De entre los países que han padecido la “primavera árabe”, el Reino de Bahrein, un pequeño país de menos de un millón y medio de personas en el medio del Golfo Árabe, es uno de los más silenciados por la prensa. A pesar de la abundante cobertura mediática de las revoluciones de países como Siria, Libia, Túnez y otros más, la información sobre la situación de Bahrein después de la Revolución de 2011 – 2012 ha sido escasa. La diferencia entre Bahrein y el resto radica en su localización, así como en su membresía en el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, una organización formada por naciones ricas y suníes con el fin de unir política y religiosamente el Golfo Pérsico, y que puede ser, asimismo, la causa y el soporte de esa deriva al absolutismo.
A pesar de esa falta de información, un tribunal del país decidió, ayer 17 de Julio, disolver el que está considerado como principal grupo opositor chií: el partido político Al – wefaq. Además, el tribunal ha ordenado que todas las propiedades del partido pasen a ser nacionales. Ésta disolución es el paso siguiente al suspenso de todas sus actividades que el tribunal decretó el mes pasado, afectando también dicha sentencia a otros grupos opositories como Al – Tawiya y Al – Resalah. El tribunal ha establecido que dichos grupos son culpables de favorecer el terrorismo al interno del país, así como de ayudar a otros países a desestabilizar Bahrein. Por el otro lado, el líder de Al Wefaq, Ali Salman, quien ha sido sentenciado a nueve años de prisión, afirma que el Gobierno actuó ilegalmente.
La Revolución de 2011 (Primavera Árabe) intentó derrocar la actual monarquía, con el fin de convertirla en una monarquía constitucional y más democrática. Pese a la existencia de elecciones para elegir a la Asamblea Nacional, en la que participaba el partido Al – wefaq, lo cierto es que dicha Asamblea Nacional tiene bastante menos poder que el Ejecutivo, representado y elegido por el Rey. Aún con muchas manifestaciones y docenas de personas muertas, los objetivos de la revolución fracasaron. Ésta semana, el Gobierno ha dado un paso adelante hacia el absolutismo al eliminar algunos de los partidos más importantes entre los que la gente podía elegir.
Sin embargo, no es ésta sólo una batalla que ha perdido la democracia, ya que los sucesos ocurridos ayer suponen un ataque incluso mayor contra el chiismo. Pese a que la mayor parte de la población es chií, tanto la monarquía como las principales instituciones y cargos son suníes. Así, al haber eliminado Al Wefaq, principal medio de participación chií, el Gobierno ha adquirido un mayor poder sobre la religión, permitiendo ello alejar la influencia de Irán sobre la política.
Estos actos han convertido a Bahrein y a los países del GCC en menos democráticos a la vez que la mayoría suní tiene un mayor control del sistema político. Pese al creciente descontento por parte de la mayoría de la población, todo parece indicar que éste movimiento al absolutismo es imparable debido a que dichos países poseen tres cosas vitales: una unión fuerte, mucho petróleo, y un aliado muy poderoso, los Estados Unidos. Así pues, en un contexto en el que la mayoría de países islámicos sufren por revueltas o caos económico, los países del golfo permanecen unidos y con un camino imparable.
Despite of the lack of information, on 17 of July, a court in Bahrain decided to dissolve what is considered as the main Shi’a political opposition in a Sunni ruled country: Al Wefaq political party. The dissolution comes after last month the court decided to suspend all the Wefaq activities as well as other two political movements, Al Tawiya and Al Resalah. The court claims that these groups are guilty of favoring terrorism within the country and following other countries decisions. However, Al Wefaq chairman, Ali Salman, who is in prison for a period of nine years, claims that the Government is who is acting illegally.
The 2011 Revolution (Arab Spring) tried to bring down current monarchies in order to get a constitutional one. Even though the Bahrein citizens vote to decide its National Assembly, which is composed by political parties, and where Al Wefaq was a part of it, the true is that the National Assembly has much less power than the executive power, which is elected by the king. Despite the demonstrations and dozens of killed people, the objectives were not accomplished at that time. This week, the government has taken a step forward the Absolutism by banning the parties, due to Al Wefaq means a huge menace as it is well supported by citizens.
However, this is not just a political battle that democracy has lost. This week some events also mean an attack against Shi’ism. Although the majority of Bahrain is Shiite, the Monarchy, and the main powers, are handed by the Sunnites. Thus, by banning Al Wefaq, which was the main way that the Shi’ism had to participate in the politics, now the Government has much more control over religion at the same time it may stop all Iran actions to get in GCC.
After acting so, Bahrain and the Arab Gulf are now less democratic and with a bigger Sunni control. Even when citizens may get so angry due to they have been muted, it seems that under no way this banning may be reverted due to the Gulf Cooperation Council countries still have three important things: a strong union, a lot of oil, and a powerful ally, the US. Thus, when the majority of Islamic countries are dealing with strong instability, GCC countries remain stronger, united and ahead on the way towards Islamic center.
JOAN CABRERA ROBLES
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