Durante esta semana ha habido informaciones controvertidas acerca de un posible acuerdo entre las dos principales fuerzas políticas que mantienen Libia en un estado de desgobierno y caos[1]. Fayez Al Sarraj (Trípoli), presidente del Consejo de Estado Superior, y los líderes de la Cámara de Representantes, Abdullah Al Thani, Aguilah Issa y Khalifa Haftar, parecían acercar posturas gracias a la mediación de un Egipto que, a través de sus últimas acciones de mediación entre palestinos e israelíes y su intervención en la solución del conflicto libio, parece querer asumir el papel de líder de la África musulmana, así como ser el puente que una el Magreb con Oriente Medio.
A pesar de un aparente acuerdo en asuntos vitales para el futuro del país, anunciado por los mediadores egipcios hace varios días, la realidad es que el propio Fayez Al Sarraj ha negado que dicho acercamiento haya sido directo[2], precisamente por la negativa de Tobruk a entablar un diálogo. Todo parece indicar que, pese a que ambos bandos tienen ideas aproximadas sobre cómo gestionar la reconstrucción del gobierno de Libia, el proceso va seguir siendo enturbiado por intereses externos y luchas de poder.
Al Sarraj, pese a contar con el respaldo y el reconocimiento de Occidente, ha de hacer frente a figuras muy poderosas, como Khalifa Haftar, que no sólo mantienen la presión sobre una parte extremadamente vital del país, como es el “creciente petrolero», en el que se encuentran los puertos de Sidra, Marsa Brega y Ras Lanuf, y gran parte de la infraestructura petrolífera libia, sino que además parece contar con el respaldo de una gran potencia mundial como es Rusia.
Además de la solidez de la posición del gobierno de Tobruk y sus apoyos externos, Sarraj debe luchar contra el escepticismo que genera en los países colindantes la idea de una Libia democrática, que podría ser un experimento fallido que acabase por aupar a los radicales islámicos al poder. Cabe recordar que el propio Egipto pasó por una situación similar tras el paso de la mal llamada “primavera” árabe, pero finalmente venció el impulso contrarrevolucionario desde las instituciones (ejército) y actualmente tiene un sistema muy parecido al que Haftar y Aguilah pretenden instaurar en Libia. El hecho de que Egipto, vecino inmediato y uno de los principales receptores de inestabilidad regional, esté mediando para lograr un gobierno de unidad invita a vaticinar una Libia en la que los líderes de Tobruk no van a dejar de tener peso en el gobierno: El modelo autoritario parece ganar fuerza.
Dependiendo de cómo evolucione la situación a partir de ahora, en los siguientes meses podríamos ser testigos de un aumento de las acciones militares por parte de Tobruk, a fin de desestabilizar y desacreditar al gobierno de Trípoli, y así ganar peso negociador que permita a la Cámara de Representantes imponer condiciones. Así mismo, cabe recordar que la nueva administración de EEUU no parece muy motivada a ser parte activa en la resolución de este conflicto, mientras que Rusia sí que ha continuado mostrando su apoyo a Haftar[3].
Independientemente de que se avance en las conversaciones o no, cuanto más dure esta situación, peores serán las condiciones de seguridad en la región y habrá más posibilidades de nuevas injerencias del Estado Islámico, cuya presencia ha favorecido casi siempre a los propósitos de Tobruk, requiriendo la atención de las milicias de Misrata[4], debilitando al gobierno de Trípoli y generando miedo y escepticismo en la comunidad internacional ante la posibilidad de un auge del radicalismo islámico. Así mismo, no se ha de descartar la atomización de la lucha por el poder y la aparición de nuevos “pretendientes”, como Aisha Gadafi[5].
