Rusia y China han vuelto a llevar acabo unas nuevas maniobras militares. Siendo la quinta desde que iniciaron conjuntamente dicha actividad allá por el 2005, el nuevo entrenamiento se ha desarrollado durante dos meses (con el mes de agosto de descanso) entre dos de las ocho grandes potencias mundiales con armamento nuclear.
Los nuevos ejercicios han estado divididos en dos etapas. La primera etapa se ha efectuado durante el mes de Julio, dividiendo esta, a su vez, en dos subetapas más: Del 21 al 24 de Julio se trató de una etapa más costera. Mientras la segunda (del 25 al 28 de Julio) se llevó a cabo una fase más activa de los ejercicios.
- Primera etapa:
En esta primera ronda, se ejecutaron diversos ejercicios, entre ellos ejercicios antisubmarinos y antiaéreos; ensayos de la liberación de un buque tomado por “piratas” u operaciones de búsqueda y salvamento para prestar ayuda a un buque en peligro.
Según Roman Martov, un funcionario de la Flota rusa del Báltico, que informó a través de la agencia de noticia rusa, Tass, participaron “dos corbetas rusas Proyecto 20380 de nueva generación: el Steregushchy y el Boiky , así como helicópteros Ka-27 de propulsión múltiple, un bombardero táctico Su-24 y un avión de transporte militar An-26”. Además, el mando naval ruso también informó “de la participación del destructor Changsha y la fragata Yuncheng”, ambos de la Armada del Ejército Popular de Liberación de China.
El lugar elegido para su elaboración no fue escogido al azar, sino fríamente calculado. Tomando como enclave el de Kaliningrado, la actividad se desarrolló en el Mar del Báltico. Esta ciudad, la antigua Königsberg prusiana, fue anexionada por Rusia tras la Segunda Guerra Mundial, en un terrible proceso de limpieza étnica, que culminó con la expulsión o asesinato de más de 200.000 ciudadanos alemanes de la ciudad y vació de población autóctona toda Prusia Oriental. Este enclave, totalmente rodeado por Polonia, es considerado uno de los puntos más estratégicos de nuestro siglo debido a que, como explicó Jaime Sámelas, analista jefe de Capital at Work, “El mar Báltico, concentra un importante tránsito de mercancías, y tiene el Baltic Dry Index (BDIY), un indicador adelantado muy válido de la temperatura económica mundial que puede llegar a anticipar el crecimiento y la caída en Europa y Estados Unidos”. Además es el único puerto europeo de Rusia libre de hielo en invierno.
Por ello y a grandes pinceladas, el Mar Báltico indica la demanda de transporte marítimo en comparación con la oferta.
- Segunda etapa:
Por su parte, las segundas rondas de maniobras se han llevado a cabo el pasado mes de septiembre, del 18 al 26 de septiembre, comenzando en el puerto de Vladivostok, situado en el otro extremo de Rusia, y terminando en el Océano Pacífico.
A diferencia de los anteriores, estos ejercicios han examinado la interacción de las embarcaciones con la aviación. Según ha detallado el portavoz de la Flota del Pacífico de la Armada rusa, Vladimir Matveyev, a la agencia rusa TAAS, “para las maniobras se movilizarán 11 buques de superficie, dos modernos submarinos diesel-eléctricos, dos vehículos de rescate de aguas profundas, cuatro aviones de guerra antisubmarina y cuatro helicópteros navales”.
Esta vez, tampoco los lugares se han escogido al azar. El mar de Japón (o mar del Este) destaca por su cercanía al mar Meridional de China, donde la dispuesta entre japoneses y chinos continua activa desde el final de la segunda guerra mundial por conseguir el dominio de cinco islas y tres arrecifes.
Conclusiones:
El objetivo de estas maniobras, en palabras del Ministerio de Defensa ruso, fue el de “incrementar la eficacia en la cooperación entre las dos flotas para afrontar amenazas de seguridad en el mar, así como para ejercitar la compatibilidad de las tripulaciones de los buques de guerra rusos y chinos y para reforzar la amistad y cooperación entre la Armada Rusa y las fuerzas navales chinas”.
Sin embargo, detrás de este mero comunicado, se puede apreciar que el objetivo de ambas naciones asiáticas va más allá del mero estrechamiento de sus relaciones, ya cercanas de por sí. Con estas maniobras estarían desafiando al dominio militar y la ventaja competitiva de Estados Unidos, intentado contrarrestar la presencia militar estadounidense en la zona, en particular en el mar de la China Meridional, gracias a sus dos principales aliados: Japón y Corea del Sur.
Pero, además, también sería una respuesta a la creciente actividad militar de la Alianza Atlántica en el Báltico, donde la tensión entre la OTAN y Rusia es palpable.
La victoria, hasta ahora, conseguida por ambas potencias ha sido la alienación de sus intereses, pasando desde Siria hasta Corea del Norte. Ambas han encontrado “en el otro” al perfecto aliado en esta nueva etapa, en la que la hegemonía de Estados Unidos está en duda. Con esto, podemos ver como su estrategia de “apoyo mutuo” se consagra: Moscú ha apoyado el gran proyecto del presidente chino, Xi Jinping, de conectar Europa y Asia mediante la nueva Ruta de la Seda ferroviaria y Pekín ha hecho lo propio con la Unión Económica Euroasiática (Rusia, Kazajistán, Bielorrusia, Kirguizistán y Armenia) impulsada por Putin. Asimismo, diferentes organizaciones multilaterales liderados por ambos países, como la Organización de Cooperación de Shanghái, ha ido ganado peso en estos últimos años.
