Análisis realizado por Javier Bordón, analista colaborador en prácticas, durante su estancia formativa y profesional en Marruecos, Casablanca.
El presente análisis se basa en un proceso exhaustivo de monitorización de alertas para la región septentrional del territorio de Marruecos, de interés prioritario para la estabilidad sociopolítica del país -y por extensión, del norte de África-, y de relevancia estratégica en los marcos de la Política Exterior y de Seguridad Común y la Política de Vecindad de la Unión Europea.
Desde el inicio del ciclo de protesta civil que descartó la premisa del excepcionalismo árabe en 2011, se producen periodos intermitentes de agitación social en el norte del reino alauí, siendo actualmente en gran medida herederos del desaparecido “Movimiento 20 de Febrero” y de la agenda de reforma que la Constitución promulgada aquel mismo año no alcanza a satisfacer. Durante el verano de 2017, ubicándose el foco principal en la históricamente insurgente ciudad de Alhucemas, se reanuda una corriente de demanda singularmente caracterizada por una estructura organizativa más coherente que la de sus predecesoras, el uso divulgativo y coordinativo de las redes sociales, un conjunto de símbolos (ej. denominación de Hirak –“movimiento”-) y exigencias replicables en otros puntos del país y un compromiso explícito con la vía pacífica. El arranque de 2018 ha coincidido con el estallido de revitalizadas convulsiones en L’Oriental, y más concretamente en Jerada, donde tanto las protestas como la respuesta gubernamental encuentran grandes paralelismos con las del Rif. La marginalización económica, la pobreza extrema, la dependencia de actividades ilícitas (ej. contrabando y minería ilegal) ante la ausencia de alternativas, el grave déficit en infraestructura y el no acceso a recursos y servicios básicos son los aspectos centrales del descontento, los cuales a menudo se ven sincretizados con reivindicaciones sociales (corrupción y abuso de la autoridad), políticas (derechos humanos y libertades fundamentales), étnicas (cuestión bereber) y/o medioambientales (escasez hídrica). En este último mes ha ganado fuerza un boicot promovido en Facebook a las macroempresas Sidi Ali, Leche Centrale y Afriquia, como respuesta a una pronosticada subida de precios.
En este sentido, y salvo en periodos de relativa inmovilidad forzados por la táctica de detenciones masivas y los episodios de “tregua” que no abren un plan de acción comprehensivo, es certero (>90%) que las protestas se reproducirán en el norte, agravando una amenaza crónica y generalizada para la estabilidad y seguridad del país. Por ello, se valora como probable (70%) que las instituciones de gobierno se vean impelidas, en el medio y largo plazo, a aplicar reformas de gran calado sobre la estructura de la actividad económica en estas zonas, la distribución territorial de los recursos de política pública, e incluso, la relación de competencias entre monarquía y clase política, derivando en enmiendas a la Constitución o en una nueva base constitucional. Además, el Estado marroquí discurre por un estado permanente de alerta antiterrorista, siendo el área norteña un emplazamiento de gran interés para la actividad extremista a raíz de una diversidad de factores. Así, es poco probable (10%) que la parte septentrional de Marruecos deje de amparar presencia terrorista orientada al reclutamiento, logística y operacionalización de acciones.
Con afán de articular una visión operativa del escenario de seguridad y de violencia política, se ha registrado una serie de variables de alerta para el intervalo temporal comprendido entre enero y el quince de mayo de este año. En cuanto al vector de espacio territorial, de las 12 regiones que componen la demarcación administrativa introducida en 2015, los datos se corresponderán con eventos ocurridos en:
1) Tánger-Tetuán-Alhucemas
2) provincias de Taza y Taounate (región Fez-Meknes)
3) L’Oriental (salvo provincia de Figuig)
4) provincias de Kenitra y Sidi Kacem (Rabat-Salé-Kenitra).
La elección del territorio analizado se adhiere a un criterio político, pues se asume que el conjunto comparte una amalgama de procesos históricos y una coyuntura socioeconómica y geográfica que permiten identificarlo como el “norte de Marruecos”. Por ejemplo, a pesar de la cercanía, la capital de Rabat caería fuera de esta delimitación.
1. CONTINUIDAD DE LAS PROTESTAS Y “MES CALIENTE” EN TERRORISMO: A la luz de la creciente frecuencia de “protestas no autorizadas” frente a “protestas legales”, se analiza como probable (65%) que determinados sectores de la sociedad civil experimenten un proceso de criminalización, alejándolos peligrosamente de un proyecto estatal inclusivo que mitigue las fracturas. Se valora como posible (50%) que el movimiento civil normalice el uso de la violencia como instrumento político: 1) agotamiento de los medios pacíficos; 2) miedo decreciente al poder coercitivo del Estado, en una sociedad en la que la autoridad ha tenido tradicionalmente un alto grado de dependencia del miedo; 3) explosividad de la violencia civil cuando ocurren muertes o eventos que convergen con las demandas. Se valoran como casi seguras (>90%) la perpetuidad y la impunidad de las violaciones de derechos humanos y la transgresión de libertades como la de expresión y asociación, así como de los juicios por razones políticas y las detenciones en circunstancias imprecisas.
