atomic bomb in an underground installation what leads the UNO to imposing economic and commercial sanctions to the North Korean regime.
But it will be from 2012 when the nuclear program hastents with a Kim Jon-Un already in the power and renowned Marshall – the highest military post of the country – what made consolidate his power on one of the most numerous Armies of the world, with 1,2 million soldiers.
Defying the resolutions against him realized by the United Nations, North Korea has carried out since then five tests of nuclear weapon – of which two were in 2016 – and some throwing of ballistic missiles, 11 of them since it began this year 2017. Everything indicates that the program is hastening to the maximum of what the limited resources of the country allow.
For this, the mentioned “missile crisis in slow camera” is increasingly near a conclusion after several months of a long deterioration of the relations between China and North Korea.
The first sign of deterioration was in February of this year, when Chine cut all the importations of coal to North Korea, depriving him of his principal source of income in foreign currencies.
In his web page, the CIA thinks that the size of the economy of the country is for the order of 40.000 million USD, similar in size to that of Honduras. Comparative effects the GDP of the Community of Madrid in 2016 overcame 238.000 MM USD.
The exports of North Korea add 3.834 MM USD, seemed to what they export in a year in view of Mozambique or the minuscule European State of San Marino.
Among the products that Pyongyang sells on the outside they are mineral, metallurgical products, manufactures – including armaments-, textiles and agricultural and fishing products.
But how is it that a country with an economy of the size comparable to some of the poorest of Latin America can finance a nuclear program?
The response seems to be in the nature authoritarian and centralized of the government, which can monopolize the scanty resources of the country and concentrate them in military purposes, even at the expense of the standard of living of their citizens.
The GDP per capita from North Korea, fitted to his purchasing power, comes to 1.800 USD, which puts to the Asian country in the position 208 among 230 nations, comparably to that of Rwanda and Haiti.
Already the one who sells North Korea? Principally his political key ally, China, country that buys 54 % of his production.
The second place, unexpectedly, it is for Algeria, which represents the destination of 30% of the North Korean sales.
For it, the fact that China cuts his purchases away, specially of coal, it is a hard blow for the North Korean regime. But it is a measured blow. China does not need from these imports during the summer period. It will not be until October when he must look for new supply sources, which should come throughout December. Till then China can be «a good boy», without a valuable cost.
In the current context, with the United States betting for the isolationism and the protectionism, China sees an opportunity to manage to improve his bows with the European Union debilitated after the diverse events lived from the Brexit up to the last attempts in European soil. For it, the reason for which China has decided to cut his bows in the military area with the Pyongan regime, is a bet with a view to the exterior, and turns into the major blow produced towards the communist regime of Korea. In words of Ángel Villarino, editor chief of El Confidentcial one, «China wants to play a hegemonic role in Asia and needs to start being perceived as the great reasonable power that guards over the good of the neighborhood. To endorse the hooligan is compatible with it and it was a question of time. The Chinese government starts having more problems than benefits of his relation with the dynasty Kim and he takes years giving signs of fill. It is difficult to know how Kim Jong is going to react – one but his regime depends 100 for 100 of the border with China. Itdoes not have too much margin.»
China would be tried to obtain the position of «great power» that has remained partially empty with the arrival of Trump. » Trump has worsened something that already it was very bad. On the one hand, Kim Jong has an enemy to his height (in terms of histrionics, of unpredictability, etc.), which makes the propaganda much more profitable and effective. For other one, Trump has put one more march to the crisis and has dismantled the Department of State doing without some of the experts and more sensible diplomats, which of for if it is a danger» concludes angel Villarino.
On one hand, the aim of The United States would be to achieve a total isolation of North Korea, something that China, at least for the present time, will not be able to carry out since this one possesses important interests on the peninsula. «Interests that during the Cold War were ideological, but that now are pragmatic: China supports the current political transition in North Korea and to his new leader, Kim Jong – Un, because it wants to prevent specialist from collapsing the political regime of this country «, according to the doctor Jose Luis León Manríquez, in Asian topics and teacher of the Autonomous Metropolitan University (UAM).
On the other hand, a complete isolation very possibly would provoke a collapse of the nation. This would end up by provoking a conflict, something that China avoids at any expense because the fact that if it will manage to collapse the regimen of Kin Jon-Un (in short-term) China would face a refugee flood that they would flee of his very poor country, since already it happened in the past. And it would destabilize their frontier regions of the South.
A hypothetical reunification “for surrender” would give place, in long-term, to create in the Korean peninsula a regimen controlled by the prosper South Korea (strategy ally of the U.S.A). An influential «western» neighbor would create it on the verge of his house, competing for being the local modal. And China already has enough with the problem of managing the success of Hong Kong, to where all the new fortunes and China flee.
With all that, about the parallel one 38 we find an orbit where there are located the different interests of most of the big powers in Pacific Asia. The South Korean expert, Shin Jong-ho, chooses for «to reject the concept of the ‘ responsibility of North Korea, or of China or of the USA in the matter of the solution of the North Korean problem, and to adopt the concept of the collective responsibility of the international community «.
Therefore, the North Korean solution is a global scale, which obligate to the necessity of fix the matter across the dialogue between the both Korean States. But to manage to come to this it is necessary to obtain what China calls to a «double suspension of the activities», which means that North Korea would have to suspend their nuclear activities, whereas the U.S.A and South Korea would have to conclude their military large-scale exercises.
Jia Xudong, scientist of the Chinese Institute of International Problems, thinks that «this approach also might turn into a political course to establish a long-term stability in the Korean peninsula».
Nevertheless, in the current context, without any of the decrees ready to back, it is not of hoping that the tests with ballistic missiles diminish, as the sanctions of the international community.
Do they imagine a country which principal existential aim is to have an atomic vector of throwing to strike a 1.200 times bigger giant? Well, this it is the leitmotiv of the regime of North Korea.
MARTA E. MOLINA
Fuentes