Arturo Alés Moreno – Graduado en Relaciones Internacionales, con un Máster en Análisis y Prevención del Terrorismo por la Universidad Rey Juan Carlos/ Graduate in International Relations, with a Master’s Degree in Analysis and Prevention of Terrorism from Rey Juan Carlos University.
Pese a los esfuerzos de la comunidad internacional, Afganistán ha mantenido un elevado nivel de inestabilidad en el año 2017. El Secretario de Defensa norteamericano, James Mattis, mostró su preocupación durante una declaración al Comité de las Fuerzas Armadas del Senado el 13 de junio de 2017, indicando que el creciente número de ataques terroristas llevados a cabo por los talibán, sumado a su habilidad para tomar zonas rurales estaba entorpeciendo gravemente la labor de las fuerzas armadas afganas, apoyadas por la misión Resolute Support de la OTAN y la operación norteamericana Freedom’s Sentinel. La misma preocupación fue mostrada por el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, en un informe en junio de 2017. En dicho informe, Guterres apelaba a la volatilidad de la situación de la seguridad en Afganistán, indicando que entre los meses de enero y mayo de 2017 el número de atentados terroristas llevados a cabo en Afganistán había aumentado con respecto a ese mismo periodo en el año anterior. Asimismo, un informe del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas publicado en septiembre de 2017 indicaba que el número de ataques realizados entre enero y finales de agosto de ese mismo año era de 16290.
Sin embargo, pese al elevado número de acciones terroristas, no se ha registrado un aumento en el número de distritos o de población controlados por los talibán. Del total de 407 distritos existentes en Afganistán, en febrero de 2017, el gobierno afgano controlaba 243 distritos en contraste con los 45 dominados por los talibán. A esto hay que añadir los 119 distritos disputados por ambos frentes.
La mayor amenaza para las tropas afganas y de la coalición internacional está representada por los talibán y por la Red Haqqani. Tras el nombramiento del líder de la Red Haqqani, Sirajuddin Haqqani, como tercero al mando de los talibán, ambos grupos han visto aumentadas sus capacidades tácticas y operativas. Por tanto, estos grupos no deberían ser calificados como entes diferentes, sino como dos facciones dentro de la misma organización.
Los talibán han mostrado tener una importante capacidad operativa, llevando a cabo intervenciones en diversos puntos de la geografía afgana. El grupo terrorista ocupó satisfactoriamente varios distritos centrales, entre los que podemos encontrar el distrito de Taywara, en la provincia occidental de Ghor, los distritos de Kohistan y Gormach, en la provincia de Faryab y el distrito de Jani Khel, en la provincia oriental de Paktiya. Finalmente, estos distritos fueron recuperados por las tropas afganas. Los distritos de Qaramol, Dawlat Abad, Shirin Tagab y Khwajah Sabz, situados en la provincia de Faryab, al noreste de Afganistán, sufrieron un elevado número de ataques por parte de los talibán. Los talibán aumentaron sus ataques en los distritos limítrofes con las capitales provinciales de Kandahar y Lashkar-Gah, además de tener como objetivo la autopista que une Kabul con Kandahar. Las autoridades afganas obtuvieron una importante victoria el 17 de Julio de 2017, tras la captura del distrito de Nawah-ye Barazkai, en la provincia de Helmand, bajo control de los talibán desde octubre del año anterior.
El Estado Islámico en la provincia de Khorasan (EI-K) cuenta con una importante presencia dentro del territorio afgano. Creado en 2014, el EI-K incrementó considerablemente sus filas en el año 2015, cuando recibió numerosos combatientes procedentes de los conflictos en Irak y Siria, además de aceptar a miembros de otras organizaciones terroristas presentes en la región. Sin embargo, pese al crecimiento inicial, el EI-K ha visto disminuida su capacidad ofensiva. Esto se debe principalmente a que el EI-K es un objetivo habitual de las operaciones llevadas a cabo por los gobiernos de Estados Unidos y Afganistán, a conflictos con otras organizaciones terroristas, y a la dificultad de obtener legitimación por parte de la población local.
Pese a que la presencia del EI-K suele estar limitada a las regiones del este de Afganistán, se han registrado diversos ataques realizados por este grupo en diversas zonas del país. El grupo ha incrementado su presencia en las provincias de Kunar y Nangarhar, su principal zona de operaciones. El incremento de sus actividades en las provincias de Jowzjan, Sari Pul, Herat y Ghor parece indicar que el EI-K ha conseguido expandir su zona de influencia más allá de los territorios situados al este de Afganistán. En el año 2017, el EI-K ha cometido diversos atentados terroristas de una magnitud considerable, como el ataque suicida realizado el 8 de marzo en un hospital de Kabul, causando la muerte de una treintena de civiles. Pese a ello, la dificultad que tiene el grupo para recibir financiación por parte de la rama principal de la organización, y a los continuos conflictos con otras organizaciones locales, especialmente los talibán, dificultan considerablemente las actividades del EI-K.
La amenaza por parte de Al Qaeda ha disminuido ligeramente, ya que sus miembros en
Afganistán están más centrados en asegurar la supervivencia y el resurgir de la organización. La presencia de Al Qaeda en Afganistán está concentrada en las regiones del este y noreste, con pequeños elementos situados en el sureste, donde también podemos encontrar elementos del grupo afiliado regional de Al Qaeda, Al Qaeda en el subcontinente indio (AQIS).
Parece improbable que el nivel de violencia en Afganistán vaya a disminuir en los próximos meses. Debido a los continuos ataques aéreos de la coalición internacional y de la fuerza aérea afgana, los talibán se han visto forzados a cambiar su estrategia, organizando ataques mediante el uso de grupos más reducidos y con una mayor capacidad de infiltración. Las zonas rurales continuarán siendo las zonas más sensibles a los ataques de los talibán, que tienen como objetivo aislar paulatinamente pequeños centros de población que cuenten con limitadas defensas, para finalmente ir cortando las vías de acceso y comunicación de las principales capitales de provincia.
Arturo Alés Moreno
Full analysis (English)_Arturo Alés Moreno_Security Analysis 2017
Análisis completo (Español)_Arturo Alés Moreno_Afganistán-Análisis de seguridad 2017