- La variable “protesta legal” refleja una evolución descendente a partir de su nivel más elevado en enero, derivando éste principalmente del alto grado de movilización inicial de la Hirak en L’Oriental, las pulsaciones aún notorias en Tánger-Tetuán-Alhucemas y la actitud permisiva del poder público.
- La “protesta no autorizada” denota ligera ambivalencia pero una frecuencia tendente a ascender. Dicho comportamiento responde al recrudecimiento progresivo del veto legal del Estado. El resultado atípico del mes de abril se debe a la eficacia momentánea del alto número de detenciones en febrero y marzo, el protagonismo de los procesos judiciales en curso y al establecimiento de un diálogo entre autoridades y activistas que se saldó sin avances significativos. A principios de mayo, el fracaso de la ronda de negociaciones en Jerada reactiva la protesta y se vuelven a registrar episodios de violencia.
- Los “disturbios” han adquirido un rol a raíz de dos categorías de sucesos:1) sucesos de muertes o incidentes en la región correspondiente, a los que se les atribuye una conexión con el núcleo de demanda (ej. trabajador clandestino fallece en una mina ilegal) y alimentan la movilización violenta; 2) incremento del número de detenciones y el ejercicio coercitivo de las fuerzas de seguridad.
- (SINCLAS) Marzo concentra la mayor cifra de alertas: intervalo de alta violencia política, con numerosos heridos y detenidos [1]; entrada en vigor de la prohibición de eventos de protesta no autorizados por el primer ministro Saadeddine Othmani y “acción firme contra el comportamiento irresponsable” [2]; y se producen nuevas muertes relacionadas con la problemática estructural.
- (SINCLAS) Despunta la detección e interceptación de terrorismo en mayo, tanto por el refuerzo del dispositivo de seguridad como por el mayor movimiento de las células en la víspera del mes de Ramadán.
- TRANSVERSALIDAD Y CARÁCTER ESTRUCTURAL DEL DESCONTENTO. GESTACIÓN DEL TERRORISMO: Se valora como cierta (. La elevada peligrosidad derivará en nuevas muertes e incidentes, avivando la violencia política. Se califica de poco probable (10%) la integración del cuestionamiento de la monarquía en el itinerario del activismo. Las protestas suelen aludir a la incompetencia, amoralidad o despotismo de la clase política (ej. referencias al Makhzen), pero dirigen sus reivindicaciones hacia el rey como el principal mediador que podría impulsar las reformas. Se valora como muy probable (85%) la proliferación de ciclos de activismo civil que se sumen a las demandas centrales en otras áreas de Marruecos. Como viene arriba mencionado, es poco probable (10%) que el norte de Marruecos, particularmente la región administrativa Tánger-Tetuán-Alhucemas, cese de registrar presencia terrorista orientada al reclutamiento, logística y operacionalización de acciones: 1) ubicación estratégica que garantiza la movilidad; 2) proximidad con la frontera exterior de la UE y Argelia; 3) Cercanía de núcleos poblacionales prioritarios (Rabat, Casablanca, Fez); 4) Áreas marginadas de potencial reclutamiento; 5) En 2018, la mayoría de detenidos acusados de terrorismo en España han llegado de la región del Rif.
- (SINCLAS) El flujo de protestas predominante se corresponde con la región de L’Oriental, donde el activismo ha desarrollado un entramado y unas capacidades sorprendentemente sólidas y que hacen viable su supervivencia más allá del corto plazo, en gran medida amoldando los conceptos de la Hirak del Rif y, de esta forma, articulando un nodo interregional sin precedentes que puede precipitar una red de desobediencia civil por el territorio nacional. No se han registrado eventos exclusivamente en Jerada, sino también en otros centros urbanos importantes de la región, fundamentalmente Nador y Oujda.
- La totalidad de los “disturbios” se ha producido en L’Oriental, lo que evidencia: la volatilidad de la estabilidad social cuando existen detonantes en el entorno inmediato (ej. muertes en las minas) y la eficacia de la estrategia disuasoria de la policía en Alhucemas.
- La táctica de la “detención política” es más recurrente que “la intervención de fuerzas de seguridad”. Por un lado, neutraliza el liderazgo individualizado que a menudo triunfa en los movimientos sociales árabes, y por otro, proyecta con menor intensidad la imagen de un Estado que actúa indiscriminadamente contra su población, evitando un influjo mayor a la violencia política.