A todo lo mencionado hay que añadir otro factor que juega a favor de Tobruk: el tiempo. La temporada estival se acerca y las condiciones climatológicas favorecerán un gran aumento del flujo de inmigrantes ilegales[6] que tratarán de arribar a las costas europeas (especialmente a Italia) otro año más. Trípoli deberá soportar la presión de la UE en pro de un acuerdo de gobierno, puesto que Europa tendrá mucho interés en que se haya alcanzado un nivel de estabilidad suficiente como para evitar otra crisis migratoria, que haría tambalearse aún más los cimientos de la Unión.
En definitiva, tras el aparente acercamiento de posturas entre Trípoli y Tobruk, previa mediación de un Egipto que parece querer asumir responsabilidades en África, la situación de bloqueo continúa, pero se aprecia un ligero cambio: Tobruk es ahora, o al menos se considera, la parte fuerte de la negociación, despreciando[7] los conatos de diálogo de Trípoli. Dicha posición de fuerza viene dada por varios factores, como son:
- El apoyo de Rusia[8], frente al desentendimiento de EEUU y la inoperancia europea.
- El dominio sobre la fuente de riqueza del país, el “creciente petrolero”.
- El miedo de la UE a un aumento del flujo en las rutas migratorias con la llegada del verano y la posibilidad de una llegada masiva de inmigrantes a las costas europeas (Hasta 40 veces más llegadas por mar en verano que en invierno)[9].
- La mayor fiabilidad de su proyecto de gobierno, de corte autoritario y similar al egipcio.
A pesar de todo lo expuesto, y aun considerando a Tobruk como la parte fuerte de la negociación, es harto improbable que se pueda salir del bloqueo sin que haya algún tipo de acuerdo entre las dos principales fuerzas políticas del país, o sin que alguno de los líderes de una u otra facción sea asesinado (Sarraj acaba de sufrir un atentado)[10]. El futuro de Libia está lejos de concretarse y, mientras eso siga siendo así, el radicalismo y la violencia tendrán un santuario a escasos 300Km de nuestras costas, y la Unión habrá de prepararse para seguir afrontando una catástrofe humanitaria que continuarán debilitando la ya menoscabada integridad europea.
During the last week, there has been controversial information about a possible agreement between the two main political forces that keep Libya in a state of misrule and chaos. Fayez Al Sarraj (Tripoli), chairman of the Higher Council of State, and the Representative House leaders, Abdullah Al Thani, Aguillah Issa and Khalifa Haftar, seemed to approach positions due to the mediation of an Egypt that, through its latest mediation between Palestinians and Israelis and their intervention in the solution of the Libyan conflict, seems to want to assume the role of leader of the Muslim Africa, as well as to be the bridge that unites the Maghreb with the Middle East.
Despite the apparent agreement on crucial issues to the country’s future announced by Egyptian mediators several days ago, the fact is that Fayez Al Sarraj himself has denied that such an approach was direct, precisely because of Tobruk’s refusal to engage a dialog. Everything seems to indicate that, although both sides have close ideas on how to manage the reconstruction of the Libyan government, the process will continue to be blocked by external interests and power struggles.
Al Sarraj, despite having the support and recognition of the West, must face very powerful figures, such as Khalifa Haftar, who not only maintain the pressure on an extremely vital part of the country, as is the «oil crescent» which includes the ports of Sidra, Marsa El Brega and Ras Lanuf, and much of the Libyan oil infrastructure, but also seems to have the backing of a great world power like Russia.
In addition to the strong position of Tobruk’s government and its external supports, Sarraj must fight against the scepticism that surrounds the idea of a democratic Libya, which could be an unsuccessful experiment that would end up leading the Islamic radicals to power. It should be remembered that Egypt itself went through a similar situation after the passing of the so-called Arab «spring», but finally overcame the counterrevolutionary impulse from the institutions (army) and currently has a system very similar to which Haftar and Aguillah intend to establish in Libya. The fact that Egypt, an immediate neighbour and one of the main recipients of regional instability, is mediating to achieve a unity government invites to predict a Libya in which the leaders of Tobruk will not stop having weight in the government: Authoritarian model seems to gain strength.