En consecuencia, un gran bastión se está forjando, la cual presenta una gran competencia de poder, marcada por una Federación rusa renaciente y más agresiva y una China creciente, más confiada y firme, siendo la única capaz de interponerse a la hegemonía estadounidense.
Russia and China have returned with a few new military maneuvers. Being the fifth one since they initiated together the above-mentioned activity as far back as 2005, the new training has developed for two months (with August of rest) among two of eight big world powers with nuclear armament.
The new exercises have been divided in two stages.
The first stage has been affected during the month of July, dividing this one, in turn, in two more sub-stages: From July 21 to July 24 it was a question of a more coastal stage, while the second one (from July 25 to July 28) carried out a more active phase of the exercises.
In this first round, diverse exercises were executed, among them antisubmarine and anti-aircraft exercises; tests(essays) of the liberation of a nose thought by «pirates» or operations of search and rescue to give help to a nose in danger.
According to Roman Martov, a civil servant of the Russian Fleet of the Baltic one, who reported across the agency of Russian news, Tass, they took part «two Russian corvettes, project 20380 of new generation: the Steregushchy and the Boiky, as well as helicopters Ka-27 of multiple propulsion, a tactical bombardier Su-24 and one plane of military transport An-26 «. In addition, the naval Russian control also reported «of the participation of the destroyer Changsha and the frigate Yuncheng «, both of the Navy of the Popular Army of Liberation of China.
The place chosen for their production was not chosen at random, but coldly calculated. Taking that of Kaliningrad as an enclave, the activity developed in the Sea of the Baltic. This city, the former Prussian Königsberg, was annexed by Russia after the Second World war, in a terrible process of ethnic cleanliness, which culminated with the expulsion or murder of more than 200.000 German citizens of the city and emptied of autochthonous population the whole East Prussia. This enclave surrounded by Poland, is considered one of the most strategic points of our century due to the fact
that, as explained Jaime Sámelas, analyst capital chief at Work, «The Baltic sea, it concentrates an important traffic of goods, and have the Baltic Dry Index (BDIY), an anticipated very valid indicator of the economic world temperature that can manage to anticipate the growth and the fall in Europe and The United States «. In addition, it is the only(unique) European port of free Russia of ice in winter.
For it and to big brushstrokes, the Baltic Sea indicates the demand of maritime transport in comparison with the offer.
For its part, the second rounds of maneuvers have been carried out last September, from September 18 to September 26, beginning in the port of Vladivostok, placed at the other part of Russia, and ending in the Pacific Ocean.
Unlike the previous ones, these exercises have examined the interaction of the crafts with the aviation. As there has detailed the spokesperson of the Fleet of the Pacific of the Russian Navy, Vladimir Matveyev, to the Russian agency TAAS, «for the maneuvers there will be mobilized 11 noses of surface, two modern diesel-electrical submarines, two vehicles of rescue of deep waters, four planes of antisubmarine war and four naval helicopters».
This time, the places have not been chosen at random either. The Sea of Japan (or sea of the East) stands out for his nearness to the Southern sea of China, where arranged between Japanese and Chinese, it continues activates from the end of the second world war for obtaining the domain of five islands and three reefs.
In addition, the maneuvers were transported also up to Ojostk’s sea, under the Russian jurisdiction from 2014. After obtaining the support of the UNO. Few studies carried out in Ojotsk’s sea show that in his depths enormous wealth hide themselves, assures Vesti’ Vladímir Glótov, the researcher in chief of the laboratory of regional geology and geophysics of the Institute of Investigation of the department of the Distant East of the Russian Academy of the Sciences. «First the platform of the Mar de Ojotsk contains big deposits of oil and of gas. More than 40 % of this area represents a potentially rich territory in oil and gas», he explain.
Therefore, the aim of these maneuvers, in words of the Russian Defense Department, was of «increasing the efficiency in the cooperation between both fleets to confront safety threats in the sea, as well as to exercise the compatibility of the crews of the Russian and Chinese warships and to reinforce the friendship and cooperation between the Russian Navy and the naval Chinese forces «.
Nevertheless, behind this mere communication, it is possible to estimate that the aim of both Asian nations goes beyond the mere tightening of their relations, already nearby of for yes. With these maneuvers they would be defying to the military control and the competitive advantage of The United States, trying to offset the military American presence in the zone, especially in the sea of the Southern China, thanks to his two principal allies: Japan and South Korea.
But, in addition, also it would be a response to the increasing military activity of the Atlantic Alliance in the Baltic one, where the tension between the NATO and Russia is palpable.
The victory, till now, obtained by both powers has been the alienation of their interests, passing from Syria to North Korea. Both have found «in other one» to the perfect ally in this new stage, in which the hegemony of The United States is in doubt. With this, we can see as their strategy of «mutual support» devotes itself: Moscow has supported Chinese President Xi Jinping’s major project of connecting Europe and Asia through the new railroad Silk Road, and Beijing has done the same with the Eurasian Economic Union (Russia, Kazakhstan, Belarus, Kyrgyzstan and Armenia) driven by Putin. Also, several multilateral organizations led by both countries, such as the Shanghai Cooperation Organization, have gained weight in recent years.
In consequence, a great bastion is forged, who presents a great competence of power, marked by a renascent and more aggressive Russian Federation and an increasing, more trusting China.
MARTA E. MOLINA
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