- Las protestas en las regiones de Fez-Meknes y Rabat-Salé-Kenitra tienen una naturaleza más espontánea, efímera y localizada, sin estar respaldadas por una organización como la de Hirak. No obstante, tienden converger en temas como el acceso a los servicios, empleo e infraestructura, o la corrupción política.
- Se observa una acumulación de las operaciones antiterroristas en la región Tánger-Tetuán-Alhucemas, la cual registra más alertas que las del resto de las regiones agregadas.
The current analysis is based on a comprehensive alert-monitoring process for Morocco’s septentrional region, a territory with imperative interest regarding the country’s sociopolitical stability –and by extension, for northern Africa- and of strategic importance within EU’s Common Foreign and Security Policy (CFSP) and Neighbourhood Policy (ENP) frameworks. Since the Arab Spring in 2011, intermittent periods of social unrest have taken place throughout the north of the Alawite Kingdom, being nowadays the legacy of no longer existing “20th February Movement” and the hardly accomplished reform agenda once started by 2011 Constitution. During summer 2017 in the historically insurgent city of Al-Hoceima, a protest movement resumes while being characterised by a more coherent structure than that of its predecessors, the informative and coordinative role of social media, a group of symbols (eg. the name of Hirak –“movement”) and claims potentially echoing to other national spots and an explicit non-violent compromise. The beginning of 2018 has met with the outbreak of reinvigorated unrest in L’Oriental, particularly in the city of Jerada, where the events have acquired strong similarities with those at the Rif. Economy marginalization, extreme poverty, illicit activity dependency (eg. smuggling and ilegal mining) at the face of lacking alternatives, huge shortfall in infrastructure and no access to basic resources and services are at the midst of the discontent. Moreover, the former problems often mix with social (corruption and abuse of authority), political (human rights and fundamental freedoms), ethnic (Berber issue) and/or environmental (water scarcity) requests. A Facebook-emerged boycott against multinationals Sidi Ali, Leche Centrale and Afriquia is gaining influx during the last month, as a civic countermeasure for expected price increases.
With the exception of relatively calm periods forced by massive arrests and “truce” chapters that have not brought significant progress so far, it is certain (>90%) that protests will reproduce at the northern region, worsening a chronic and overall threat for Morocco’s stability and security. Therefore, it is assessed as probable (70%) that ruling institutions become impelled to introduce deep shifts, at the medium and long terms, concerning the economic structure in those areas, the territorial distribution of public policy outputs, or even the relation of power between monarchy and political class which would propel amendmendts or a new constitutional law.
In a different realm, the Moroccan State is binded to a permanent antiterrorism state of alert, and the northern area has a notorious interest for extremist activity due to a variety of factors. In this sense, it is unlikely (10%) for the septentrional region to avoid terrorist presence pushing for recruitment, logistics and operationalization of violent acts.
Aiming at assembling an operative view for the political violence and security scenario, a series of alert variables have been collected for the time spectrum between January and mid-May. Refering to the space vector, data will focus on the events occured in: 1) Tangier-Tétouan-AlHoceima; 2) Taza and Taounate provinces (Fez-Meknes region); 3) L’Oriental (except Figuig province) and 4) Kenitra and Sidi Kacem provinces (Rabat-Sale-Kenitra). A political criteria is applied for delimitating the analysed territory, as it is assumed to share an amalgam of historical processes and a socioeconomic and geographical situation which allow to identify it as the “north of Morocco”. For instance, and in spite of the proximity, the capital of Rabat is not included in this space.
- PROTEST REPRODUCTION AND “HOT MONTH” IN TERRORISM: In the light of growing frequency of “non-authorised protests” at the expense of “legal protests”, it is assessed as likely (65%) the criminalisation of determined civil society sectors, which would be dangerously pushed aside from an inclusive state project. It is assessed as almost certain (>90%) the continuity and impunity of human and freedom rights violations, particularly freedom of speech and association, political trials and arrests under foggy circumstances. It is gauged as possible (50%) the normalisation of the use of violence inside the protest movement: 1) depletion of peaceful means; 2) decreasing fear towards the State, within a society in which the authority has traditionally depended on a high grade of fear; 3) civil violence explosiveness when deaths or events converging with the claims.
- “Legal protest” variable reflects a descending evolution from its highest peak in January, whose causes mainly derive from the high volume of initial protests of L’Oriental’s Hirak, remaining protest beats in Tangie-Tétouan-AlHoceima and the indulgent government stance.