Depending on how the situation evolves from now on, in the following months we could witness an increase in military actions by Tobruk, to destabilize and discredit the Tripoli government, and thus gain negotiation strength to impose conditions. Also, it should be remembered that the new US administration does not seem very motivated to be an active part in resolving this conflict, while Russia has continued showing its support for Haftar.
Regardless of whether the talks are progressing or not, the longer this situation lasts, the worse the security situation in the region will be, and the more likely it will be for new interference by the Islamic State, whose presence has almost always favoured Tobruk’s purposes, requiring the attention of the militias of Misrata, debilitating the government of Tripoli and generating fear and scepticism in the international community before the possibility of a boom of the Islamic radicalism. Likewise, the atomization of the struggle for power and the appearance of new «pretenders», such as Aisha Gadhafi, should not be ruled out.
To everything previously mentioned, another factor that plays in favour of Tobruk must be added: time. The summer season is approaching and the weather conditions will favour a large increase in the flow of illegal immigrants who will try to reach the European coasts (especially Italy and Greece) for another year. Tripoli will have to withstand EU’s pressure for a government agreement, since Europe will be keen to have a minimum level of stability in Libya to avoid another migratory crisis, which would further shake the very foundations of the Union.
In short, after the apparent approach of positions between Tripoli and Tobruk, given by the mediation of an Egypt that seems to want to assume responsibilities in Africa, the situation of blocking continues, but there is a slight change: Tobruk is now, or at least it considers itself, the strong part of the negotiation, despising the Tripoli’s offers of negotiation. This force position is given by several factors, such as:
- The support of Russia, facing the US indifference and the European inoperability.
- The dominion over the source of wealth of the country, the «oil crescent».
- The EU’s fear of an increase in the flow of migratory routes because of the arrival of summer, and the possibility of a massive influx of immigrants to European coasts (Up to 40 times more arrivals by sea in summer than in winter).
- The reliability of Tobruk’s government project, which is authoritarian and similar to the Egyptian one.
Despite everything said before, and even considering Tobruk as the strong part of the negotiation, it is very unlikely that the blocking can be lifted without agreement between the two main political forces in the country, or the assassination of one or another faction’s leaders (Sarraj has just suffered an attack). The future of Libya is far from being written and, as long as the uncertainty remains being a fact, radicalism and violence will have a sanctuary a mere 300km from our coasts, and the Union will have to prepare to continue facing a humanitarian catastrophe that will continue weakening the already impaired integrity of the European dream.
FERNANDO LAMAS MORENO
[1] http://www.europapress.es/internacional/noticia-serraj-haftar-acuerdan-celebrar-elecciones-parlamentarias-presidenciales-libia-2018-20170215040409.html
[2] http://www.lavanguardia.com/internacional/20170215/4246942834/acuerdo-entre-gobierno-de-unidad-y-hafter-abre-una-nueva-via-de-paz-en-libia.html
[3] http://www.europapress.es/internacional/noticia-aumenta-apoyo-rusia-general-libio-jalifa-haftar-20170117200519.html
[4] http://www.lavanguardia.com/internacional/20170215/4250628401/aviones-de-combate-de-hafter-bombardean-objetivos-de-las-milicias-de-misrata.html
[5] https://mundo.sputniknews.com/africa/201702221067133938-hija-lider-libia-problema/
[6] http://data2.unhcr.org/en/situations/mediterranean
[7] http://www.cuatro.com/noticias/internacional/Serraj-Haftar-estancamiento-conversaciones-Libia_0_2325225125.html
[8] https://intelgiasp.com/2017/01/19/la-apuesta-rusa-haftarthe-russian-bet-haftar/
[9] http://data2.unhcr.org/en/situations/mediterranean
[10] http://www.aljazeera.com/news/2017/02/fayez-al-sarraj-hurt-convoy-fire-170220130904166.html
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