- “Non-authorised protest” shows slight ambivalence with a tendency towards rising. This behaviour responds to the gradual escalation of State’s legal veto to protests. April’s deviation mirrors the temporary effectiveness of the massive arrests throughout February and March, the underway trials’ protagonism and the creation of a dialogue between authorities and activists without remarkable results. In early May, the dialogue’s failure in Jerada brings back protest and episodes of violence.
- The “riots” play a role thanks to two types of events:1) deaths or incidents linked to the vindications’ core and feeding violent mobilisation; 2) the upsurge in the number of arrests and the coercive level in the tactics of security forces.
- (NOCLASS) March gathers the highest number of alerts: high political violence with numerous arrested and injured [1]; entry into force of PM Saadeddine Othmani’s ban on non-authorised protests and “firm action against irresponsible behaviour” [2]; and new deaths related to the structural problems happen.
- (NOCLASS) Detection and interception of terrorism excels in May, due to both a strengthened security device and a greater movement among terrorist cells in Ramadan.
- INTERREGIONAL AND STRUCTURAL NATURE OF THE DISCONTENT. TERRORISM IN GESTATION: It is assessed as certain (90%) the reproduction of the illicit economic activities that ensure these marginalised-areas subsistence. The high risks will imply new deaths and incidents, probably triggering political violence. The inclusion of the questioning of the monarchy is assessed as unlikely (10%). The protests usually refer to the political class (eg. Makhzen) but avoid targeting the king who is seen as the main mediator towards the reform. In addition, any despective reference of the Royal House is legislated as an attack towards national security. It is assessed as very probable (85%) the proliferation of protest cycles in other areas of Morocco. There exist other regions that suffer endemic discrimination from the modernisation projects and the central institutions. In Zagora, to the south, it is foreseeing a new water uneasyness that will repeat last year protests.
- (NOCLASS) The most prominent protest flow affects L’Oriental region, where activism has developed surprisingly solid structure and capabilities ensuring its survival beyond the short term; a proximity to Rif’s Hirak terminology and purpose and, therefore, building an interregional node which could serve as precedent for a civil disobedience network throughout the national territory. Events are not exclusively reported in Jerada but other urban centres in the region, like Nador and Oujda.
- All the “riots” have taken place in L’Oriental, giving evidence for: the social volatility when there exist triggers in the adjacent environment (eg. deaths inside the mines) and the effectiveness of police’s deterrence strategy in AlHoceima.
- The “political arrest” mechanism is more frequent than the “security forces intervention”. On one hand, it neutralizes the individualised leadership that often success within Arab social movements, on the other, it mitigates the public image of a State attacking its own population and, consequently, avoiding a greater influx to political violence.
- Unrest in Fez-Meknes and Rabat-Sale-Kenitra is characterised by a more spontaneous, momentary and localised nature, not being backed by an organisation like Hirak. Nevertheless, they tend to converge in themes like access to services, employment and infrastructure, as well as political corruption.
JAVIER BORDÓN
SOURCES:
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[2](B1) http://www.middleeasteye.net/news/we-just-want-enough-eat-residents-silicosis-valley-1138754499
[3](A1) http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano_es/contenido?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/elcano/elcano_es/zonas_es/ari61-2018-reinares-garciacalvo-marroquies-segundas-generaciones
(B2) http://www.chadafm.net/
(B2) http://www.aljazeera.net/news/reportsandinterviews/2018/2/12/الظلم-والتهميش-يشعلان-فتيل-الاحتجاجات-بالمغرب
(B2) http://www.france24.com/en/20170615-focus-morocco-protests-rif-al-hoceima-nasser-zefzafi-development-poverty-fishmonger
(C1) http://www.xinhuanet.com/english/2018-03/31/c_137077964.htm
(B1) https://www.garda.com/search?query=MOROCCO
(C2) https://www.yabiladi.com/
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(B1) https://lematin.ma/
(F3) http://www.jeuneafrique.com/
(B2) Rif Tv 24: https://www.youtube.com/channel/UCSk-pvvm9Ej4JoDC7YPx3uA
(C2) Rif Sat: https://www.youtube.com/channel/UCHzEMwiyZ_j1bg40bbTlM2Q
(B2) https://www.huffpostmaghreb.com/
(C1) https://telquel.ma/2018/02/12/face-aux-mesures-proposees-el-othmani-hirak-jerada-attend-les-details-du-wali_1580052
(B1) https://www.reuters.com/article/us-morocco-protests/miners-protest-raises-political-temperature-in-morocco-idUSKBN1FM0IM
(F1) https://aawsat.com/english/home/article/1206821/morocco-detentions-injuries-jerada-protests
(C1) https://www.h24info.ma/maroc/societe/nador-partisans-hirak-veulent-manifester-soutien-a-catalogne/
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